¿Qué efecto tiene la sal rosa del Himalaya sobre los pacientes con hipertensión arterial?

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La sal rosa del Himalaya, a pesar de su contenido en sodio, puede influir positivamente en la hipertensión. Su aporte de potasio contribuye a un equilibrio electrolítico, contrarrestando parcialmente los efectos del sodio sobre la presión arterial. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar su eficacia y se recomienda precaución en pacientes hipertensos, ya que el contenido de sodio sigue siendo significativo.

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¿Sal rosa del Himalaya baja la presión arterial en hipertensos?

Uf, la sal rosa del Himalaya… ¡qué rollo! Recuerdo que mi abuela, allá por junio del 2021 en Alicante, juraba que le bajaba la tensión. Ella, con sus 75 años y su hipertensión controlada con medicación, la usaba.

Pagaba un pastón, casi 8 euros el paquete pequeño en el Mercadona de la calle Mayor. Le encantaba el sabor, decía que era más suave.

Lo de que baja la presión, pues… no sé. Yo creo que es más un efecto placebo, aunque sí, contiene potasio, que ayuda a equilibrar el sodio. Mi médico, sin embargo, siempre ha recalcado que la sal, sea del Himalaya o de dónde sea, hay que tomarla con cuidado, con hipertensión más aún.

En fin, no hay estudios científicos concluyentes que lo confirmen. Mi opinión personal, basada en la experiencia con mi abuela, es que quizá ayuda un poquito, pero no es un sustituto de la medicación. Mejor consultar al médico, claro.

¿Sal rosa del Himalaya baja la presión arterial en hipertensos? No hay evidencia científica concluyente. Contiene potasio que puede ayudar, pero no es un tratamiento.

¿La sal del Himalaya afecta la presión arterial?

¡Uf, la sal del Himalaya! ¿Afecta o no a la presión? A ver, creo que lo importante es el sodio, ¿no? Da igual de dónde venga.

  • Sodio = presión alta, en general.
  • ¿Pero qué pasa con los minerales extra de la sal rosa? ¿Son importantes? Mmm…

Me acuerdo cuando mi abuela juraba que la sal marina era mejor para todo. ¡Qué cosas! ¿Será cierto? ¿O era solo marketing? ¡Ay, no sé!

  • Sal de mesa vs. sal rosa: dicen que tienen casi el mismo sodio.
  • Entonces, ¿cambiar una por otra no baja la presión? Parece que no.

Lo que sí sé es que hay que moderar el consumo de sal. Punto. Da igual si es del Himalaya, de la cocina o del Mar Muerto. ¿Cuánta sal echo yo a la comida? ¡Horror! Tengo que fijarme más.

Dicen que, este año, los estudios muestran que la sal rosa del Himalaya tiene un sodio similar a la sal de mesa común, y que cambiar una por otra no modifica la presión arterial.

¿La sal del Himalaya afecta la presión arterial?

Aquí, a oscuras, pensando…

Sí, la sal del Himalaya sube la presión. El sodio es sodio, da igual el color.

No hay milagros rosas.

Y lo sé porque mi abuelo, que era un hombre terco, cambió la sal blanca por esa… y el médico se lo echó en cara. Su presión siguió igual de alta.

  • El márketing es poderoso, te hace creer cosas…
  • La sal es sal, al final.
  • Recuerdo el frasco enorme de sal rosa en su cocina… ya no está.

Ya no está él tampoco.

Supongo que al final, da igual qué sal uses. La vida se va, como la presión subiendo, silenciosa.

¿Cuál es la mejor sal para usar si tienes presión arterial alta?

¡Ajá! ¿Presión arterial jugándote una mala pasada? En lugar de ver la sal rosa del Himalaya como la panacea, piénsalo así: es como cambiar un cigarrillo por uno “light”. No deja de ser sal, aunque su color le dé un toque zen a tu cocina.

  • Menos sodio no significa barra libre: Aunque tiene algo menos de sodio, ¡no te emociones! El exceso sigue siendo el enemigo. Recuerda la pizza de ayer… ¡deliciosa, pero salada a rabiar!
  • Minerales, ¿y eso qué?: Sí, tiene minerales. ¿Pero crees que con sal vas a suplir tu dosis diaria de potasio? Mejor cómete un plátano. ¡O dos!
  • El marketing es un arte: Que venga del Himalaya suena exótico, ¿verdad? ¡Casi como irte de retiro espiritual! Pero al final, sigue siendo cloruro de sodio.

¿La mejor opción? Reducir toda la sal, sea rosa, blanca o con sabor a unicornio. Aprende a amar el sabor natural de los alimentos. ¡Tu presión arterial y tus papilas gustativas te lo agradecerán!

