¿Cuando un producto tiene exceso de grasa?
Un producto presenta exceso de grasa cuando las grasas totales aportan el 35% o más de su energía total, o si las grasas saturadas superan el 12% de dicha energía. Esto indica un alto contenido graso, potencialmente perjudicial para la salud.
El exceso de grasa en los alimentos: ¿Cuándo cruzar la línea roja?
La grasa es un nutriente esencial para el correcto funcionamiento del organismo. Sin embargo, el consumo excesivo de grasas, especialmente las saturadas, se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad y otros problemas de salud. Pero, ¿cómo sabemos cuándo un producto alimenticio contiene un exceso de grasa? No se trata simplemente de una percepción subjetiva; existen parámetros claros que nos ayudan a identificar aquellos productos que debemos consumir con moderación o evitar.
La clave radica en el análisis de la información nutricional que aparece en la etiqueta del producto. No basta con ver la cantidad de gramos de grasa total; es crucial entender la proporción de esta grasa en relación con el valor energético total del alimento. Un producto presenta un exceso de grasa cuando se cumplen uno de estos dos criterios:
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Grasa total superior al 35% del valor energético: Esto significa que más del 35% de las calorías del producto provienen de las grasas. Un alto porcentaje de calorías provenientes de las grasas indica una densidad energética elevada, lo que puede contribuir al aumento de peso y a la ingesta calórica excesiva. Imagine un producto de 100 calorías: si más de 35 calorías provienen de la grasa, estamos ante un alto contenido graso.
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Grasas saturadas superiores al 12% del valor energético: Las grasas saturadas son especialmente preocupantes por su impacto negativo en el perfil lipídico sanguíneo. Un porcentaje superior al 12% de las calorías provenientes de grasas saturadas representa un riesgo significativo para la salud cardiovascular. De nuevo, utilizando el ejemplo de un producto de 100 calorías, más de 12 calorías provenientes de grasas saturadas es una señal de alerta.
Es importante destacar que estos porcentajes son orientativos y forman parte de las recomendaciones generales para una dieta saludable. Factores como la actividad física, la edad, el sexo y otros aspectos individuales pueden modificar estas recomendaciones. Si tiene alguna duda o preocupación específica, lo ideal es consultar con un nutricionista o dietista-nutricionista registrado. Él podrá realizar una valoración individualizada y recomendar un plan de alimentación adecuado a sus necesidades.
En resumen, leer con atención la etiqueta nutricional, prestando especial atención a los porcentajes de grasa total y grasas saturadas en relación al valor energético total, es fundamental para realizar una elección alimentaria informada y contribuir a una dieta equilibrada y saludable. No se deje engañar por la apariencia o el sabor; la salud a largo plazo depende de una alimentación consciente y responsable.
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