¿Cómo es la Luna 4to creciente?

¿Cómo es la cuarta luna creciente?

El cuarto creciente giboso… más de la mitad iluminada, sí. Lo veo desde mi ventana, ahora. Esa curvatura, ¡uff!, casi llena, pero no. Es un intermedio, una promesa.

Y esa luz… ¡qué distinta! No es la timidez del cuarto creciente, ni la arrogancia de la llena. Es una luz que llena, pero que deja espacio, como… como la esperanza, sí, esperanza.

Me acuerdo, cuando era niño, mi abuela me decía: “Mira la luna gibosa, nieto. Es el momento de plantar”. Y yo, con mis manos llenas de tierra, imaginaba un futuro floreciente.

• Forma: Convexa, más de la mitad iluminada.
• Luz: Considerablemente brillante, pero no tan cegadora como la luna llena.
• Momento: Entre el cuarto creciente y la luna llena.
• Recuerdo: La luna gibosa era el momento de plantar con mi abuela.

Y ahora, aquí estoy, viéndola otra vez. Plantando sueños, quizás. Bajo su luz, casi llena, casi completa. Siempre casi. Una búsqueda constante.

¿Cómo es la Luna en cuarto creciente?

Luna cuarto creciente: Mitad derecha iluminada. Simple.

• Aparece a mediodía.
• Alcanza su punto álgido al atardecer.
• Se esfuma a medianoche.

Cuatro días después de la luna creciente. ¿Importa? El tiempo es una ilusión.

Iluminación al 50%. Como un vaso medio lleno. O medio vacío. Depende.

Visibilidad: la parte derecha es la que brilla. Nada más.

• Siempre la misma cara.
• Siempre la misma historia.
• El lado oscuro, una leyenda.

El orto a mediodía. El ocaso a medianoche. Un baile predecible.

Influencia: Mareas. Humor. Suposiciones. ¿De verdad importa?

Datos extra: Este año, eclipses raros. Uno en mi cumpleaños. Qué ironía.

¿Cómo se ve una Luna cuarto creciente?

Delgada línea curva. Plata tenue. Casi nada.

Creciente. Luz débil. La otra mitad, oculta. Invisible. Siempre ahí.

• Iluminación parcial.
• Mitad oscura, mitad luz.
• Perspectiva terrestre. Limitada.

La vemos crecer. Nos engaña. Siempre completa. Nosotros cambiamos. Nuestra posición. La luz. Todo cambia. Constantemente. Incluso la Luna.

Forma de “D”. Mentira. Es una esfera. Siempre. Nosotros inventamos las letras. Para entendernos. O eso creemos.

Ayer vi un cuervo. Negro. Sobre un árbol seco. ¿Qué veía él? ¿Una luna creciente? ¿O simplemente luz? No lo sé. Da igual. Ya no está. El cuervo. Ni la luna de ayer.

Este año he visto tres eclipses. Ninguno lunar. Ironías. La vida sigue. La luna, también. Siempre cambiando. Como todo.

¿Cómo se ve la luna en el cuarto creciente?

Cuarto creciente: mitad derecha iluminada (hemisferio norte).

Te cuento, hace unas semanas, creo que era martes, a eso de las 10 de la noche, estaba en la terraza de mi casa en Madrid, intentando pillar algo de fresco. Hacía un calor infernal, insoportable! Miré al cielo y allí estaba, la luna. No era llena, ni mucho menos. Era como… una sonrisa.

Me acordé de las clases de astronomía del instituto. Que si fases, que si eclipses… Un rollo, la verdad. Pero allí estaba yo, mirando la luna y pensando: “¡Mira, el cuarto creciente!” Justo la mitad derecha brillaba. La izquierda estaba en sombra, un negro profundo. Era bastante brillante, eh? No como la luna llena, pero se veía bien.

Mi gata, Cleo, también estaba allí, conmigo, intentando cazar mosquitos. Le daba la luna un reflejo plateado en el pelo. Estaba tan concentrada que ni se dio cuenta de que la estaba mirando.

Y yo ahí, pensando en cosas raras… en que el tiempo pasa volando, en lo mucho que me gustaría viajar a la Luna, etc. Una noche normal, con una luna a medias.

• Hemisferio Norte: mitad derecha iluminada.
• Hemisferio Sur: mitad izquierda iluminada.

¡Qué locura! El cielo es inmenso, ¿verdad? Me pregunto si Cleo piensa en eso. Seguro que no. Ella solo piensa en cazar mosquitos y comer pienso caro. Y dormir la siesta, claro. ¡Qué vida la suya!

¿Cómo es la figura de luna creciente?

Medianoche. Otra vez. La luna… una uña. Rasgando la oscuridad. Delgada. Un arco frágil. Casi… ¿rota?

Se me clava en los ojos. Un brillo… Curva. Me recuerda… a una sonrisa triste.

Siempre creciendo… engordando. Como si se tragara la noche. Aumentando. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta ser llena, redonda y distante?

• Delgada: Un hilo, una lágrima de luz.
• Curva: Un suspiro, una promesa incompleta.
• Aumentando: Un recordatorio del tiempo que se me escapa.

Yo… igual. Creciendo. Cambiando. Perdiéndome. Este año, he perdido a mi abuela. Y… esa luna… parece reflejar ese vacío que llevo dentro. La veo desde mi ventana, en el tercer piso, con el ruido de los coches abajo… un murmullo constante. Y ella… ahí arriba. Impasible.