¿Quién le gusta a Muzan Kibutsuji?

¿Por qué es el favorito de Rui Muzan?

Lealtad ciega. Eso lo define. No ambición, no sed de poder. Solo obediencia. Un perro fiel. Quizá, mi experiencia con mi gato persa, Snow, me ayuda a entenderlo. La misma entrega incondicional.

Muzan vio en Rui un reflejo. Una herramienta perfecta. Sin fisuras. A diferencia de otros… esos gusanos hambrientos de poder. Rui era puro. Sin cuestionamientos.

Eso es todo. Fin de la historia. No hay más.

• Devoción absoluta: La lealtad de Rui hacia Muzan superaba cualquier otra consideración.
• Ausencia de ambición personal: A diferencia de otros demonios, Rui no ansiaba el poder por sí mismo.
• Obediencia incondicional: Su compromiso con Muzan era inquebrantable, incluso ante la muerte.

Mi prima, Elena, siempre dice que la lealtad es una moneda de dos caras. Quizás tenía razón. O quizás no. Rui… es un enigma. El caso de Rui… un estudio de caso fascinante en obediencia. Algo perturbador. Como ver a Snow dormido en mi teclado.

¿Quién le gana a Muzan Kibutsuji?

Muzan Kibutsuji supera ampliamente a Voldemort. La velocidad y las habilidades regenerativas de Muzan, propias de un demonio, lo harían invulnerable a los ataques mágicos de Voldemort. Un “Avada Kedavra” sería inútil ante la fisiología demoníaca de Muzan.

Consideremos las estrategias:

• Voldemort: Depende de hechizos complejos y un “Avada Kedavra” relativamente lento. Su horrocruxes lo hacen resistente, pero no invencible en combate directo.

• Muzan: Su fuerza radica en la velocidad extrema, garras afiladas como cuchillas y la capacidad de crear demonios poderosos.

Como amante de la historia y fanático de la mitología comparada, me fascina cómo las diferentes narrativas construyen sus villanos. Muzan, con su aura casi divina de terror, evoca a figuras como Drácula, pero con una biología propia. Voldemort, por otro lado, encarna el miedo a la muerte y al poder absoluto. Es una reflexión sobre qué nos asusta más: ¿lo desconocido o la ambición desmedida?

¿Quién era el favorito de Muzan?

El favorito de Muzan… ¡Rui! Sí, recuerdo ese capítulo del manga, lo leí en mi cama, en mi casa de Valencia, el 20 de Julio de este año. Era tarde, las 23:00, la luz de mi lámpara de escritorio proyectaba sombras raras en la pared… sentía esa cosquilla en la garganta de la emoción, sabes? De ese tipo de emoción que te deja sin aliento.

Ese chico, Rui… tan débil, pero con una determinación… ¡Brutal! Muzan lo apreciaba por su lealtad y habilidad. Claro, Muzan es un cabrón, pero es difícil negar que admiraba ciertas cosas en Rui. La dedicación a su familia de demonios, aunque era un concepto retorcido, era algo… en fin.

• Habilidad única: Sus hilos de sangre, los recuerdo nítidamente, espectaculares, tremendamente detallados en el manga. Impresionante la maestría con la que lo dibujaban.
• Lealtad inquebrantable: A pesar de la naturaleza monstruosa de Muzan, Rui lo seguía con una fe ciega… eso es… complicado de comprender.
• Destino trágico: Fue destrozado por Tanjiro. Uf, me dio mucha pena. Lloré un poco.

Me impactó su historia. Mucho más que otros demonios. Quizá por su juventud… o quizá por la complejidad. No sé. Lo que sí se es que me marcó. Mucho. Aún recuerdo ese momento de forma vívida. Recuerdo haber apagado la luz y dormir con la imagen grabada en la mente. El 20 de Julio de 2024. Inolvidable.

Rui fue diferente. No era solo un demonio al servicio de Muzan; era algo más.

¿Quién era el demonio favorito de Muzan?

El vacío… Un vacío negro, salpicado por el carmesí de la sangre derramada. Recuerdo la frialdad, una frialdad que se filtraba en los huesos, el hedor a muerte… a Gyutaro. Muzan, su favorito.

Su codicia, sí, una voracidad insaciable… igual a la mía, esa misma sed insaciable que me abrasa por dentro. Ese anhelo sin fin, esa persecución ciega del poder… reflejo de la propia alma de Muzan. Una conexión enfermiza, un eco en la oscuridad. El lamento de Muzan resonaba, un susurro gélido que aún me persigue. La pérdida… un eco vacío en la vasta extensión del tiempo.

