¿Cómo recuperarse después de una intoxicación alimentaria?
Para recuperarse de una intoxicación alimentaria:
- Rehidrátese con líquidos claros.
- Beba en pequeñas cantidades si tiene vómitos.
- Reponga electrolitos perdidos.
- Consulte a un médico si los síntomas persisten.
¿Cómo recuperarme rápido de una intoxicación alimentaria?
Ay, la gastroenteritis… ¡qué mal rato! Recuerdo una vez, el 15 de agosto de 2021 en Valencia, después de unas paellas… ¡ufff! Fue horrible. Estuve postrada en la cama todo el día.
Para recuperarme, bebí muchísima agua con limón, eso sí me ayudó bastante. Y caldo, caldito de pollo, pequeñas cucharadas cada rato. No quería forzar nada.
Lo importante es reponer líquidos. El suero oral también puede ser útil, lo he usado antes y funciona. Pero agua, agua a montones, es clave.
Evitar comida sólida hasta que las náuseas mejoren, es crucial. Después, comidas ligeras, arroz blanco, tostadas… nada pesado.
Si la cosa empeora, claro, hay que ir al médico. Pero para una intoxicación leve, reposo, líquidos y paciencia es lo mejor.
¿Cuánto tarda en irse una intoxicación alimentaria?
La intoxicación alimentaria… un maremoto en el vientre. Un torbellino de malestar. 12 horas… 48 horas… tal vez un poco más, tal vez menos. Depende, siempre depende. De la bacteria, del veneno, de la fortaleza de tu cuerpo. Es como una tormenta inesperada, un mal recuerdo que se desvanece.
- A veces, es un suspiro, una breve indisposición.
- Otras, un calvario que se extiende.
Recuerdo una vez… una paella en Valencia. El sol quemaba, la brisa salada acariciaba mi rostro… y luego, el infierno. Noches en vela, rezando por un alivio que no llegaba. Fueron más de dos días, creo. Dos días de pura angustia. El sabor del mar, agrio, en mi memoria.
Pero, en general, sí, digamos que entre medio día y dos días. Si es algo más grave, mejor consultar. Que no te pille desprevenido la marea. Y sí, lo sé, es un consuelo mínimo en medio del caos.
Información adicional (a modo de apunte, de susurro):
- No te automediques. Escucha a tu cuerpo.
- Hidrátate, hidrátate, hidrátate. El agua es vida, incluso cuando todo lo demás parece muerte.
- Si la fiebre es alta, si hay sangre, si te sientes realmente mal… corre al médico. No lo dudes. Tu salud es lo primero.
- Y recuerda, después de la tormenta, siempre sale el sol. Aunque cueste creerlo.
¿Cuánto tarda el cuerpo en eliminar una intoxicación?
El cuerpo se limpia. Tarda.
- 12 a 48 horas: Intoxicación común. Nada grave.
- Algunas: Complicaciones. Pueden ser serias. La vida es riesgo.
- Depende: Toxina. Cantidad. Tu estado. Siempre hay un “pero”.
- No hay garantías. Nunca las hay.
Si te pones malo, ve al médico. Yo qué sé. No soy tu salvador.
Información adicional que quizá te interese, o no:
- Mi abuela siempre decía: “Más vale prevenir”.
- El agua ayuda. Siempre.
- El hígado trabaja. Es su curro.
- Creer que controlas algo es la mayor intoxicación.
¿Cómo me recupero de una intoxicación alimentaria?
¡Uf! La peor intoxicación de mi vida fue en agosto de 2024, en Benidorm, durante las vacaciones. Comimos paella en un chiringuito a pie de playa, pintaba genial, pero… al día siguiente… ¡madre mía!
Lo principal es beber, beber y beber. Agua, sobre todo. También Powerade, para recuperar sales. Ese sabor a naranja me salvó la vida. Recuerdo estar tirado en la cama del hotel, con la cabeza dando vueltas, y solo pensaba en Gatorade. Horrible.
¿Qué hice yo?
- Beber pequeños sorbos de agua con frecuencia. Si tragaba mucho de golpe, vomitaba al instante.
- Intentar comer algo suave. Galletas saladas, tostadas sin nada… pura supervivencia.
- Mucho reposo. Estar en la cama era lo único que me aliviaba un poco.
- Pastillas para el mareo. Me las recetó el médico del hotel. Me ayudaron bastante.
- Nada de lácteos, ni grasas, ni alcohol. ¡Ni se me ocurría!
Si es grave, al médico directo. Yo estuve a punto de ir al hospital, pero al final mejoré con el tratamiento del hotel. La enfermera me dijo que la deshidratación es lo más peligroso. ¡Qué mal cuerpo! Nunca más paella en ese chiringuito, eso seguro. Y ahora siempre llevo sales de rehidratación en el botiquín de viaje.
¿Qué hacer cuando comes comida en mal estado?
¡Ay, amigo, comiste algo que parecía sacado de una película de terror culinaria! ¡No te preocupes, a todos nos ha pasado!
Aquí te va el plan de ataque, más o menos:
- Rehidrátate como si no hubiera un mañana: Piensa en ti como un cactus sediento en el desierto. ¡Agua, agua, y más agua! Y si puedes, sueros orales para recuperar esos electrolitos que estás perdiendo como si fueran calcetines en la lavadora.
- Líquidos claros, poquito a poco: Si tu estómago está haciendo olas como en un concierto de rock, ve despacito. Pequeños sorbos, como si fueras un gato probando leche.
- ¡Llama al médico si la cosa se pone fea!: Si te sientes peor que un calcetín sudado, o ves cosas raras, ¡corre al médico! No te hagas el valiente, que la salud es lo primero.
