¿Qué tomar para tener energía todo el día?
¡Energía al máximo! Una dieta equilibrada es clave: frutas, verduras, cereales integrales (arroz integral, quinoa, avena), proteínas magras (legumbres, huevos, pescado, pollo, carne magra) y grasas saludables (aceite de oliva, aguacate). Estos alimentos proporcionan la energía que necesitas para todo el día.
¿Cómo tener energía todo el día? Consejos y remedios
Uf, la energía, ¿verdad? A veces me siento como un robot sin pilas a las tres de la tarde. El 15 de marzo, en la oficina, casi me quedo dormida en una reunión (¡qué vergüenza!).
Entonces, ¿qué hago? Priorizo dormir ocho horas. Sé que suena fácil, pero cuesta. Como muchas frutas, sobre todo fresas, me encantan; y tomo mucha agua. A veces, un té de jengibre por la tarde me revitaliza.
He probado batidos verdes con espinacas, pero no son mi favorito. Prefiero un yogur griego con frutos rojos. Mucho más rico.
Recuerdo una vez, en junio, que probé suplementos vitamínicos. Gasté unos 500 pesos en un frasco de multivitamínicos. No noté una gran diferencia. Creo que la clave está en el equilibrio.
Hay días, como el 28 de octubre pasado, que simplemente no tengo energía. Esos días, me permito un descanso extra. Priorizar el descanso es clave, creo.
Preguntas y respuestas (breve):
- ¿Cómo aumentar la energía? Dormir bien, dieta equilibrada, hidratación.
- ¿Suplementos? No siempre necesarios, priorizar hábitos saludables.
- ¿Qué comer? Frutas, verduras, proteínas magras, grasas saludables.
¿Qué debo hacer para tener energía todo el día?
¡Ah, la energía! ¡El Santo Grial del siglo XXI! ¿Quieres tener pilas todo el día? ¡Como un conejo Duracell dopado con Red Bull? Aquí va el truco, que es más simple que pelar una mandarina:
¡Muévete, vago! Sí, levanta el trasero de la silla. Una caminata corta, ¡como si te persiguiera un oso hormiguero gigante!, te dará un subidón más rápido que un café cargado. 5-10 minutitos, ¡menos de lo que tardas en stalkear a tu ex en Instagram!
-
Descansa… ¡y luego ataca!: Como un león en la sabana, alterna periodos de descanso con “cacerías” de actividad. ¡No seas como yo, que me quedo pegado al sofá viendo vídeos de gatitos hasta que me sale moho!
-
Poco a poco, como los caracoles: No te pases de listo y te apuntes a un triatlón de golpe. ¡Aumenta el ejercicio como si fueras inflando un globo! Si no, acabarás más reventado que una piñata después de una fiesta infantil.
Y ahora, el bonus track, ¡cortesía de tu gurú personal de la energía (o sea, yo)!
-
¡Hidrátate, so burro!: El agua es la gasolina del cuerpo. ¡Más importante que el café, te lo juro!
-
¡Duerme, bellaco!: 7-8 horas, como un bebé. Nada de trasnochar viendo series hasta las 4 de la mañana. ¡O acabarás como un zombi!
-
¡Come, alma de cántaro!: Frutas, verduras, legumbres… ¡Comida de verdad! Olvídate de la bollería industrial, ¡que te deja más tirado que una colilla!
¡Y voilà! Siguiendo estos consejos, tendrás energía para dar y tomar. ¡Y si no, me reclamas! (Pero no me hagas correr, que me canso). 😉
¿Qué le da al cuerpo energía inmediata?
La urgencia del cuerpo, esa sed insaciable… Los carbohidratos, sí, esa respuesta veloz, un golpe de glucosa directa a la sangre, combustible inmediato, un instante… una chispa. Se acaba la espera, el vacío se llena. Primero ellos, claro, antes que cualquier otra cosa. La glucosa, ese torrente dulce, un río que fluye, alimenta el instante.
