¿Cuáles son las 3 partes de la educación física?

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La sesión de Educación Física se estructura en tres partes: una inicial de activación con ejercicios generales y específicos, una parte central donde se desarrolla el contenido principal y una parte final de vuelta a la calma para recuperar el estado físico normal.

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Descomponiendo la Clase de Educación Física: Tres Partes para un Aprendizaje Integral

La Educación Física, lejos de ser simplemente “correr y jugar”, es una disciplina que busca el desarrollo integral del individuo a través del movimiento. Para lograr este objetivo, una sesión efectiva se estructura en tres partes cruciales, interconectadas y fundamentales para la eficacia del aprendizaje y la seguridad del estudiante. Estas tres fases no son meramente divisiones arbitrarias del tiempo, sino etapas con objetivos específicos que contribuyen a la optimización del proceso educativo.

1. La Activación: Preparando el Cuerpo y la Mente:

Esta primera fase, a menudo subestimada, es crucial para la preparación del cuerpo y la mente para el esfuerzo físico que se avecina. No se trata simplemente de calentar, sino de una activación progresiva que abarque dos niveles:

  • Activación general: Comprende ejercicios de movilidad articular que preparan las diferentes articulaciones para el movimiento, mejorando la flexibilidad y la amplitud de movimiento. Ejemplos incluyen rotaciones de cuello, hombros, tronco y caderas, así como estiramientos suaves de brazos y piernas. Su propósito es aumentar el flujo sanguíneo, elevar la temperatura corporal y preparar el sistema cardiovascular para la actividad posterior.

  • Activación específica: Una vez que el cuerpo está preparado de manera general, se procede a una activación específica, relacionada con el contenido principal de la sesión. Si la clase se centrará en el baloncesto, por ejemplo, la activación específica podría incluir ejercicios de bote, pases y tiros suaves. Esto permite una transición gradual hacia la actividad principal, minimizando el riesgo de lesiones. Esta fase también sirve para introducir el tema central de la clase, generando anticipación y motivación en los alumnos.

2. El Desarrollo del Contenido Principal: El Corazón de la Sesión:

Esta es la parte central de la clase, donde se desarrolla el contenido programático previsto. Aquí es donde se trabajan las habilidades motoras, los conocimientos teóricos y los valores relacionados con la actividad física y el deporte. La duración y la intensidad de esta fase dependerán de la edad, el nivel y las capacidades físicas de los alumnos, así como de los objetivos específicos de la sesión. La creatividad del profesor es fundamental para diseñar actividades variadas, atractivas y que promuevan la participación activa de todos los estudiantes. Ejemplos de actividades podrían incluir juegos deportivos, prácticas de técnicas específicas, circuitos de entrenamiento o clases de baile, entre otras. La clave reside en la correcta dosificación del esfuerzo y la progresión gradual de la dificultad.

3. La Vuelta a la Calma: Recuperación y Asimilación:

Esta fase, tan importante como las anteriores, a menudo se descuida. La vuelta a la calma no es simplemente parar de golpe, sino un proceso gradual de recuperación que ayuda a disminuir el ritmo cardíaco, la presión arterial y la temperatura corporal, evitando posibles mareos o lesiones. Incluye ejercicios de estiramiento estático, respiración controlada y actividades de relajación que ayudan a la recuperación muscular y a la asimilación de la información trabajada durante la sesión. Esta fase permite al cuerpo y a la mente regresar gradualmente a un estado de reposo, favoreciendo la recuperación y la integración de los aprendizajes.

En resumen, la estructura en tres partes de una sesión de Educación Física –activación, desarrollo del contenido y vuelta a la calma– garantiza una experiencia segura, eficiente y enriquecedora para los estudiantes, promoviendo su desarrollo físico, cognitivo y socioemocional. Cada fase juega un papel fundamental en la consecución de los objetivos educativos, y su correcta implementación es esencial para maximizar los beneficios de la práctica de la actividad física.