¿Cómo determinar el factor de protección solar?

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El factor de protección solar (FPS) se calcula dividiendo la dosis de radiación necesaria para enrojecer la piel con protector solar, entre la dosis sin protector. Un FPS mayor indica una mayor protección contra las quemaduras solares, prolongando el tiempo de exposición segura al sol.

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Descifrando el FPS: ¿Cómo entender la protección solar?

El sol, fuente de vida y energía, también emite radiación ultravioleta (UV) que, en exceso, puede dañar nuestra piel. Para protegernos, recurrimos a los protectores solares, cuyo nivel de protección se indica mediante el Factor de Protección Solar (FPS). Pero, ¿cómo se determina este número y qué significa realmente para nuestra salud cutánea?

El FPS no es una medida arbitraria, sino el resultado de un cálculo preciso. Se obtiene dividiendo la dosis mínima de radiación UV necesaria para producir eritema (enrojecimiento de la piel) con protector solar, entre la dosis mínima de radiación UV que causa el mismo eritema sin protector. En otras palabras, un FPS 30 significa que, teóricamente, puedes exponerte al sol 30 veces más tiempo que sin protección antes de empezar a quemarte.

Sin embargo, es crucial entender que este cálculo se realiza bajo condiciones de laboratorio controladas y que diversos factores pueden influir en la efectividad real del protector solar en la vida cotidiana. La cantidad aplicada, la frecuencia de reaplicación, la sudoración, el contacto con el agua e incluso el tipo de piel son variables que modifican la protección final.

Por ejemplo, la cantidad estándar utilizada en las pruebas de laboratorio para determinar el FPS es de 2 mg/cm² de piel. En la práctica, la mayoría de las personas aplican una cantidad menor, lo que reduce significativamente la protección. Por ello, es fundamental aplicar una cantidad generosa de protector solar y reaplicarlo cada dos horas, o inmediatamente después de nadar o sudar intensamente.

Además, el FPS se centra principalmente en la protección contra la radiación UVB, responsable de las quemaduras solares. Si bien muchos protectores solares también ofrecen protección contra la radiación UVA, causante del envejecimiento prematuro y del daño a largo plazo, no existe una escala estandarizada universal para medir esta protección. Buscar etiquetas que indiquen “amplio espectro” o “protección UVA/UVB” es esencial para una protección completa.

Finalmente, el FPS no debe interpretarse como una licencia para prolongar indefinidamente la exposición solar. Incluso con un FPS alto, es importante buscar la sombra durante las horas de mayor intensidad solar, utilizar ropa protectora y recordar que ninguna protección es absoluta. El FPS es una herramienta valiosa, pero su eficacia depende de un uso correcto y consciente. Cuidar nuestra piel del sol es una inversión en salud a largo plazo.