¿Cuáles son los verbos de un objetivo?

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Para redactar objetivos, usa verbos de acción precisos que describan acciones concretas, como desarrollar, analizar, crear o gestionar. Para objetivos más amplios, verbos como potenciar, consolidar o incrementar, permiten definir el estado deseado.

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El Verbo Correcto: Clave para Objetivos Efectivos

La formulación de objetivos claros y alcanzables es fundamental para el éxito en cualquier ámbito, ya sea personal o profesional. Más allá de la descripción del resultado deseado, la elección del verbo que inicia la frase objetivo es crucial para definir la acción, la dirección y la mensurabilidad del mismo. Un verbo impreciso o ambiguo puede convertir un objetivo ambicioso en una meta difusa e inalcanzable.

No todos los verbos son iguales a la hora de definir objetivos. La clave reside en la precisión y la especificidad. Evitar la vaguedad es primordial para traducir la aspiración en un plan de acción concreto. Para ello, debemos categorizar los verbos en función de su nivel de concreción y el tipo de objetivo que se pretende alcanzar.

Podemos clasificar los verbos de los objetivos en dos grandes grupos:

1. Verbos de Acción Concreta: Estos verbos describen acciones específicas, medibles y observables. Son ideales para objetivos a corto y medio plazo, que requieren pasos definidos y resultados tangibles. Algunos ejemplos son:

  • Desarrollar: Desarrollar un nuevo programa de formación para empleados. (Claro, específico y permite la medición del progreso)
  • Analizar: Analizar las causas del descenso en las ventas del último trimestre. (Orientado a la investigación y la resolución de problemas)
  • Crear: Crear una campaña de marketing innovadora para el lanzamiento del nuevo producto. (Define un resultado tangible y medible)
  • Gestionar: Gestionar eficazmente el presupuesto del departamento de marketing. (Describe una acción continua con resultados observables)
  • Implementar: Implementar un nuevo sistema de gestión de inventario. (Enfatiza la puesta en marcha de un proceso específico)
  • Optimizar: Optimizar los procesos de producción para reducir costes. (Se centra en la mejora de la eficiencia)
  • Diseñar: Diseñar un nuevo prototipo de producto. (Concreta la creación de algo tangible)
  • Elaborar: Elaborar un informe detallado sobre el rendimiento del equipo. (Se centra en la creación de un documento específico)

2. Verbos de Acción Amplia: Estos verbos describen un estado deseado o un cambio en una situación existente. Son más adecuados para objetivos a largo plazo o para definir metas globales. Suelen requerir la descomposición en objetivos más pequeños y concretos con verbos de acción específica. Algunos ejemplos son:

  • Potenciar: Potenciar la imagen de marca en redes sociales. (Ambicioso, requiere acciones concretas para su medición)
  • Consolidar: Consolidar la posición de liderazgo en el mercado. (Necesita acciones específicas para mantener y fortalecer la posición)
  • Incrementar: Incrementar las ventas en un 20% durante el próximo año. (Aunque amplio, la meta es cuantitativa y permite un seguimiento preciso)
  • Mejorar: Mejorar la satisfacción del cliente. (Requiere métricas específicas para medir la mejora)
  • Ampliar: Ampliar la gama de productos ofrecidos. (Necesita acciones concretas de investigación, desarrollo y lanzamiento)
  • Fortalecer: Fortalecer las relaciones con los proveedores clave. (Implica acciones específicas de comunicación y colaboración)

En resumen, la elección del verbo adecuado es fundamental para la eficacia de un objetivo. La combinación de verbos de acción concreta y amplia, utilizados de forma estratégica, permite definir una jerarquía de metas, desde las acciones específicas hasta los resultados a largo plazo, facilitando así la planificación, el seguimiento y la consecución de los objetivos planteados. Recuerda siempre que la claridad y la precisión son los pilares de un objetivo bien definido.