¿Qué enfermedades dañan el sentido del gusto?

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"La alteración del gusto puede deberse a diversas causas: parálisis de Bell, resfriado común, gripe e infecciones virales. También, infecciones nasales como sinusitis o pólipos, faringitis (estreptocócica), infecciones de glándulas salivales y traumatismos craneales."

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¿Qué enfermedades afectan el sentido del gusto?

¡A ver, a ver! ¿Qué enfermedades nos fastidian el gusto? Uf, tema interesante… y más común de lo que uno cree.

Recuerdo una vez, hace años, creo que en 2015 o 2016, estuve con un resfriado de esos que te dejan KO. ¡Horrible! No sentía el sabor a nada, ni siquiera el picante. ¡Qué desastre! La comida parecía cartón.

La parálisis de Bell, por ejemplo, afecta los nervios faciales y puede alterar el gusto. Imagínate qué frustrante.

Enfermedades que afectan el gusto:

  • Parálisis de Bell
  • Resfriado común
  • Gripe e infecciones virales
  • Infecciones nasales, pólipos, sinusitis
  • Faringitis y faringitis estreptocócica
  • Infecciones de las glándulas salivales
  • Traumatismos craneoencefálicos

Otras cosas que pueden influir son las infecciones nasales, los pólipos (¡qué horror!), la sinusitis y hasta la faringitis. ¡Un festival! Y ojo, las infecciones en las glándulas salivales también pueden ser culpables.

¡Y no olvidemos los golpes en la cabeza! Un traumatismo puede alterar el gusto, aunque no siempre es permanente. Menos mal.

¿Qué enfermedad te hace perder el sentido del gusto?

Ageusia. Un vacío. Como tragar ceniza.

COVID-19, principal sospechoso. Gripe también. Lo habitual. Nada nuevo.

  • Lesiones. Cabeza. Nervios. Detalles irrelevantes.
  • Medicamentos. Efectos secundarios. La industria farmacéutica. Siempre ellos.
  • Zinc. Vitamina B12. Déficit. Falta de algo. ¿De qué?
  • Parkinson. Un camino sin sabor. Literalmente.

Problemas dentales. Obvio. ¿Acaso hay que explicarlo?

Toxinas. El mundo es tóxico. Nos intoxicamos. Es inevitable. Triste, pero cierto.

Me pasó con la quimio en 2023. El tratamiento. A veces las cosas son así de simples. Horrible.

En resumen: muchas causas. La vida es una sucesión de pérdidas. El gusto, una más. Acostúmbrate.

¿Qué médico especialista trata el sentido del gusto?

Un otorrinolaringólogo.

¿Un otorrinolaringólogo? Sí, suena raro, pero así fue. La verdad es que mi experiencia con el gusto alterado fue… rara.

Me explico. Fue este año. Estaba en Cádiz, disfrutando de mis vacaciones. Imagínate, sol, playa, cervecita fresca, y… ¡nada sabía a nada! Literal.

  • Todo era como comer cartón.
  • Ni el jamón serrano, ¡ni el jamón serrano!
  • Un drama total.

Al principio pensé que era un catarro tonto. Pero pasaban los días y seguía igual. Desesperado, busqué en Google. Otología… algo así, ¿no? Me salió lo de otorrinolaringólogo. Menudo palabro.

Fui al médico de cabecera, me miró con cara de póker y me dijo: “Pues sí, parece cosa de un otorrino“. El caso es que me derivó, me hicieron pruebas raras con electrodos en la lengua (¡qué cosa más asquerosa!), y al final resultó ser un problema de nervios. Estrés, me dijeron. ¿Estrés yo? En Cádiz, con el sol y la cervecita… En fin.

Me mandaron unas vitaminas y, poco a poco, fui recuperando el gusto. Ahora valoro cada bocado como si fuera el último.

Moraleja: Si de repente no te sabe la comida, no te automediques, ¡vete a un otorrino! Aunque suene a chiste. A mí me salvó las vacaciones.

¿Qué enfermedades pueden afectar el sentido del gusto?

Alteraciones del gusto: un abismo sensorial.

  • Disgeusia: Sabor persistente, intruso. Metálico, rancio. Una condena.
  • Hipogeusia: Gusto disminuido. Un mundo sordo.
  • Ageusia: Pérdida total. La nada.

Añado:

  • Ciertos fármacos desatan la disgeusia. Lo he visto, amargura constante.
  • La quimioterapia, un exterminador de papilas. Recuerdo a mi tía. Un infierno.
  • Infecciones respiratorias superiores, el resfriado común. Un sabotaje temporal del paladar.

Olvidas traumatismos craneales. Un golpe puede borrar el gusto. Y la edad. A partir de los 60, todo se atenúa. Menos el dolor.

#Daño #Enfermedades #Gusto