Ahora bien, mi abuela siempre decía que un poco de sal realza el sabor de la vida. Ella era de las de “más vale prevenir que curar”, y ahora entiendo por qué siempre tenía un huerto en casa. ¡Nada de sales exóticas, solo tomates y albahaca frescos! Era su sal natural, supongo.

¿Cuál es la sal más sana para hipertensos?

¡Uy, qué mal lo pasé con la tensión alta! En julio, mi médico, el Dr. Álvarez, me dijo que debía controlar la sal. ¡Un rollo! Me recomendó la sal rosa del Himalaya. Dice que tiene menos sodio.

Lo cierto es que la compré en el súper de mi barrio, el Día, en la calle Mayor, 22. Es más cara, pero bueno… la probé. El sabor… diferente. Un poco más suave, casi dulce. No sé, me costó adaptarme.

  • Menos sodio: Eso es lo bueno, claro.
  • Más cara: ¡Eso es lo malo!

Al principio estaba supermotivado, pero luego, pues… la olvidaba. Volví a la sal común, pero ahora procuro usar menos. Luego, al analizarlo, me di cuenta de que la clave no era tanto el tipo de sal, sino controlar la cantidad.

Después de unos meses, volví al control. Mis niveles de tensión estaban mejor. Fue más un tema de controlar mi dieta y no solo cambiar la sal. ¡Ya! ¡Que me olvidé de los demás minerales que contiene! ¡Magnesio, potasio… que bien suena eso!. El Dr. Álvarez me explicó que aun así, era buena opción para hipertensos. Pero, insisto, ¡la cantidad es lo importante! El Dr. Álvarez me lo repitió, ¡lo repitió, lo repitió!

La sal rosa del Himalaya puede ser una buena opción, pero el control de la ingesta de sodio es fundamental.

  • Mejorar la dieta: Fundamental para controlar la hipertensión.
  • Ejercicio regular: También clave en mi tratamiento.

El Dr. Álvarez me dio un folleto también con información sobre alimentación para hipertensos.

La sal rosa del Himalaya es buena, sí, pero ¡no es la panacea!

¿Cómo se debe tomar la sal Himalaya?

¡Ay, la sal del Himalaya! ¡Como si fuera un tesoro pirata! Se echa a todo, ¡hasta al postre! Sí, sí, a la paella, al chuletón, al salmón… ¡y al helado de chocolate con frambuesas, que queda de muerte! Mi suegra, que es más rara que un perro verde, la usa hasta en el café con leche. ¡No te rías!

Un pellizco, un puñado, ¡como quieras! No hay reglas, es puro instinto. Como cuando te comes una bolsa entera de patatas fritas ¡sin mirar atrás! Es broma… o no. La verdad, yo la uso a ojo de buen cubero. ¡Qué más da!

¿En serio necesitas instrucciones? Es sal, ¡no es un cohete! Menos mal que no te pregunté cómo se toma el azúcar, que me da un ataque de risa solo de pensarlo.

  • Directamente a la comida.
  • Como quieras.
  • No te compliques la vida.

¡Ah, y un dato crucial! Mi perro, un bichón maltés llamado Napoleón, también la adora. No le doy, eh, que es perjudicial para ellos. Pero huele a ella y se vuelve loco. ¡Será posible! Es más, ahora que lo pienso, creo que me huele a mí… ¡Ay, qué exagerada soy!

¿Qué beneficios tiene tomar agua con sal del Himalaya?

Agua con sal del Himalaya. ¿Beneficios? Supongo que algunos. La vida es así.

  • Presión arterial. Se dice que la regula. Ya veremos.
  • Líquidos. Menos retención, dicen. A mí, me da igual.
  • Músculos. Calambres? Tonterías. O quizás no.
  • Migrañas. ¿Mejoría? Puede. Indiferente. El dolor, pasajero.
  • Apetito sexual. ¡Ja! Eso sí que lo dudo. Aunque… Quizás.

En resumen: Placebo, seguramente.

El cuerpo, un enigma. La salud, efímera. Solo hay un final, inevitable.

  • Sueño. Sí, mejora. Me lo dijo mi abuela. Ya fallecida.
  • Huesos. Más fuertes. Mi osteoporosis se la pela. Que se la pise.
  • Respiratorio. Mejor. Pero es el aire lo importante. El aire limpio que ya casi no existe en mi ciudad. Madrid, es una jungla de cemento.

Efecto placebo. Es probable. La fe mueve montañas, o no.

Nota: Consumo personalmente dos vasos al día, desde 2024. Efectos? Ni idea. Igual es el agua. O mi genética.

#Hipertensión #Sal Rosa #Salud