¿Cuáles son 20 alimentos que fortalecen el cerebro?

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20 Alimentos para un Cerebro Sano: Pescados grasos (omega-3), arándanos, cúrcuma, brócoli, café, semillas de calabaza, chocolate oscuro, nueces, [... añadir 12 más: ej. Aguacate, huevos, espinacas, etc.]. Estos alimentos aportan nutrientes esenciales para la función cognitiva.

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A ver, ¿quién no quiere un cerebro a prueba de balas, no? Yo, la verdad, últimamente siento que necesito toda la ayuda que pueda conseguir. Entre el trabajo, la familia, y tratar de acordarme dónde dejé las llaves del coche… ¡un caos! Por eso me puse a investigar sobre alimentos que, digamos, le den un empujoncito a la materia gris. Y encontré esta lista de 20, ¡20! Suena a mucho, ¿verdad? Pero si lo piensas, muchos son cosas que ya comemos, o al menos deberíamos.

Empecemos con los pescados grasos, como el salmón. Rico en omega-3, ¿y quién no ha oído hablar de lo buenos que son los omega-3 para el cerebro? Yo, por ejemplo, intenté tomar cápsulas de aceite de pescado una vez. Fatal, me repetían toda la tarde… Prefiero el salmón a la plancha, ¡mucho más rico! Luego están los arándanos. Un puñado al día y a lo mejor me acuerdo de dónde aparqué, ¿no? La cúrcuma, esa especia amarilla que le da el toque a los curris, también parece que hace maravillas. Yo la echo a todo, hasta a las sopas. ¿Será por eso que aún recuerdo el número de teléfono de mi casa de la infancia? Quién sabe…

El brócoli, bueno, ese ya es otro cantar. De pequeña lo odiaba, pero ahora lo tolero en ensalada. Y si es bueno para el cerebro, pues habrá que hacer un esfuerzo. El café, ¡bendito café! Sin mi café de la mañana no soy persona. Y resulta que también es bueno para la concentración. ¡Toma ya! Semillas de calabaza, un puñado en el yogur, y listo. Chocolate oscuro, ¡mi perdición! Pero si es por una buena causa… Y las nueces, otro clásico para picar entre horas.

Y aquí viene la segunda parte de la lista, ¡agárrate!: aguacate (en tostadas, ¡divino!), huevos (revueltos, fritos, cocidos… ¡todas las formas!), espinacas (como Popeye, ¡a por ellas!), digamos que también podríamos añadir… ¿qué más? Ah, sí, lentejas, garbanzos, remolacha (ese color tan intenso tiene que significar algo, ¿no?), zanahorias, tomates, pimientos, manzanas… ¡Uf! Casi me olvido de la avena para el desayuno y el yogur con probióticos. Dicen que la flora intestinal también influye en el cerebro, ¡qué cosas! En algún estudio leí, no me acuerdo dónde, que una dieta variada es clave para la salud cognitiva. No dicen nada nuevo, la verdad. Como decía mi abuela, “de todo un poco y nada en exceso”. Y si encima ayuda a mantener la mente ágil, pues mejor que mejor. Porque, seamos sinceros, ¿a quién le sobra memoria?