¿Cómo es la rehabilitación cerebral?

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La rehabilitación cerebral, o neuropsicológica, trata las secuelas cognitivas, emocionales y conductuales tras daño cerebral (traumatismos, hipoxia, ictus, tumores). Se centra en recuperar o compensar las funciones afectadas mediante terapias específicas, adaptando las estrategias a cada paciente y su daño particular.

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Rehabilitación cerebral… ¿Cómo explicarlo? Es como si tu cerebro, de repente, se convirtiera en un puzzle desordenado. Te despiertas un día y piezas que antes encajaban a la perfección, ahora están fuera de lugar. ¿Recuerdas cuando eras niño y te caías de la bici? Pues imagínate eso, pero a un nivel mucho más profundo. No solo te duele la rodilla, sino que de pronto, te cuesta recordar el nombre de tu mejor amigo, o dónde dejaste las llaves, o incluso… ¿cómo se ata un zapato?

Yo lo viví de cerca con mi abuela. Después de un ictus, era como si una parte de ella se hubiera… perdido. Ya no era la misma. Las palabras se le escapaban, se frustraba con facilidad. ¿Te imaginas la angustia? Ver a alguien que amas luchando por hacer cosas que antes eran tan sencillas… duele.

La rehabilitación cerebral, o neuropsicológica como le llaman algunos, es como un lento proceso de reconstrucción. Como volver a armar ese puzzle pieza por pieza, con paciencia, con esfuerzo. Tratan las secuelas, sí, las cognitivas, emocionales, conductuales… Palabras técnicas, pero que esconden un mundo de dolor y esperanza. Recuerdo las sesiones de terapia de mi abuela, ejercicios para la memoria, para el lenguaje… A veces parecía avanzar, otras, retroceder dos pasos. Un día, después de semanas de práctica, consiguió recordar mi nombre. ¡Qué alegría! Un pequeño triunfo en una batalla cuesta arriba.

Es un proceso personalizado, adaptado a cada paciente y a su daño particular. Como un traje a medida, vamos. No hay dos cerebros iguales, ni dos lesiones iguales. Leí por ahí que el tipo de terapia y su efectividad dependen de muchos factores. No sé, estadísticas y porcentajes… Al final, lo que importa es la persona, su lucha, su entorno. La rehabilitación no es magia, no te devuelve al 100% como si nada hubiera pasado. Pero te da herramientas, te ayuda a compensar lo perdido, a adaptarte a una nueva realidad. Te devuelve, en cierta medida, la esperanza. Y eso, créeme, no tiene precio.