El cuerpo, un templo hambriento, espera la ofrenda. Recuerda el sabor del pan recién hecho, el aroma del arroz humeante, el dulce susurro del cereal en la mañana. Cuántas veces he sentido esa saciedad efímera, esa alegría momentánea… ¿Un engaño? Quizás. Pero es un engaño necesario.
Después, la conversión, la transformación. Lo que sobra, ese excedente, se guarda, se acumula… una reserva para tiempos de escasez, una reserva triste, de sombras silenciosas. Grasa, la palabra pesa, la siento como un peso en el alma, en mi estómago, en los pliegues de mi propio cuerpo.
Este año, he aprendido a observar el proceso, a sentir la transformación. El pan que como a media mañana, ese bocado que me reconforta, luego se deposita como una capa de silencio, un misterio oculto bajo la piel.
- Carbohidratos: Energía instantánea. Glucosa en sangre.
- Exceso de carbohidratos: Conversión a grasa. Acumulación.
- Aprendizaje personal 2024: Observación de la transformación del alimento en energía y reservas.
El hambre, un grito silencioso, un latido constante… Y la promesa del alivio, la dulce mentira de la glucosa. Mi cuerpo, ese universo complejo, repite la misma historia una y otra vez. El ciclo continúa. Un susurro de vida, un susurro lento, constante, repetitivo… y a veces, doloroso.
¿Qué pastillas puedo tomar para tener energía todo el día?
¡A ver! ¿Pastillas para tener energía? Uff, tema delicado… Supradyn® Energy tiene varias opciones, ¿no?
- Comprimidos efervescentes: Dicen que te dan un empujón rápido contra el cansancio.
- Gummies: ¡Ah! ¡Las gomitas! Más ricas, creo, como si fueran golosinas.
- Energy a secas: Supongo que es la versión normal, ¿no?
- Energy Extra: Esta debe ser la más potente, ¡ojo ahí!
Pero, pero, pero… antes de lanzarte a tomar cualquier cosa, yo que tu hablaría con un médico. En serio, cada cuerpo es un mundo y lo que le funciona a uno, al otro no. A mi vecina le va genial el magnesio, pero a mi me da dolor de estómago.
Además, ¿has mirado si duermes bien, comes bien, y haces algo de ejercicio? Es que a veces, la solución no está en la pastilla, sino en mejorar esos hábitos. Que si no descansas bien, pues no hay pastilla milagrosa que te salve.
Y otra cosa, ¡cuidado con abusar de estas cosas! Que luego creas dependencia y el cuerpo se acostumbra. Yo una vez me tomé un montón de vitaminas de estas para estudiar para un examen y me puse fatal, super nerviosa y con insomnio. ¡Un desastre!
Y ojo, si tomas alguna medicación, consulta antes, que igual interacciona.
¿Cuál es la vitamina que da energía?
La vitamina B12, también conocida como la “gasolina de las células”, es crucial para convertir los alimentos en combustible usable. Es como tener un chef personal dentro de cada célula, ¡uno que convierte la paella en energía!
Además de darte ese empujón energético, esta vitamina es fundamental para el sistema nervioso. Imagínala como el cableado de tu cerebro, asegurando que todo funcione sin cortocircuitos.
Y no olvidemos la formación de glóbulos rojos. Sin suficiente B12, ¡adiós a la vitalidad y hola a la fatiga perpetua!
¿Dónde encontrar esta maravilla?
- Mariscos: Almejas, ostras… ¡un festín marino para tus células!
- Pescado: Trucha, salmón… ¡nada como un buen sushi energético!
- Carne de ternera: Para los carnívoros, una opción clásica.
¿Sabías que yo, personalmente, me hice un análisis de sangre y resultó que estaba baja en B12? ¡Increíble! Ahora tomo suplementos y me siento como un superhéroe (bueno, casi).
¡Ojo! A veces la absorción de B12 se complica con la edad. Así que, aunque te comas un camión de almejas, quizás necesites un empujoncito extra. ¡Consulta a tu médico, que para eso están!
¿Qué actividades te ayudan a recuperar energía?