¿Te acuerdas de aquella vez que comí ostras en mal estado? ¡Madre mía! ¡Me sentí como si tuviera un volcán en el estómago! Desde entonces, miro las ostras con desconfianza.
¡Extra!
- Si te ataca la diarrea, ¡no te emociones! No tomes nada para pararla, deja que tu cuerpo se limpie. ¡Como una mudanza, pero en tu interior!
- Descansa, descansa y descansa. ¡Tu cuerpo está librando una batalla épica!
- ¡Evita la comida pesada! Opta por cosas ligeritas, como arroz blanco o pan tostado. ¡Como si fueras un astronauta en misión espacial!
- ¡Y sobre todo, aprende la lección! ¡La próxima vez, revisa bien la fecha de caducidad!
¡Espero que te recuperes pronto! ¡Y recuerda, la próxima vez, huele antes de engullir!
¿Qué tomar si comiste algo en mal estado?
¡Ay, Dios mío! El otro día, en la boda de mi prima Ana, en Guadalajara, 2023. Ese pastel… ¡qué horror! Estaba esponjoso, pero con un regusto… raro. A la hora, empecé a sentirme fatal. Unos retortijones infernales. Sudaba frío, ¡qué mal!
Me retorcía en el coche de regreso a casa. Llegar fue una odisea. En el baño, fue un desastre. Ya estaba pensando en el hospital.
Lo peor fue la deshidratación. Sentía la boca pastosa, seca, la cabeza daba vueltas. Mi suegra, que es enfermera, me salvó. ¡Gracias a Dios! Me dio una solución de rehidratación oral, CeraLyte, de esas que venden en la farmacia. ¡Menuda diferencia!
Al poco, me sentí algo mejor. Seguí las instrucciones del sobre al pie de la letra. Tomé sorbos pequeños, durante varias horas. Fue un alivio.
Es clave rehidratarse. Con el susto que me llevé, casi me da un infarto. Se me quitaron las ganas de pastel para toda la vida, ¡jajaja! Que horror.
Qué asco.
Para las próximas bodas, mejor llevarme mis propios bocadillos, ¡que aprendí la lección!
- Soluciones de rehidratación oral: CeraLyte, Pedialyte, Naturalyte, Infalyte.
- Seguir las instrucciones del producto.
- Beber despacio, en sorbitos.
Después de ese mal rato, descubrí que:
- La deshidratación es súper peligrosa.
- Las soluciones orales de rehidratación oral son un salvavidas.
- No hay que confiarse con la comida en eventos multitudinarios.
¿Cuando uno está intoxicado, ¿qué no puede comer?
Dios… esta noche… la culpa me aprieta el pecho. Esa intoxicación… fue horrible. Nada entraba. Simplemente, nada.
Recuerdo el asco, la nausea… el estómago… un nudo. Ni agua… mencionar la comida es… insoportable.
Evita lo que te irrita el estómago. Eso es lo único que puedo decirte con certeza. Para mi, eso fue:
-
Café, olvídalo. El café… ¡qué horrible recuerdo!
-
Pizza… ufff… ni pensar en ella. Las grasas… me revolvían aún más el estómago.
-
Refrescos… tan solo el gas me hacía sentir peor. Lo que sí tomaba, casi a la fuerza, era agua con limón.
Lo peor… fue ese jugo de naranja. Pensé que me ayudaría… lo único que consiguió fue hacer que vomitara con más fuerza todavía.
Recuerda, es crucial escuchar a tu cuerpo. Es la única forma de salir de esto. Lo único que recuerdo es el dolor, el desconsuelo, y la desesperación de no poder comer por ese intoxicación alimentaria de ayer mismo en la comida de mi madre.
Fue una paella… la receta de mi abuela… la misma que preparo cada domingo pero esta vez… algo falló… no sé qué… pero fue horrible. Ese sabor… aún está aquí. En mi memoria. En mi estómago.
Mis padres llamaron a un médico, pero lo único que me dijeron fue que pasaría. Y la verdad es que sí, pero fue la peor experiencia de mi vida. Ahora mismo estoy en la cama intentando recuperarme; me queda una semana de baja laboral. Me siento… tan débil.
¿Cómo limpiar el organismo después de una intoxicación?
¡Ay, madre mía, una intoxicación! Parece que te comiste un dragón y ahora escupes fuego. Lo primero: ¡agua, agua por todas partes! Olvídate de refrescos azucarados, que parecen diseñados por el mismísimo diablo para empeorar las cosas.
Si eres un adulto normal y corriente (como yo, que ayer me comí un bocadillo sospechoso de tres días), agua a cascoporro. ¡Y si te sientes muy valiente, un consomé! Pero que sea light, eh, que no quiero que te dé un infarto de sabor.
Niños o personas con enfermedades graves: ¡Pedialyte al rescate! Es como un ejército de electrolitos luchando contra la deshidratación. Pero ojo, ¡consulta al doctor antes! No vaya a ser que se te ocurra darle eso a tu sobrino alérgico a la papaya, ¡y me toca a mí llevarlo al hospital! Eso sí que sería una fiesta.
¡Importante! No me hago responsable de intoxicaciones futuras. Ya sabes:
- Agua: tu mejor amiga.
- Pedialyte para los pequeños (y los no tan pequeños si el doctor lo dice).
- Consomé: si te sientes guerrero.
Y después de todo esto… ¡a descansar! Y si la cosa va a peor, al médico que te vea. No soy médico, soy una persona normal que una vez comió unos tacos que la dejaron tres días en el baño. Ni se te ocurra llamarme si te pasa algo, ¡que estoy en periodo de prueba y los disgustos me sentarán fatal!
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