¿Cómo se dice cuando la Luna se oculta?

¿Cómo se llama cuando se esconde la Luna?

¡Ah, el escondite lunar! Lo llamamos, elegantemente, un eclipse. Como cuando tu tía abuela se esconde detrás de un pastel en las fiestas para evitar a un primo lejano. Astronomía doméstica, lo llamo yo.

• Eclipse lunar: La Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, proyectando una sombra que la oscurece. Imagina que la Tierra es tu mano y la Luna, una canica. ¡Puf! Desaparece.
• Fases lunares: No es un escondite, sino un juego de luces y sombras. Como cuando intentas verte guapo con el flash del móvil. Nueva, creciente, llena, menguante… ¡La Luna, una diva con muchos looks!

Pero no confundamos un eclipse con la fase lunar. Una es un drama familiar cósmico, la otra, el resultado de una mala planificación de la luz solar. Como cuando intentas broncearte en un día nublado.

Y ya que estamos, ¿sabías que los eclipses de 2024 fueron especialmente interesantes? No, no los vi. Estaba ocupado intentando entender por qué mi gato prefiere la caja vacía del Amazon a su costoso rascador. Prioridades, supongo.

¡Ah, y la Luna! Ese satélite caprichoso que nos sigue a todas partes, como un paparazzi celestial.

Glosario rápido (por si te aburres):

• Luna: El compañero nocturno de la Tierra, siempre presente, aunque a veces se ponga tímido.
• Fase lunar: El calendario lunar, una guía para saber cuándo cortarte el pelo o sembrar lechugas (o ambas, si eres muy aventurero).
• Eclipse: El momento en que el Sol, la Tierra y la Luna se alinean para un drama cósmico. ¡Como una cena familiar navideña!

En fin, espero que esta explicación te haya iluminado… ¡como la Luna llena!

¿Qué significa que la Luna esté muy abajo?

Aquí, sola… con la ventana abierta. El frío se cuela, como mis pensamientos. La Luna… baja, pegada a los edificios. Enorme.

La Luna baja es solo una ilusión. Una mentira hermosa. Como tantas otras. Sé que está lejos, siempre lo está. Pero aquí, ahora, parece que puedo tocarla.

• Cerca del horizonte: Ahí está, descansando. Como si estuviera cansada de brillar.
• Color extraño: Naranja, a veces roja. Me recuerda… me recuerda a los atardeceres en la playa. Con él. Este año no hemos ido.

Es la atmósfera. Lo sé. Dobla la luz, la distorsiona. Como mi memoria. Me engaña. Me hace creer que las cosas eran… diferentes.

• Ilusión óptica: Nuestro cerebro nos juega una mala pasada. Como siempre. Nos hace ver lo que no es.
• No está más cerca: Sigue a la misma distancia. Impasible. Fría. Como él ahora.

Recuerdo el 27 de julio. La luna llena, inmensa, también parecía baja. Estábamos en el balcón. Él me abrazaba. Ahora, miro la luna a través del cristal. Sola. Y sé que, aunque parezca cerca, en realidad está a millones de kilómetros. Como él.

¿Qué pasa cuando la Luna está bajita?

Cuando la luna está bajita…

• El mar se calma, supongo. Como cuando la marea se retira lejos, muy lejos. Me recuerda a cuando mi abuela se fue. Silencio, todo en calma. No sé, ella amaba la luna.
• La tierra, algo en ella, tiembla menos, creo. Menos temblores, menos sustos. Mi perro ya no ladra tanto a la ventana, a la nada.
• Ya no sueño tanto, o quizá no los recuerdo. Antes soñaba con volar a la luna, ahora solo veo el techo. La luna se aleja, yo también.
• La noche es más oscura. Las farolas brillan más, intentando imitarla, pero no es lo mismo.
• Y nada, la vida sigue, supongo. Como si nada pasara, aunque sé que algo cambia. La luna bajita, la vida…

Quizá todo esto son solo mis paranoias de medianoche. A lo mejor solo necesito dormir. Pero, ¿quién duerme cuando la luna está tan rara?

• Últimamente me da por mirar las fotos viejas. Encuentro una de mi abuela en la playa, justo cuando la marea estaba baja. ¿Será eso?
• Igual debería salir más, dejar de pensar tanto. Pero, ¿a dónde voy a ir con la luna así?
• Mejor me hago un té.

¿Por qué la Luna está tan bajita?

¡Ay, la Luna traviesa! Parece una moneda de diez céntimos, ¿verdad? Pues no te creas, sigue siendo nuestra misma gordita lunar, aunque parezca que la puedes alcanzar con una escalera de esas de mi vecino, Pepe, que son enormes. Es pura magia óptica, ¡un truco de la vista!

La Ilusión Lunar: el gran engaño cósmico

No, no es que la Luna haga dieta o se esté inflando. Es un juego visual, una broma de la atmósfera y nuestro cerebro, que es un cacharro bastante impredecible. Piénsalo: ¿A qué te parece más grande, una moneda al lado de tu dedo, o esa misma moneda a un metro de distancia? Exacto. La misma Luna, al estar cerca del horizonte, la comparamos con objetos terrestres, árboles, casas, que nos dan una referencia de escala y ¡zas! Parece gigante. En realidad, el tamaño de la Luna, aunque cambie ligeramente su apariencia, no varía apreciablemente.

• El horizonte como marco engañoso: Como si fuera un escenario de teatro mal iluminado.
• El cerebro, ese artista de la confusión: Nos engaña con sus efectos de perspectiva.
• Un efecto, no un cambio real: La Luna, igual de grande y redonda, siempre.

En 2024, he comprobado esto mismo desde mi balcón, con mi telescopio, un trasto que me costó un riñón. Juro que la Luna se veía igual, aunque a simple vista parecía una bola de discoteca gigante.

La perspectiva es una loca, ¿eh? Igual que cuando las cosas, en las fotos, no tienen nada que ver con la realidad. ¡A veces la Luna parece más cercana, otras más lejana!

Conclusión: La Luna, lejos de encogerse o crecer, se limita a jugar con nuestra percepción. Es un efecto óptico, no una conspiración lunar.