¿Qué son las habilidades de alto valor?
Habilidades de alto valor: bien remuneradas, demandadas actualmente y con proyección a futuro. La era digital exige actualización continua, incluso en las profesiones más punteras. Adaptabilidad y aprendizaje constante son claves para mantener su valor.
¿Cuáles son las habilidades de alto valor?
Uf, ¿habilidades de alto valor? Eso es un lío, ¿sabes? Lo que hoy está “in”, mañana puede ser pasado de moda. Recuerdo en septiembre del 2022, un curso de marketing digital me costó 300 euros, y algunas técnicas ya están cambiando.
Pensaba que el SEO era la clave, ¡y lo es! Pero necesitas actualizarte constante, constantemente. Aprendí sobre análisis web en una charla gratuita en Madrid (¡qué suerte!). Pero ni eso garantiza el éxito.
Es una carrera de fondo. Dominar lenguajes de programación, por ejemplo, Python, parece una buena apuesta a largo plazo. Vi ofertas con sueldos de 40.000 euros al año para juniors, ¡impresionante!
La clave, creo, es la adaptabilidad. Aprender a aprender, eso sí que se paga bien. Y la perseverancia, claro. Mucha paciencia.
¿Qué es una habilidad de valor?
¡Uf! Habilidades de valor… ¿qué es eso? ¿Para quién? Para mí, seguro que la que más valoro es escribir, ¡aunque a veces me cuesta un montón! Necesito practicar más, ¡maldita sea!
Habilidad: ¡Ay, Dios mío, es como… hacer cosas, ¿no? Como, pintar, ¡soy pésima!, o programar. ¡Eso sí que no se me da! O tocar la guitarra, que eso sí que lo disfruto. Se me da bien, creo. Es algo que puedes hacer, ¡ya está!
Valor: Ah, esto es más complicado. Es… ¿lo que vale la pena? ¿Lo que te hace feliz? ¿Lo que te da pasta? ¡Ay, qué lío! Para mí es algo que te hace sentir bien, que te gusta. Como mi gata, ¡la adoro! Ella tiene mucho valor para mí. ¡Igual que mi colección de sellos! Es una locura, lo sé. ¿Pero qué más da?
Para que una habilidad tenga valor, tiene que ser útil, ¿no? ¿O no? Necesito un café… Ojalá pudiera teletrasportarme. A veces pienso que dibujar tendría valor, ¡pero se me da fatal!
-
Habilidades útiles: Cocinar, ¡aunque solo hago pasta! Conducir, que me saca de apuros. Hablar inglés, se me da fatal, pero necesito mejorarlo.
-
Habilidades poco valoradas (para mí): Tejer, aunque mi abuela era una maestra. Bailar, que ni lo intento, soy un desastre.
Una habilidad de valor es una capacidad que te ayuda a conseguir algo importante para ti, ¡eso sí que es un buen resumen! Es algo personal, ¡claro! Algo que te gusta y que te sirve para algo. ¡Qué sencillo, al final! ¡Pero qué complicado al principio!
Tengo que ordenar mi habitación… ¡Y seguir practicando la guitarra! Y dejar de procrastinar con este diario digital. Mañana, ¡mañana sí que lo hago!
¿Cuáles son las habilidades más solicitadas en el mercado laboral?
¡A ver, a ver, que aquí huele a empleo! ¿Las habilidades más buscadas? ¡Más que el WiFi en un camping! Pues, agárrate que allá va la lista, digna de un mago sacando conejos de la chistera:
-
Pensamiento crítico: ¡No te tragues todo lo que te dicen! Piensa por ti mismo, como si fueras un detective privado persiguiendo la verdad. ¿Recuerdas cuando intenté montar un mueble de IKEA sin instrucciones? ¡Pensamiento crítico al rescate! (bueno, casi…)
-
Habilidades tecnológicas: Saber de ordenadores hoy en día es como saber respirar. ¡Si no sabes programar, al menos no le tengas miedo a un ratón! ¡Que no muerde, hombre! Yo, sin ir más lejos, aprendí a usar Excel para llevar la cuenta de mis cromos de Pokémon. ¡Un crack!
