¿Por qué no tolero la sal?

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La intolerancia a la sal se detecta midiendo el aumento de la presión arterial después de su consumo. Si la presión sube al menos un 5%, se considera sensible a la sal. En caso contrario, se considera resistente.
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Intolerancia a la Sal: Una Guía Integral

La intolerancia a la sal es una afección en la que el cuerpo reacciona negativamente al consumo de sal (cloruro de sodio). A diferencia de las alergias alimentarias, que provocan una reacción inmunitaria inmediata, la intolerancia a la sal es una condición gradual que puede tardar horas o incluso días en manifestarse.

¿Cómo se Detecta la Intolerancia a la Sal?

La intolerancia a la sal se diagnostica midiendo el cambio en la presión arterial después de consumir una cantidad específica de sal. Este procedimiento se conoce como “prueba de sensibilidad a la sal”.

Durante la prueba, se le pedirá que consuma una bebida que contenga una cantidad específica de sal. Luego, su presión arterial se medirá a intervalos regulares durante varias horas o días. Si su presión arterial aumenta al menos un 5%, se considera que es sensible a la sal. De lo contrario, se le considera resistente a la sal.

Síntomas de la Intolerancia a la Sal

Los síntomas de la intolerancia a la sal pueden variar de persona a persona, pero algunos de los más comunes incluyen:

  • Aumento de la presión arterial
  • Retención de líquidos
  • Hinchazón en las manos, los pies y el rostro
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Náuseas

Causas de la Intolerancia a la Sal

La causa exacta de la intolerancia a la sal es desconocida, pero se cree que está relacionada con los siguientes factores:

  • Predisposición genética: Algunas personas pueden heredar una mayor sensibilidad a la sal.
  • Consumo excesivo de sal: El consumo regular de cantidades excesivas de sal puede aumentar el riesgo de desarrollar intolerancia a la sal.
  • Ciertos medicamentos: Algunos medicamentos, como los corticosteroides y los antiinflamatorios no esteroides (AINE), pueden aumentar los niveles de sodio en el cuerpo y provocar intolerancia a la sal.
  • Enfermedades subyacentes: Ciertas enfermedades, como la enfermedad renal crónica y la insuficiencia cardíaca, pueden afectar el equilibrio de sodio y agua en el cuerpo, lo que lleva a la intolerancia a la sal.

Tratamiento de la Intolerancia a la Sal

El tratamiento principal para la intolerancia a la sal es reducir el consumo de sal. Se recomienda limitar la ingesta de sal a menos de 2.300 miligramos por día, o menos de 1.500 miligramos por día para personas con presión arterial alta.

Además de reducir la sal, otras medidas de tratamiento pueden incluir:

  • Beber mucha agua para ayudar a eliminar el exceso de sodio.
  • Realizar ejercicio regularmente para reducir los niveles de presión arterial.
  • Tomar medicamentos diuréticos para aumentar la eliminación de sodio en la orina.

Conclusión

La intolerancia a la sal es una afección que puede afectar significativamente la salud y el bienestar. Al comprender las causas y los síntomas de esta afección, puede tomar las medidas necesarias para controlar su consumo de sal y mejorar su salud en general. Si sospecha que puede ser sensible a la sal, hable con su médico para una prueba de sensibilidad a la sal y un plan de tratamiento adecuado.