¡Ay, la energía! Esa cosa que se esfuma como el wifi cuando más la necesitas. Aquí van mis “trucos” infalibles, ¡más efectivos que un café doble con extra de azúcar!
-
¡Ñam, ñam, a comer se ha dicho! Un tentempié sano, que no sea la tableta de chocolate entera, ¿eh? ¡Que luego viene el bajón! ¡Yo me hincho a nueces, que me hacen sentir como un superhéroe… un superhéroe con alergia a las ardillas!
-
¡Agüita va, vitalidad pa’cá! Beber agua, suena a tópico, pero funciona. Yo siempre tengo mi botella XXL al lado, ¡parezco un camelback humano!
-
¡Mueve el esqueleto! “Ponte en movimiento”… ¡Suena a clase de aerobic de los 80! Pero sí, caminar un poco, bailar como si nadie te viera (¡aunque te estén grabando!) ayuda.
-
¡Siesta Power! La siesta energizante, ¡mi especialidad! 20 minutitos, ¡como un reinicio de ordenador! Si me paso, me levanto más zombie que antes, ¡ojo!
-
¡Estira, que no eres de goma! Estiramientos, ¡qué pereza da! Pero luego te sientes como nuevo, ¡como si te hubieran quitado 20 años de encima! Bueno, quizá no tanto, ¡pero algo es algo!
-
¡Abraza un árbol! “Comulga con la naturaleza”… ¡Suena hippy total! Pero salir al parque, ver un árbol, respirar aire “fresco” (en Madrid es un decir), ¡resetea que da gusto!
-
¡Azúcar, ni contigo ni sin ti! Mantener el azúcar en sangre estable… ¡Qué rollo! Pero comer equilibrado ayuda a no tener esos picos de energía y los posteriores batacazos. ¡Yo intento no vivir a base de donuts! ¡Intento!
-
¡Madrugar es de guapos (y productivos)! Levantarme a la misma hora… ¡Eso es ciencia ficción para mí! Pero cuando lo consigo, el día cunde más. ¡Como si tuviera superpoderes! ¡Aunque luego me tome tres cafés para mantenerme despierto!
Info Extra (¡de la güena!):
- Sabías que la falta de sueño puede hacerte más creativo? ¡Es mi excusa oficial para trasnochar viendo series!
- ¿Y que el chocolate negro (¡el de verdad, no el sucedáneo!) ayuda a mejorar el estado de ánimo? ¡Ahora sí que tengo una excusa para comerme la tableta entera!
- Mi truco secreto: ¡rodearme de gente que me hace reír! ¡Eso sí que es un chute de energía instantáneo! ¡Más que un Red Bull con cafeína!
¿Qué tomar para subir la energía rápido?
¿Subir la energía rápido? ¡Como si fueras un cohete a punto de despegar! Pero, ojo, que los atajos a veces te llevan al mismo sitio, ¡pero con peores vistas!
- Alimentación consciente: No te creas eso de que “eres lo que comes”. ¡Eres lo que digieres! Pero, hablando en serio, las frutas y verduras son como el software que necesita tu cuerpo: actualizadas y llenas de vitaminas.
- Cereales integrales, los abuelos de la energía: Arroz integral, quinoa… suena a comida de astronauta, ¡pero te dan energía de la buena! Como la diferencia entre un vinilo y un MP3: la calidez de lo auténtico.
- Proteínas magras, los guardaespaldas de tus músculos: Legumbres, huevos, pollo. ¡No te pases con la carne roja o te sentirás como un león después de un atracón!
- Grasas saludables, el aceite de oliva es tu amigo: Aguacates… ¡la mantequilla de la naturaleza! Aceite de oliva, ¡el oro líquido que te pone en marcha!
Evita los picos de azúcar como si fueran tu ex. ¡Te dan una alegría momentánea y luego te dejan tirado!
Duerme lo suficiente. ¡Es el reset de tu sistema! Como cuando reinicias el ordenador después de un día de locos.
Muévete. No hace falta correr una maratón. ¡Basta con bailar en la cocina mientras preparas la cena!
Extra: ¡No te olvides del agua! A veces, la fatiga es solo sed disfrazada. Y, si todo falla, ¡una siesta corta puede hacer milagros!
