¿Cuál es el pH correcto del agua para beber?
El agua potable debe cumplir con un pH entre 6.5 y 9.5, según la normativa. Existen excepciones para el agua embotellada sin gas, permitiéndose una acidez desde 4.5. El agua carbonatada, por su naturaleza, puede presentar un pH inferior a ese valor, también partiendo desde 4.5.
¿Cuál es el pH correcto del agua para beber?
El pH es un factor importante a considerar cuando se trata de agua potable. Afecta el sabor, la seguridad y la idoneidad del agua para el consumo humano. En este artículo, exploraremos el pH óptimo del agua y las implicaciones de desviarse de él.
Normas de pH para el agua potable
Según las normas internacionales, el pH del agua potable debe estar entre 6,5 y 9,5. Esto significa que el agua debe ser ligeramente ácida o neutra. El rango de pH aceptable varía ligeramente según el país y la organización reguladora, pero generalmente cae dentro de este rango.
Excepciones para el agua embotellada y con gas
Existen algunas excepciones a las normas de pH para el agua.
- Agua embotellada sin gas: El pH del agua embotellada sin gas puede ser tan bajo como 4,5.
- Agua carbonatada: El agua carbonatada, naturalmente ácida, puede tener un pH inferior a 4,5.
Estas excepciones son aceptables porque el agua embotellada sin gas y el agua carbonatada suelen consumirse en pequeñas cantidades y no son la principal fuente de agua potable.
Consecuencias de desviarse del pH óptimo
Desviarse del rango de pH óptimo puede tener las siguientes consecuencias:
- pH bajo (ácido): El agua con un pH bajo puede corroer las tuberías y accesorios, liberando metales y otros contaminantes en el agua. También puede tener un sabor amargo.
- pH alto (básico): El agua con un pH alto puede precipitar minerales, dando al agua un aspecto turbio y un sabor alcalino. También puede reducir la eficacia de los desinfectantes.
- pH extremo: Los valores de pH muy bajos o muy altos pueden ser perjudiciales para la salud humana.
Conclusión
Mantener el pH del agua potable dentro del rango óptimo es esencial para garantizar su seguridad y palatabilidad para el consumo humano. El rango de pH aceptable es de 6,5 a 9,5, con excepciones para el agua embotellada sin gas y el agua carbonatada. Desviarse de este rango puede tener consecuencias negativas para la salud y la calidad del agua. Por lo tanto, es crucial monitorear el pH del agua potable regularmente y tomar medidas correctivas si es necesario.
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