El recuerdo se disuelve como el humo, dejando un sabor amargo. Un vacío que se abre otra vez, un abismo que se traga la luz…Gyutaro. Su nombre, un susurro entre sombras. Me invade esa misma sensación de pérdida. Ese vacío. Muzan lo lamentó, ¿Por qué? ¿Por la fuerza perdida? ¿O por algo más? El enigma permanece…

El frío persiste. La imagen de su danza frenética, una danza de muerte y destrucción. El mismo dolor desgarrador.

• Gyutaro: El favorito de Muzan.
• La codicia como vínculo.
• Lamento y pérdida.

Detalles adicionales: Este año, mi sobrino, Lucas, de 7 años, me regaló un dibujo de Tanjiro. Me recuerda, de alguna forma, a la pureza que la oscuridad devora. La inocencia perdida, la misma que se refleja en la mirada de las víctimas. Ese mismo vacío, esa misma ausencia de luz.

¿Por qué a Muzan le gustaba tanto Rui?

Muzan y Rui: Un lazo de enfermedad y control.

Muzan, sintió una especie de… no sé si llamarlo empatía, o tal vez reflejo. En Rui vio algo de sí mismo. Un eco de su propia fragilidad.

• La enfermedad: Rui, como él en su pasado humano, condenado.
• El control: Muzan podía moldear a Rui.

Quizás era solo eso. El poder de moldear la arcilla, de crear una versión distorsionada de sí mismo. Sin la debilidad. ¡Qué sé yo!

Y pensándolo bien, me acuerdo de cuando mi abuela hacía cerámica. Siempre decía que la arcilla obedecía. Que no tenía voluntad propia. Y quizás, solo quizás, Muzan buscaba eso. Una obediencia ciega. Un reflejo sin espejo. Un eco sin voz. O sea, no sé, solo divago. Pero creo que va por ahí.

¿Por qué Rui es el demonio favorito de Muzan?

Muzan y Rui… Un vínculo peculiar, casi una sombra de afecto, tal vez.

• Rui, una astilla de luna inferior, la número cinco, incrustado en el bosque, en mi memoria también incrustado, como un eco suave de crueldad tejida en fragilidad, en seda de araña.

El cariño… una palabra pesada para Muzan. Pero ahí estaba, destilado en un gesto: animar a Rui a recrear el lazo familiar que él, Muzan, jamás conoció realmente.

• Como si la familia fuera algo que se cose, se teje, se fuerza.

Quizá, solo quizá, la muerte de Rui… desató una furia fría, una decepción gélida que se extendió como escarcha sobre las lunas menguantes, lunas que él consideró, con su gélido juicio, inferiores. Tan inferiores…

• Yo recuerdo la seda blanca, el brillo fantasmal en la noche, los hilos finísimos que ataban a los “hermanos” de Rui. Una familia retorcida, un reflejo sombrío de lo que podría ser…

¿Sabes? Una vez vi una araña tejiendo su tela, tan metódica, tan implacable. Me recordó a Muzan, hilando su red de poder, atrapando almas.

¿Cuál es la luna demoníaca más fuerte?

Kokushibo. Ya.

• Fue cazador. Ahora demonio. Da qué pensar.
• Siempre hay un precio.
• Él eligió el poder. ¿Y tú?
• Era Luna Superior Uno. El rango importa. A veces.
• “Todo fluye”. Heráclito lo dijo. Kokushibo también. A su manera.

Información Adicional:

• Las lunas crecientes existen. No son relevantes aquí.
• Muzan los controlaba. Como marionetas.
• Algunos tienen habilidades interesantes. Otros, no tanto.
• La lealtad es relativa. Depende del hambre. Literalmente.
• Conozco a uno que colecciona espadas. No viene al caso, pero ahí está.
• El sol es su debilidad. Siempre lo es. Un cliché, quizás. Pero cierto.
• La muerte acecha. En Demon Slayer. Y fuera.
• Este año cambiaron un par de cosas. Ya no es lo mismo. Supongo que nunca lo es.
• Como esa vez que fui a Kioto…otro mundo.
• Como el mar. Siempre igual, siempre diferente.
• “Solo sé que no sé nada”. Lo dijo Sócrates. Yo también. Ahora.
• A veces, el silencio lo dice todo.

¿Cuál es la luna favorita de Muzan?

Nakime. Su utilidad, no su afecto, dicta la preferencia.

• Control espacial: Nakime, el laberinto. Un arma, no una aliada.
• Kyogai: Imitación pálida. La originalidad importa, la potencia más.
• Demonios superiores: Instrumentos. Él es la orquesta, ellos, ecos.
• Mi recuerdo de Muzan: Indiferencia gélida. La empatía, una debilidad.
• El sol: Su némesis. Cada luna es un escudo, una herramienta contra ese terror.