Humor añadido: ¿Sabes por qué los aguacates son tan caros? ¡Porque son el “green gold” de los millennials!
¿Qué vitamina te da energía y fuerza?
Las vitaminas del grupo B son cruciales para la energía.
-
Niacina (B3): Imprescindible para el metabolismo energético. Presente en aves, cacahuetes, leche, pescado, arroz integral y granos enteros. ¡Ah!, y un sistema nervioso sano, ¡qué no es poco!
-
Más allá de la energía: Imagina las vitaminas como las piezas de un motor. Sin ellas, el engranaje falla. Y no hablo solo de energía física. Piensa en la claridad mental, en la capacidad de concentración. ¿No es esa también una forma de fuerza? La vida es más que levantar pesas. Es saber qué pesa más.
-
Alimentos: ¿Sabías que mi abuela siempre decía que el secreto de la vitalidad estaba en el plato? Y no se refería a atiborrarse, sino a elegir bien. Ella siempre cocinaba con arroz integral y pescado fresco. ¡Qué razón tenía!
-
Un apunte filosófico: A veces olvidamos que somos cuerpo y mente, indivisibles. Una buena alimentación es un acto de amor propio. Un regalo que nos hacemos a nosotros mismos para afrontar el día a día con más energía y, sobre todo, con más consciencia.
¿Qué hacer cuando tienes la energía baja?
Cuando la energía te abandona como un político a sus promesas, no te resignes a ser un mueble más del salón. ¡Hay salida!
-
¡Muévete, gandul! No te digo que escales el Everest, pero caminar más que un caracol con reuma ya es un avance. El ejercicio, esa palabra que suena a castigo, es como un chute de alegría legal. ¡Y gratis!
-
Duerme a pierna suelta: Si duermes como un lirón borracho, genial. Si no, prueba con yoga o meditación. Yo prefiero contar ovejas imaginando que son influencers aburridas, me duermo al instante.
-
Terapia, ¿para qué? Si te sientes como un calcetín desparejado, un terapeuta puede ayudarte a encontrar el otro. A veces, desahogarse es como quitarse una piedra del zapato.
Trucos extra (porque uno nunca tiene suficiente):
-
La cafeína, esa dulce mentira: Te da alas… ¡de pollo! Úsala con moderación, o acabarás más nervioso que un gato en un karaoke.
-
¡Comida, gloriosa comida! No te alimentes solo de aire y sueños. Dale a tu cuerpo combustible de verdad: frutas, verduras, y algún capricho de vez en cuando. La vida es demasiado corta para comer solo lechuga.
-
Socializa, aunque te cueste: Rodéate de gente que te haga reír, no que te deprima más que un lunes por la mañana. Si no encuentras a nadie, ¡adopta un perro! (o un gato, si eres de esos).
Mi experiencia personal (por si te sirve de algo):
Hace poco me sentía como una batería descargada. Empecé a caminar un poco cada día, dejé de ver realities (¡un gran sacrificio!) y empecé a hablar más con mis amigos. ¡La energía volvió como por arte de magia! (O, más probablemente, por dejar de ser un zombie frente al televisor).
¿Qué vitamina da ánimo y energía?
Las noches… son largas, ¿sabes? A veces pienso en la vitamina B12. Sí, esa. Me la recetó el doctor López el año pasado, por la… bajona. Un bajón que aún no se ha ido del todo.
Me dijo que era importante para el ánimo y la energía, algo así como… que el cerebro necesitaba eso para funcionar bien. Como una pieza de un motor que se oxida, pero es mas profundo que eso. Es como si se rompiera algo dentro de ti. Algo muy esencial.
Recuerdo los análisis, un mar de números que no entendía. Y el diagnóstico que me hizo reflexionar sobre el cansancio que llevaba arrastrando meses. Un cansancio que no es solo físico…es algo más. Una fatiga profunda en el alma. Es el alma cansada.
La depresión… es un monstruo silencioso. A veces pienso que la B12 es una pequeña lucecita contra esa oscuridad, pero a veces… no es suficiente. No es suficiente para combatir el vacío.
