¿Qué tipo de agua debo tomar si tengo gastritis?

0 ver

Uf, la gastritis es horrible, ¿verdad? A mí me sienta de maravilla el agua, pero tibia, nunca fría. También me alivia mucho una infusión de manzanilla o hinojo, ¡son un abrazo calentito para el estómago! Los zumos, aunque sean sin cítricos, los tomo con cuidado, poquito a poco. Y un caldo suavecito, casero, ¡eso sí que es gloria bendita!

Comentarios 0 gustos

¿Qué tipo de agua debo tomar si tengo gastritis? Ay, Dios mío, la gastritis… ¡qué mal rato! ¿Quién no ha sufrido ese dolor punzante, esa sensación de que te van a comer las tripas por dentro? A mí me ha pasado mil veces, y créeme, he probado de todo. Agua fría, ni de broma. Se me retuerce todo. El agua tibia, ¡ah, el agua tibia! Es como un bálsamo, ¿sabes? Como un abrazo suavecito que te envuelve el estómago y le dice: “Tranquilo, ya pasó”. Eso sí, siempre templadita, nunca fría del grifo. Esa sensación de hielo en el estómago… ¡uff, ni te cuento!

Recuerdo una vez, después de una noche de excesos… (¡qué joven e imprudente era!), me desperté con un dolor que parecía que me iba a partir en dos. Agua tibia, sí, pero con un poquito de miel, para endulzar el trago, y me preparé una infusión de manzanilla. ¡La manzanilla es mi mejor amiga cuando la gastritis me ataca! Es como magia, ¿no? Igual el hinojo, que me lo recomendó mi abuela, una mujer que sabía mucho de remedios caseros. Dicen que hay estudios – creo que leí algo sobre la capacidad antiinflamatoria de ciertas hierbas – pero la verdad, a mí me basta con sentir el alivio.

Los zumos… ay, los zumos. Con la gastritis, hay que tener cuidado, ¿verdad? Aunque sean sin cítricos, que dicen que son los peores, mejor tomarlo con muchísimo cuidado, a sorbitos, para no irritar demasiado. Poquito a poco, sin prisas, como si estuvieras saboreando un elixir mágico. Y si hablamos de magia… ¡un caldo casero! ¡Qué maravilla! El de mi abuela, con pollo, zanahoria… un verdadero manjar de dioses. Recuerdo perfectamente ese olor a caldo caliente… ¡pure felicidad! Esas son las cosas que te curan el alma y el estómago. En fin, la gastritis es un fastidio, pero con paciencia y algunos truquitos, se puede llevar mejor. ¡Ánimo!