¿Qué no puedo tomar después de un susto?
Tras un susto, evita las bebidas azucaradas y con cafeína. Optar por agua o infusiones calmantes será mucho más beneficioso para tu organismo, ayudando a regular tu ritmo cardíaco y a disminuir la tensión nerviosa.
Después del Susto: Lo que tu cuerpo necesita (y lo que no)
Un susto, ya sea grande o pequeño, deja una huella en nuestro sistema. El cuerpo responde con una descarga de adrenalina, acelerando el ritmo cardíaco, elevando la presión arterial y tensando los músculos. Después de esa experiencia, es crucial darle a nuestro organismo el apoyo necesario para recuperarse y restablecer la calma. Pero, ¿qué debemos evitar consumir? La respuesta es más simple de lo que piensas, y se centra en minimizar las sustancias que pueden exacerbar la respuesta del cuerpo al estrés.
El error común de la automedicación: Es tentador alcanzar la cafeína o el azúcar para “superar” el susto. Un café o una bebida azucarada pueden parecer una solución rápida para ese temblor o la sensación de aturdimiento, pero en realidad, están empeorando la situación.
¿Por qué evitar el azúcar y la cafeína después de un susto?
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Azúcar: Un golpe de azúcar, aunque proporciona energía a corto plazo, produce un pico de glucosa en sangre seguido de una caída brusca. Esto puede provocar una mayor inestabilidad, intensificando la ansiedad y la irritabilidad, precisamente lo que queremos evitar después de un evento estresante. Además, el azúcar no ayuda a regular el ritmo cardíaco, que puede seguir acelerado tras un susto.
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Cafeína: La cafeína es un estimulante que aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Consumirla después de un susto, cuando el cuerpo ya está en estado de alerta, puede intensificar los síntomas de ansiedad, provocando palpitaciones, nerviosismo e incluso insomnio. El efecto rebote posterior a la estimulación con cafeína tampoco es beneficioso para una recuperación tranquila.
La opción más sabia: hidratación y calma
En lugar de recurrir a bebidas estimulantes, lo mejor después de un susto es optar por:
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Agua: La hidratación es fundamental para ayudar al cuerpo a regularse. El agua ayuda a mantener el equilibrio electrolítico, esencial para la función cardiovascular y la regulación nerviosa.
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Infusiones calmantes: Hierbas como la manzanilla, la tila o la valeriana son conocidas por sus propiedades relajantes. Una infusión tibia puede ayudar a disminuir la tensión nerviosa, promover la relajación muscular y facilitar un descanso más reparador. Recuerda que siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de consumir infusiones medicinales, especialmente si se toman otros medicamentos.
Después de un susto, la paciencia y el cuidado personal son cruciales. Escucha a tu cuerpo, respira profundamente y elige conscientemente alimentos y bebidas que promuevan la calma y la recuperación, en lugar de exacerbar los efectos del estrés. Recuerda que la recuperación emocional y física es un proceso individual y que lo más importante es priorizar tu bienestar.
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