¿Cómo se llama la hora después del atardecer?

El Encanto de la Hora Dorada: El Crepúsculo Después del Atardecer

En el ciclo interminable de la naturaleza, cuando el sol se despide, dejando tras de sí un cielo bañado en tonos dorados, se produce un espectáculo celestial conocido como el crepúsculo. Este período transitorio, que se extiende desde la puesta del sol hasta la aparición de las primeras estrellas, ofrece una luz suave y etérea que ha cautivado a artistas y fotógrafos durante siglos.

El crepúsculo, que abarca tanto el crepúsculo vespertino (después del atardecer) como el crepúsculo matutino (antes del amanecer), se subdivide en tres fases distintas:

• Crepúsculo Civil: La fase más brillante, cuando el sol se encuentra entre 0 y 6 grados bajo el horizonte. El cielo permanece iluminado y permiten realizar actividades al aire libre.
• Crepúsculo Náutico: La fase intermedia, cuando el sol se encuentra entre 6 y 12 grados bajo el horizonte. La luz es más tenue y la visibilidad disminuye, dificultando la navegación.
• Crepúsculo Astronómico: La fase más oscura, cuando el sol se encuentra entre 12 y 18 grados bajo el horizonte. El cielo está casi completamente oscuro y pueden verse las estrellas más brillantes.

Para los fotógrafos, la hora después del atardecer, conocida popularmente como la “hora dorada”, es un momento especialmente valioso. La luz cálida y dorada del crepúsculo crea sombras suaves y tonos ricos, que dan como resultado fotografías impresionantes. La hora dorada es particularmente popular para retratos, paisajes y fotografías de vida silvestre.

La luz difusa del crepúsculo también es beneficiosa para la observación de estrellas. A medida que el cielo se oscurece, las estrellas se vuelven cada vez más visibles. Además, la menor cantidad de luz ambiental reduce el resplandor del cielo, lo que permite una visualización más clara de los cuerpos celestes.

El crepúsculo es un momento de belleza y tranquilidad, un recordatorio de la maravilla y el poder de la naturaleza. Tanto si se disfruta desde una ventana, un sendero apartado o un observatorio, la hora después del atardecer ofrece un espectáculo único y encantador que merece ser apreciado.