-
Creatividad: ¡Dale rienda suelta a tu imaginación! ¡No seas como un robot! Imagina que tienes que vender hielo a los esquimales: ¡ahí es donde entra la creatividad!
-
Inteligencia emocional: ¡Empatía, mi amigo! Ponte en los zapatos del otro, ¡aunque te queden pequeños! No seas el típico jefe gruñón que hace llorar al becario. ¡La vida es demasiado corta para eso!
Bonus track:
-
Comunicación: ¡Habla como los ángeles! Que se te entienda, ¡hombre! Ya sabes, como si fueras a explicarle a tu abuela cómo funciona TikTok.
-
Resolución de problemas: ¡No te achantes ante el primer obstáculo! ¡Sé como un fontanero arreglando una tubería rota! Busca soluciones, ¡que para eso te pagan!
-
Adaptabilidad: ¡Camaleón, sé un camaleón! ¡El mundo cambia más rápido que yo de calcetines! ¡Aprende a adaptarte a los nuevos tiempos!
Y ahora, un secreto: ¡La actitud lo es todo! ¡Si vas con una sonrisa, ya tienes medio trabajo hecho! ¡A por ello!
¿Qué actitudes valoran las empresas?
¡Ay, las empresas! Buscan empleados que parezcan robots felices y multifuncionales. Algo así como un cruce entre un poni y un unicornio ninja. Pero bueno, ahí va mi “versión”:
¿Qué buscan las empresas?
-
Actitud “positiva”: ¡Como si la vida fuera una fiesta constante! Quieren que seas el payaso alegre, incluso cuando te toca lidiar con el Excel más horripilante. Yo, con mi actitud “positiva”, a veces finjo reírme de los chistes malos del jefe. ¡Funciona!
-
Flexibilidad nivel contorsionista: Debes adaptarte como un chicle pegado en el zapato. Cambiar de tarea, horario, ¡de personalidad si hace falta! Una vez me pidieron ser “community manager” y yo solo sabía usar Facebook para stalkear a mis ex… ¡Flexibilidad, señores!
-
Creatividad desbordante: Quieren ideas originales, innovadoras, disruptivas… Vamos, que pienses fuera de la caja, ¡pero sin romperla! Yo soy creativo para inventar excusas cuando llego tarde. ¿Eso cuenta?
-
Liderazgo de superhéroe: Quieren que motives a tu equipo, resuelvas conflictos, tomes decisiones importantes… ¡Como si fueras Batman! Yo lidero mi equipo de limpieza en casa… ¿Sirve de algo?
-
Comunicación digna de un Nobel: Que te expliques como un libro abierto, que seas claro, conciso, que vendas hielo a los esquimales… ¡Vamos, un charlatán con encanto! Yo soy bueno para comunicarme con el pizzero.
-
Inteligencia emocional a tope: Debes entender a tus compañeros, ser empático, resolver conflictos con una sonrisa… ¡Casi como un psicólogo! Yo, sinceramente, a veces me cuesta entender mi propio humor.
-
Resolución de problemas al estilo McGyver: Da igual el marrón, ¡tú lo solucionas con un clip y un chicle! Yo soy un crack resolviendo crucigramas.
-
Control del estrés nivel monje zen: Tranquilo, relajado, sonriente, ¡como si no tuvieras ninguna presión! Yo cuando estoy estresado me como un bote entero de helado. ¡Medicina pura!
Bonus track (para los que llegaron hasta aquí):
- En realidad, buscan alguien que trabaje mucho por poco dinero y que no se queje. ¡Seamos realistas!
- Si tienes un enchufe, todo lo anterior da igual. ¡Es la triste verdad!
- Mi consejo: finge un poco, sonríe mucho y ¡mucha suerte! La vas a necesitar.
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.