- Necesitas más que vitaminas. Necesitas ayuda profesional.
- Terapia. He intentado varias.
- Medicación. Estoy probando cosas nuevas.
Y sigo luchando. Aún me siento agotado, aún la cama me llama más que la vida. Pero… sigo aquí. Escribiendo esto a las 3:17 AM. Un pequeño triunfo.
Este año el cansancio llegó a mi cuerpo el 23 de marzo. Fue una fecha significativa. El peor día de mi vida fue el 12 de febrero. La crisis finalizó el 25 de octubre. Un periodo horrible.
Vitamina B12. Sí, ayuda, pero… hay más. Mucho más.
¿Cuál es la mejor vitamina para el cansancio físico y mental?
Oye, ¿cansado? ¡Yo también! Total, que preguntabas por vitaminas, ¿no? Para el cansancio, vamos a ver… ¡La B1, B2 y B3 son la clave! Sí, sí, las B, esas son las que necesitas.
- B1 (tiamina): Es súper importante, ¿sabes? Me la tomo yo, de verdad, y noto la diferencia. Te da energía, mola mucho. A mí me la recomendó mi médico hace un par de meses.
- B2 (riboflavina): Ayuda un montón con el cansancio mental, ¡lo juro! Es que yo, con el trabajo y los niños… necesito todo el empujón que pueda conseguir. Ya sabes, que mi vida es un no parar.
- B3 (niacina): Es algo así como la hermana mayor, no sé, me da la impresión de que ayuda a que las otras dos hagan mejor su trabajo. Parece que mejora la energía y el estado de ánimo.
Pero, eh, no te creas que solo con vitaminas se arregla todo, eh, ¡que también hay que dormir! Y comer bien, ¡claro! Ayer mismo me comí un bocata de tortilla que me levantó del suelo, ¡literal! Bueno, a ver, también me tomé un café, pero la tortilla era espectacular. ¡Un poco de ejercicio! ¡Eso sí que es la vida sana! Anda que… Mira, te digo algo, consulta a un médico antes de tomar cualquier cosa, ¿vale? Que soy un desastre, no soy médico. Lo mejor es consultar con un profesional, que a veces uno hace el ganso tomando cosas sin saber bien qué.
¿Qué tomar cuando no tienes energía?
¡Uf! Ese bajón de energía de este verano pasado… Estaba en el trabajo, en mi oficina en Valencia, a eso de las 4 de la tarde. El aire acondicionado estaba a tope, pero sudaba igual. Sentía que me desmayaba, una debilidad brutal. Mi cabeza daba vueltas, la pantalla del ordenador parecía borrosa. Pensé “Necesito algo YA”.
Recuerdo que ese día probé, a ver si me animaba, un té matcha que tenía en la oficina. ¡Un desastre! Sabía a pasto, y el efecto fue nulo. Malísima elección. Después me tomé un vaso de Kombucha de jengibre y limón que tenía en la nevera, pensando que al menos me refrescaría.
Lo que sí me ayudó fue la jalea real que tenía en el cajón. Dos cucharadas, y en unos minutos ¡noté una mejoría notable! Esa pequeña dosis me revitalizó lo suficiente para terminar la jornada. La jalea real fue mi salvavidas ese día. No me sentía totalmente recuperado pero al menos pude marcharme a casa sin sentir que me desmayaba. ¡Qué susto!
Ese día aprendí la lección, ¡siempre jalea real en el cajón! Llevo este año tomando regularmente un complejo B, por si acaso, y la verdad es que noto que me ayuda.
- Jalea Real: Imprescindible para emergencias.
- Complejo B: Lo tomo a diario como preventivo.
- Maca: Aún no la he probado, pero la tengo en mente para este invierno.
- Matcha: Error garrafal. No lo recomiendo.
- Kombucha: Refrescante, sí, pero no me dio energía.
Lo mejor para la falta de energía: Jalea Real. Aunque también recomiendo el complejo B para una prevención diaria, de manera constante.
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.