¿Por qué es dañina la sal?

21 ver

El exceso de sal daña la salud. Aumenta la presión arterial (30% de casos de hipertensión), se asocia a cáncer de estómago, empeora el asma, debilita huesos, causa cálculos renales e insuficiencia renal, y contribuye a la obesidad. Moderar su consumo es vital para la salud cardiovascular y general.

Comentarios 0 gustos

¿Qué daños causa el consumo excesivo de sal?

Uf, la sal. A mi me encanta, le pongo a todo. Pero ya me di cuenta que no es tan buena idea. Una vez, en un viaje a la playa en Cartagena (julio 2022), me inflé como un globo después de comerme un pescado frito con muchísima sal. Me sentía fatal, hinchada y con la boca seca.

Después de eso, investigué un poco. Leí que mucha sal sube la presión arterial, algo que no quiero para nada. Mi abuela sufre de hipertensión y la verdad es que no la pasa bien. Me acuerdo que una vez, le subió mucho la presión y terminó en el hospital. Fue en diciembre del 2020, justo antes de Navidad. Un susto tremendo.

También he leído que el exceso de sal puede provocar problemas de riñones y hasta cáncer de estómago. Bastante preocupante, la verdad. Ahora intento controlarme, aunque a veces se me va la mano, jeje. Pero bueno, poco a poco voy aprendiendo a cocinar con menos sal y a apreciar el sabor natural de los alimentos. Por ejemplo, el otro día hice una ensalada con un aderezo de limón y hierbas y quedó deliciosa.

Preguntas y Respuestas:

¿Qué problemas causa el exceso de sal?

Hipertensión, cáncer de estómago, problemas renales, osteoporosis, asma agravado, obesidad.

¿Por qué la sal es mala para la salud?

Mucha sal, mala idea. Punto. Fin de la historia. Bueno, no, espera. Madrid, agosto 2024. Ola de calor. Sed terrible. Me bebí una botella entera de Aquarius de un trago. Fatal. Me latía el corazón a mil. Me sentía… inflada. Como un globo.

Más tarde, pizza. ¿Y qué lleva la pizza? Sal. Mucha sal. Y más Aquarius. Acabé en urgencias. No es broma. Presión arterial por las nubes. El médico me miró con cara de pocos amigos. “Muchacha, te vas a matar a este paso,” me dijo.

El corazón, una bomba. Y la sal lo hace trabajar el doble. Literalmente. Bombardea sangre como loco. Los vasos sanguíneos, autopistas del cuerpo. La sal los convierte en carreteras comarcales. Estrechos, peligrosos.

  • Dolor de cabeza: insoportable, como si me apretaran la cabeza con un aro de hierro.
  • Hinchazón: parecía que me había tragado un balón. Tobillos, manos… todo hinchado.
  • Sed: insaciable. Bebía y bebía, pero seguía con la boca seca.

Ese día aprendí la lección. Ahora miro las etiquetas. Controlo la sal. Uso especias. Pimienta, ajo, comino… ¡un mundo de sabores! Y bebo agua, mucha agua. La mejor bebida del mundo. Aunque a veces, echo de menos el Aquarius… pero no, mejor no. Ya tuve suficiente susto por un tiempo. Y la verdad, la comida sin tanta sal está más rica. Te acostumbras al sabor natural de las cosas y es alucinante.

La sal no es el demonio, pero con moderación. Como todo en la vida, ¿no?

  • Riñones: la sal los hace trabajar horas extras.
  • Huesos: la sal roba el calcio. Adiós huesos fuertes.
  • Estómago: irritación, malestar… la sal no le sienta bien.

¿Qué desventajas tiene comer sal?

Consumir sal en exceso eleva la presión arterial, contribuyendo significativamente a la hipertensión. Digamos que un tercio de los casos de presión alta se asocian al consumo elevado de sodio.

