¿Qué consecuencias trae ser vegetariano?
A ver, desde mi punto de vista, ser vegetariano tiene su aquel. Me encanta la idea de cuidar mi cuerpo con frutas y verduras, ¡me siento más ligero y con energía! Claro, a veces echo de menos un buen corte de carne, pero saber que estoy contribuyendo a un mundo mejor me llena más. Además, ¡adiós a las grasas saturadas! Mi corazón me lo agradece.
¿Qué consecuencias trae ser vegetariano? Uf, esa es una pregunta que me he hecho mil veces, sobre todo al principio, cuando el olor a chorizo asado me perseguía por las calles. ¿Sabes esa sensación? La de antojo irremediable, esa punzada en el estómago que te grita “¡necesito carne!”.
A ver, desde mi punto de vista, ser vegetariano tiene su aquel… y mucho más. Es como… una profunda conexión con algo más grande que yo. Me encanta la idea, la pura idea, de alimentarme con la tierra misma, con el sol capturado en un tomate rojo y jugoso. ¡Qué maravilla! Recuerdo la primera vez que probé una ensalada de lentejas con un aliño de miel y mostaza… ¡Explosión de sabor! De verdad, me sentí limpio, ligero, lleno de una energía que no sabía que existía. Como si de repente hubiera desbloqueado un nuevo nivel en el videojuego de la vida.
Claro, hay días… días de debilidad. Días en los que la tentación de un buen chuletón a la brasa es casi irresistible. Mi abuela, Dios la tenga en su gloria, hacía unas albóndigas… ay, esas albóndigas… Aún las sueño. Pero entonces pienso en todo lo demás, en lo bien que me siento, en la energía que tengo, en la tranquilidad de saber que estoy haciendo algo – aunque sea un granito de arena – para cuidar el planeta. Porque, ¿sabes? Leí en algún sitio que la ganadería genera un montón de emisiones de CO2, como… ¡el 14.5% de las emisiones globales! Eso me da que pensar, ¿no? Y no es solo eso; también está el tema del bienestar animal, que me afecta muchísimo.
Adiós a las grasas saturadas, eso es verdad. Mi colesterol bajó un montón, y mi médico está encantado. Eso sí, hay que estar atento a la alimentación, porque hay que asegurarse de obtener todas las vitaminas y minerales necesarios. No es solo comer lechuga, ¿eh? Hay que buscar alternativas, suplementarse si hace falta… y sí, a veces se complica, y sí, a veces me da pereza. Pero al final, vale la pena. Creo que vale mucho la pena. Me siento mejor, más ligero, más… vivo. ¿Y tú, qué piensas?
#Consecuencia#Saludable#VegetarianoComentar la respuesta:
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