¿Cuántos días dura una intoxicación por alimentos?

¿Cuánto tarda en quitarse una intoxicación alimentaria?

¡Ay, Dios mío, qué mal lo pasé! Fue en julio de este año, en mi casa de la playa en Cantabria. Unos mejillones… ¡qué horror! Parecía que me iba a morir. Empecé con náuseas, un dolor de estómago insoportable, ¡como si me hubieran dado un puñetazo! Sudaba frío, temblaba… el suelo parecía moverse. Me sentía débil, totalmente deshidratada.

Recuerdo que llamé a mi hermana, llorando desconsoladamente. Estaba desesperada, pensando que iba a acabar en urgencias. ¡Tenía una gastroenteritis brutal! Pasé toda la noche en el baño. El dolor era incesante, un infierno. El malestar duró unas 40 horas. Luego, poco a poco, fui mejorando. ¡Qué alivio! Lo peor fue la deshidratación, eso sí.

Después de eso, ya no como mejillones. ¡Nunca más!

• Síntomas: Náuseas, vómitos, dolor abdominal intenso, sudor frío, temblores, deshidratación.
• Duración: 40 horas aproximadamente.
• Tratamiento: Mucha agua, reposo absoluto. Ni se me ocurrió tomar nada más.
• Secuelas: Un miedo terrible a los mejillones. Y una profunda apreciación del inodoro, ja.

Una intoxicación alimentaria puede durar entre 12 y 48 horas, aunque mi caso fue más prolongado. La clave es la hidratación. Lo que me tomó 40 horas, en otros casos puede ser menos. ¡Cuidado con el marisco!

¿Cuánto tarda el cuerpo en desintoxicarse de comida?

Depende.

Te cuento, el año pasado fui a Benidorm en julio. Pensé que iba a ser la bomba, pero acabé con una intoxicación de caballo por culpa de una paella de un chiringuito a pie de playa. Qué decepción.

Literalmente, estuve vomitando durante unas seis horas seguidas. Me sentía fatal. Pero, eh, al día siguiente, como nueva. O casi.

• Malestar general: Un día entero.
• Sabor raro en la boca: Dos días.
• Miedo a la paella: ¡Todavía lo tengo!

Luego, mi prima, que es súper sana, hizo un “detox” de esos de zumos verdes. Ella decía que tardó como una semana en sentirse “normal” otra vez, porque al principio le dolía la cabeza y se sentía débil. Supongo que cada cuerpo es un mundo, ¿no?

Ahora, te digo una cosa: el agua con limón por las mañanas a mí me funciona de maravilla. No sé si es placebo, pero me siento más ligera.

Ah, y hablando de Benidorm, ¿sabías que la playa de Levante es famosísima por su ambiente festivo? Y que el skyline de Benidorm es único en España por la cantidad de rascacielos? ¡Qué locura!

¿Cuánto dura el alimento en el cuerpo hasta ser eliminado?

¡Uf! ¿Cuánto tarda la comida en salir? Dos a cinco días, ¡qué barbaridad! Eso me lo dijo mi médico, la Dra. Ramírez, el martes pasado. Me preocupa mi digestión, últimamente… lento, todo lento. Será la edad, ¿no? Tengo 37 años, casi 38.

• 36 horas en el colon, eso sí lo recuerdo bien. ¡Increíble!
• 2-5 días el proceso completo. Depende, claro. De qué comas, si estás estresada… ¡ay, este estrés!

¡Qué pereza pensar en ello! ¡Necesito café! Y un yogur. A ver si así se me mueve todo más rápido. ¿Será que no bebo suficiente agua? ¡Debería beber más! Es que… nunca tengo tiempo… ¡Siempre hay algo! El trabajo, la casa, el perro… ¡Ay, mi perro Bobby, tan bonito!

Ayer comí lentejas, ¿influirá? Espero que no me siente mal. No, mejor no pienso en eso… Necesito ir al baño. Ya… Tengo que apuntar en mi agenda: beber más agua. Y quizás ir al nutricionista… para una revisión general. Me dijo mi amiga Ana que va a una buenísima. Se llama… espera… ¡Elena! Elena Pérez, la apuntaré mañana. ¿Tendré que hacerme análisis?

Tiempo de tránsito intestinal: variable. Depende de factores individuales. Necesitaría más datos. ¡Otro café! Necesito más datos de tiempo! ¡Ya!

¿Cuánto tiempo tarda la comida de la boca al estómago?

¡Uf! ¿Que cuánto tarda la comida en viajar del “jacuzzi bucal” al “hotel estomacal”? Pues mira, ¡más o menos lo que tarda mi suegra en decidir qué postre pedir! ¡Entre 6 y 8 horas, dicen! ¡Un viaje de placer, vamos!

• El estómago: ¡Un portero de discoteca! Selecciona lo que entra y lo que no… bueno, ¡más o menos!
• El intestino delgado: ¡La autopista de la información! ¡Absorbe nutrientes a la velocidad de la luz… o casi!
• El intestino grueso: ¡El vertedero municipal! ¡Recoge lo que nadie quiere!
• ¡Mi experiencia!: ¡Una vez me comí un chile tan picante que juré que tardó 2 horas en llegar al estómago, ¡y otras 2 en salir! ¡Fue como un cohete espacial!
• Dato extra: ¡La fibra, esa heroína incomprendida, acelera el proceso! ¡Así que ya sabes, ¡a comer lechuga como si no hubiera un mañana!
• Otro dato extra: ¡Si comes grasa, prepárate para un viaje más largo! ¡Tu estómago se pondrá en modo “vacaciones”!

Y si te aburres, ¡puedes cronometrarlo! ¡Pero no me culpes si luego tienes pesadillas con salchichas rebeldes!

¿Cuántos días sin comer para limpiar el organismo?

¡Madre mía, depurar el organismo! Suena a reseteo galáctico, ¿no? A ver, te cuento, lo de los días sin comer para “limpiar” (guiño, guiño) es como echarle agua al desierto esperando que florezca… ¡depende!

• Ayunar más de un día: entre 3 y 6 días, como mucho, ¡pero ojo!, que no somos camellos del Sahara.
• Ayunito intermitente: De 12 a 24 horas. Más light, como un ayuno de “estoy a dieta pero me como un pastelito luego”.
• ¡Importante! Consulta a un médico, ¿eh? No te me vayas a desmayar en medio de la calle.

Información extra, ¡agárrate!

En serio, lo de “limpiar” es una forma de hablar. No hay una varita mágica. Lo que sí pasa es que le das un respiro al sistema digestivo. ¡Como cuando te vas de vacaciones y el estómago dice: “Aleluya, hoy no hay paella!”! Además, el ayuno puede ayudar con la resistencia a la insulina y la autofagia (que suena a peli de ciencia ficción, pero es cuando tus células se comen sus propias partes dañadas).

Más datos random (¡porque sí!)

• Mi experiencia personal: Una vez intenté un ayuno de 24 horas. Acabé comiéndome una pizza entera a las 10 de la noche. ¡No me juzgues!
• El ayuno y las dietas: Es como el blanco y el negro. Puedes ayunar y seguir comiendo fatal (¡hola, donuts!), o comer sano sin ayunar. ¡Tú eliges!
• Un consejo de la abuela: “Hijo, lo mejor para limpiarse es comer fruta y verdura. Y no te olvides de beber agua, que no eres un cactus”. ¡Sabias palabras!