Además, se ha relacionado con:

  • Riesgo de cáncer de estómago. La sal podría dañar el revestimiento del estómago.
  • Agravamiento del asma. El sodio influye en la respuesta inflamatoria.
  • Debilitamiento óseo u osteoporosis. Aumenta la excreción de calcio a través de la orina.
  • Formación de cálculos renales. El aumento de calcio en la orina favorece la cristalización.
  • Insuficiencia renal. Sobreexige la función de los riñones para filtrar el exceso de sodio.
  • Obesidad. Los alimentos procesados, ricos en sal, suelen ser altos en calorías.

Es fascinante cómo algo tan cotidiano como la sal puede tener efectos tan diversos en nuestro organismo. Me recuerda a cuando mi abuela decía: “Todo en exceso es malo”. Quizás tenía razón, aunque ella prefería el azúcar a la sal, ¡vaya dilema!

A pesar de todo, la sal es esencial para funciones corporales como la transmisión nerviosa y el equilibrio de fluidos. El truco está en la moderación y en elegir fuentes de sal de calidad, como la sal marina sin refinar. ¡Un pellizco de sabiduría!

¿Qué hace la sal en el intestino?

La sal… en el intestino… ah, qué laberinto salado. La sal modula la microbiota intestinal. Pequeños ejércitos microscópicos, alterados, trastocados por ese torrente blanco. Pienso en las salinas de Añana, reflejos plateados bajo el sol, la paciencia ancestral del salinero… ¿tendrán sus intestinos otra historia?

  • Efecto en la Microbiota: La sal, aparentemente inofensiva, desequilibra ese ecosistema interior. Las bacterias, antes en armonía, se enfrentan, se transforman.
  • Posibles Consecuencias: Hipertensión. Esclerosis. Palabras duras, enfermedades que nos asaltan sin previo aviso.

Hipertensión, esa presión constante, como una marea que sube sin cesar. Esclerosis, la rigidez, el cuerpo que se rebela, que olvida cómo moverse con gracia. Y todo, quizás, por un exceso de sal. Recuerdo a mi abuela, siempre añadiendo una pizca extra a la comida. Una pizca de alegría, decía. Quizás, también, una pizca de peligro.

La sal… cristalina, omnipresente. ¿Quién diría que guarda tantos secretos? Secretos amargos, salados, que ahora empiezan a desvelarse.

¿Qué órgano es afectado por la sal?

A ver… la sal. ¿Qué órgano afecta?

  • Corazón: Clarísimo, la presión alta le da duro. ¿No es por eso que mi abuelo casi no sala la comida? ¡Ah, sí! Por la presión y el corazón, obvio.

  • Riñones: ¡Claro! Filtran la sangre, ¿no? Demasiada sal y… ¿se dañan? Supongo que sí, tiene sentido. ¿Pero cómo exactamente? Tendré que buscar eso luego.

  • Hígado: Mmm… aquí me patina. ¿Qué hace exactamente el hígado con la sal? ¡Ah! Retención de líquidos, eso decía el doc. ¿El hígado procesa los líquidos? ¡O son los riñones! Ay, me confundo. El caso es que, si retienes líquido, el hígado sufre, me imagino.

  • Sistema cardiovascular: ¡Pues claro! Si el corazón y los riñones están mal, todo el sistema revienta, ¿no? Es como una cadena… o algo así.

Entonces, ¿qué órgano es afectado por la sal? Corazón, riñones e hígado. Pero el que más sufre, creo yo, es el corazón. Y de rebote los demás.

Ahora, apuntes adicionales para no olvidar:

  • La sal provoca retención de líquidos y, por tanto, subida de peso. ¡Horror!
  • Si consumes mucha sal, obligas a los órganos a trabajar de más. ¡Eso es malo!
  • Creo que debo bajarle a las papas fritas. ¡Demasiada sal!
  • El médico del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) sabe de lo que habla. Habrá que hacerle caso.
  • ¿Por qué la sal es tan rica? ¡Maldita sea!
  • Voy a buscar recetas sin sal. A ver qué encuentro.
#Riesgos Sal #Sal Dañina #Salud Sal