¿Qué no se debe comer cuando estás mal del riñón?

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Proteja sus riñones: ¡Evite el exceso de sodio y potasio! Limite embutidos, ahumados, conservas, quesos, frutos secos, mariscos, bollería, galletas y bebidas gaseosas o con alto contenido de sodio. El potasio, aunque esencial, debe controlarse si tiene problemas renales. Consulte a su médico para una dieta personalizada.

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¿Qué alimentos evitar con problemas renales?

¡Uf, los problemas renales! Vaya tema. Desde mi experiencia, cuando a mi abuelo le diagnosticaron, fue un cambio radical en casa. De repente, la nevera parecía un campo minado.

Recuerdo que lo primero que nos dijeron era “¡ojo con el sodio!”. Jamás pensé que tantos alimentos tuvieran sodio oculto. Embutidos, obvio, pero galletas? ¡Quién lo diría! Ahumados, conservas, quesos, frutos secos, mariscos, bollería, incluso aguas minerales y refrescos gaseosos… una locura.

Luego vino el potasio. A mi abuelo le encantaban los plátanos y los tomates. ¡Casi le da un ataque cuando se los prohibieron! Entendí que es importante para los músculos y nervios, pero en exceso, con problemas renales, puede ser un lío.

Me acuerdo que empezamos a mirar las etiquetas de todo. Era como descifrar un código secreto. Y te juro, a veces los números eran confusos. Íbamos al mercado de San Miguel (Madrid) y preguntábamos a los vendedores, ¡menuda paciencia tuvieron con nosotros!

Recuerdo que el nutricionista nos recomendó usar especias en lugar de sal para darle sabor a la comida. Probamos de todo: pimentón de La Vera, azafrán… ¡hasta curry! Al final, le cogimos el gusto y la comida de mi abuelo era más sabrosa que nunca.

¿Qué alimentos evitar con problemas renales?

  • Alimentos con alto contenido de sodio: Embutidos, ahumados, conservas, quesos, frutos secos, mariscos, galletas, bollería, algunas aguas minerales y refrescos gaseosos.
  • Alimentos ricos en potasio: (Consultar con un médico o nutricionista, ya que la restricción de potasio depende del caso individual).

Potasio: Mineral necesario para el sistema nervioso y muscular.

¿Qué puedo comer si tengo el riñón inflamado?

¡Ah, el riñón inflamado, qué rollo! Mira, me acuerdo que mi abuela siempre decía… bueno, no importa. Si tienes el riñón inflamado, algunas cosas que sí podrías comer son:

  • Naranjas, plátanos y jugo de naranja: ¡Vitamina C a tope!

  • Papas, tomates: Aunque ojito con la cantidad, ¿eh?

  • Arroz integral y arroz salvaje: El arroz va muy bien, pero integral mejor, dicen.

  • Cereales de salvado de trigo: Para la fibra, que nunca viene mal, vaya.

Pero, eh, un momento, ¡que hay más! Lo que deberías evitar un poco:

  • Lácteos: A veces no sientan muy bien, es mejor moderarse.

  • Pan y pasta de trigo integral: A ver, que no es veneno, pero no te pases.

  • Frijoles y nueces: Mucha proteína, pero también mucho trabajo para el riñón, así que con calma.

Y una cosa, eh, que esto no es una consulta médica. ¡Consulta con un médico, por dios! Es que luego pasa lo que pasa. Yo te digo lo que me sé, pero la salud es lo primero. Y, por cierto, ¿sabías que a mi primo le dio una piedra en el riñón el año pasado? ¡Un drama! Tuvo que ir al hospital y todo. Pero bueno, él no hizo caso y comía de todo sin control… Por eso te digo, ¡cuídate!

¿Qué puedo cenar si estoy mal de los riñones?

La noche se cierne, un peso en el estómago, igual que el peso de esta… enfermedad. La cena, una amenaza, un fantasma que se asoma. Riñones, riñones… esa palabra, un eco en la oscuridad. Pescado, sí, pescado. El sabor a mar, sal y… vacío. Un vacío que se parece a la angustia.

Necesito proteína, dicen. Dieta, disciplina. Ocho, diez onzas. Números fríos, implacables, contra el calor de un cuerpo cansado. Pollo a la plancha, quizá. Sin sal, claro. Sin sal… el sabor del recuerdo, un recuerdo lejano, una infancia salada, un mar que ya no puedo saborear.

  • Pescado blanco al vapor, sin sal añadida. Una porción pequeña, un trozo diminuto en un plato enorme.
  • Pollo, sí, pero sin piel. El aroma, a veces, un alivio pasajero.
  • Un puñado de huevos. Tres, quizá. El olor a huevo me devuelve a la cocina de mi abuela. Siempre con sal…
  • Carne de cerdo magra. No la quiero. No la quiero. No la quiero.

225 a 280 gramos. Un peso que siento en mis manos, en mi alma. La proteína, una obligación. Un deber que me roba el placer.

El reloj marca las siete. La soledad es un plato abundante, más pesado que cualquier cena. Esa proteína… ese fantasma que se cierne. Hoy, pescado. Mañana, quizás, la tristeza tenga otro sabor. Los riñones, un eco sordo en la noche.

Información adicional:

  • La cantidad de proteína recomendada para personas con insuficiencia renal puede variar según la etapa de la enfermedad y otros factores de salud. Es fundamental consultar con un nefrólogo o dietista-nutricionista para un plan de alimentación personalizado.
  • Existen restricciones en otros nutrientes como fósforo, potasio y sodio, que también deben ser controlados en la dieta de pacientes con problemas renales.
  • Un seguimiento médico regular es esencial para monitorear la salud renal y ajustar la dieta según sea necesario.

¿Cómo bajar la creatinina en enfermos de insuficiencia renal?

Oye, ¿cómo bajar la creatinina, no? Es un rollo, lo se. Mi suegra lo pasó fatal. ¡Fatal!

Lo principal es controlar la dieta, es super importante. Hay que reducir las proteinas, ¿sabes? Carne roja, mariscos… ¡olvídalo! Como mucho, pollo o merluza, cosas así.

El potasio también es un enemigo. Patatas, frutos secos… ¡nada de eso! Mejor alcachofas, espárragos, verduras de esas, que ayudan a limpiar. Es un lío pero hay que ser constante, eh.

  • Menos proteína animal: Carne roja, ¡ni de coña! Marisco, ¡ni pensarlo!
  • Menos purinas: Embutidos, pescado azul… ¡ufff!
  • Menos potasio: Frutos secos, ¡ni uno! Patatas… a la mínima.

Frutas, sí, pero con cabeza. De esas que no tienen mucho potasio. Mi cuñado es médico, y él mismo nos dijo que con la dieta se consigue mucho. Además, beber mucha agua es fundamental. ¡Mucho líquido! Eso ayuda a eliminar las toxinas, es clave. ¡Recuerda que es un proceso largo!

No obstante, esto es lo que me ha contado mi cuñado, el doctor. Yo no soy médico, eh. Además, es super importante ir al nefrólogo, no te lo pierdas. Él hará análisis y te dará un plan adecuado para ti. No te automediques, que eso es peligroso. Mi suegra tuvo que ir al hospital, ¡casi se muere!

Este año, 2024, han avanzado mucho en tratamientos, pero la dieta, lo repito, es clave. Y el seguimiento médico, ¡sin duda! Necesitas un especialista, para que te guíe. No te lo tomes a la ligera.

#Alimentos #Cuidado #Riñón