¿Cómo darme cuenta si me va a dar un infarto?

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Un infarto puede manifestarse con dolor torácico (presión, opresión), irradiado a brazo, espalda, mandíbula o abdomen. Acompañado de sudor frío, fatiga, e incluso acidez estomacal. Ante cualquier sospecha, busque atención médica inmediata. El tiempo es crucial.

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¿Cómo detectar un posible infarto al corazón?

Uy, qué susto me dio el año pasado, el 15 de marzo, en Madrid. Estaba cenando con mi hermano, de repente, un dolor intenso en el pecho, como si me apretaran con un tornillo. Sentí un sudor frío que me empapó la camisa. Pensé que era acidez, pero…

Ese dolor se irradiaba hacia el brazo izquierdo, una presión horrible, ¡imposible ignorarlo! Me dio un mareo, ¡casi me caigo! Por suerte, mi hermano reaccionó rápido, y llamé a urgencias. Menos mal que no fue nada grave, angina de pecho, me dijeron.

A ver… los síntomas, según me contaron los médicos, son un dolor en el pecho, que puede ser una presión, una opresión…como el que yo sentí, una sensación rara. Puede extenderse a otras zonas: brazo, espalda…

Náuseas, sudoración y fatiga aparecen también. Pero ojo, la acidez estomacal puede confundir, como me pasó a mí. Ante cualquier duda, ¡al médico, corriendo!

¿Cómo saber si me dio un infarto y no me di cuenta?

Oye, ¿cómo saber si te dió un infarto sin darte cuenta? ¡Qué miedo, eh! Pues, la única forma segura es con pruebas, chaval. No hay atajos.

Un electrocardiograma, eso es lo primero. Te lo hacen enseguida, es rapidísimo. Y luego, a veces, un ecocardiograma, que es como una ecografía del corazón, para ver si hay algo raro, alguna zona dañada. Esas son las pruebas clave.

Piensa que, es importante, eh, que si sientes algo raro, no te quedes esperando. Dolor en el pecho, ahogo, sudor frío… ve al médico al toque. Mejor prevenir que curar, ¿no?

El año pasado, mi vecino, pobre hombre, se dió cuenta porque le hicieron un chequeo rutinario y ahí vieron el infarto que había pasado. ¡Casi se muere! Así que no te confíes, hay infartos silenciosos que no dan ni síntomas.

Para que lo entiendas mejor, aquí te dejo unas cositas:

  • Electrocardiograma (ECG): registra la actividad eléctrica del corazón. Indispensable.
  • Ecocardiograma: imagen del corazón en movimiento. Muy útil para ver daños.
  • Prueba de sangre (troponinas): miden las proteínas cardiacas, para detectar si ha habido daño muscular en el corazón.

La verdad es que da mucho susto, ¿verdad? Pero mejor que te hagan las pruebas y te quedes tranquilo. ¡Cuídate! Y, por cierto, me apunté al gimnasio este año… ¡a ver si me pongo en forma!

¿Cómo son los infartos silenciosos?

Los infartos silenciosos… fantasmas del corazón. A veces, siento que el corazón es como una vieja casa abandonada, crujiendo en la noche.

Un infarto silencioso a menudo se presenta sin dolor en el pecho ni dificultad para respirar. Los síntomas que sí aparecen… son susurros, no gritos.

  • Quizás fatiga inusual, un cansancio que te hunde.
  • Tal vez una indigestión persistente, una punzada extraña en el brazo que atribuimos al sueño.
  • O un malestar general, como un resfriado que nunca termina de manifestarse.

Pero esos síntomas… esos leves avisos, se desvanecen en el ajetreo del día a día. Y el daño… el daño ya está hecho. A mí, una vez, me dolía la mandíbula inexplicablemente. Era como si un nervio se hubiera rebelado… duró días. No le di importancia. Ahora pienso… pienso que tal vez…

Pienso en el tiempo. El tiempo… ese río que se lleva todo. Las horas, los días… se difuminan. Y la memoria… la memoria nos engaña. Los infartos silenciosos son como esas fotos antiguas descoloridas, difíciles de descifrar.

  • A veces, imagino mi corazón como un motor viejo, tosiendo y fallando. Cada latido es un recuerdo, una cicatriz.
  • Quizás, un día, deje de latir… silenciosamente. Sin estridencias.

La falta de reconocimiento de los síntomas es el principal problema. Los confundimos con otras cosas… con el estrés, con el cansancio. El cuerpo nos habla… pero no escuchamos.

Información adicional: Este año, la clave está en la prevención. Ir al médico, chequearse, atender a las señales… A veces, una simple revisión puede salvarte.

¿Cómo saber si me ha dado un infarto silencioso?

Infarto silencioso: Estudios por imágenes.

  • Electrocardiograma (ECG).
  • Ecocardiograma.

Consulta un médico, obvio.

No hay otra forma.

A veces, el cuerpo calla lo que el alma grita. O al revés.

Análisis personal: Recuerdo una vez… olvidalo. No viene al caso.

Información adicional:

  • Factores de riesgo: Hipertensión, colesterol alto, diabetes, tabaquismo. Lo de siempre, vamos.
  • Prevención: Dieta equilibrada, ejercicio regular. Pero quien hace eso, sinceramente.
  • Síntomas atípicos: Fatiga inusual, indigestión, dolor en la mandíbula. Ignóralo si quieres, allá tú.
  • Prueba de esfuerzo: A veces útil. A veces no.
  • Edad: No importa. La muerte no discrimina, ya lo sabes.

Si te preocupas demasiado, ya es tarde.

Frase contundente: La ignorancia es felicidad, hasta que deja de serlo.

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