¿Cómo quitar el sarro duro de los dientes en casa?

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¡Adiós sarro! Mezcla bicarbonato y sal con agua, cepilla suavemente tus dientes y ¡listo! Recuerda: esto ayuda a remover sarro superficial. Para sarro persistente, consulta a tu dentista. La prevención es clave: buena higiene bucal diaria.

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¿Eliminar sarro dental duro en casa? Remedios caseros

¡Uf, el sarro! Recuerdo perfectamente esa sensación áspera en mis dientes, sobre todo después de unas vacaciones en la playa en Cancún, julio de 2021. Me costó un dineral limpiarlo en la consulta dental.

Intenté lo del bicarbonato y sal, mezclado con agua, claro. No fue mágico, eh. Se me quedó la boca un poco rara, como a bicarbonato. El sarro duro, el que ya está pegado, ni se inmutó.

Quizás con sarro incipiente funciona mejor. Lo que sí te puedo asegurar, es que cepillarse bien a diario, usando hilo dental, ayuda a prevenirlo. Eso sí lo aprendí a la fuerza, y me ha costado menos que ir al dentista cada dos por tres.

¿Cómo hacer una limpieza profunda de los dientes en casa?

¡Ay, madre mía, la limpieza dental! Parece sencillo, ¿no? Dos minutos, dos veces al día… ¡como si fuera una cita con el sofá! Pero, vamos al grano, porque mi dentista, el Dr. Dientes Brillantes (sí, así se llama, es un crack), me ha enseñado unos trucos:

Cepillado milimétrico: Olvida el cepillado a lo loco. Imagina que cada diente es un pequeño planeta que necesita su propio sistema solar de limpieza. Movimientos cortos, suaves, como acariciando un gatito (pero con más firmeza, eh, no queremos gatitos con caries).

La línea de la encía, territorio hostil: ¡Ahí se esconden los enemigos! Presta atención, que es como buscar una aguja en un pajar… pero el pajar está en tu boca. Un buen cepillado aquí evita que las encías se enfaden y se rebelen contra ti, que luego toca visitar al doctor Dientes Brillantes y no me preguntes lo que cuesta la cita.

El hilo dental, tu mejor amigo secreto: Sí, lo sé, da pereza. Pero es como la terapia de choque para tu salud bucodental. A veces, hasta encuentro trocitos de… cosas… que no deberían estar ahí. Mejor ni preguntar.

Enjuague bucal, el toque final (opcional): Piensa en esto como el perfume para tu boca. No es imprescindible, pero ¡qué bien huele después! A mí me encanta el de menta, me deja el aliento como una brisa de primavera… Bueno, como una brisa de primavera en un bosque de eucaliptos. ¡Qué imagen más extraña!

Bonus track: La lengua! No olvides la lengua, parece obvio pero se suele olvidar. ¡Es una jungla ahí abajo!

  • Recuerda: Cepillo suave, pasta con flúor.
  • Evita: Cepillar demasiado fuerte, ¡podrías irritar las encías!
  • Tip extra: Visita al dentista al menos una vez al año. Mi última visita fue en abril y me dijeron que tengo un buen cuidado.

(Este año me gasté en limpieza dental 120 euros. El dentista me dijo que se lo agradezco con un buen cepillado… lo intentaré).

¿Qué lleva una limpieza dental profunda?

Raspado y alisado radicular. Elimina placa y sarro. Hasta la raíz. Duele, a veces. Anestesia, claro. Mi dentista, el de la calle Mayor, usó eso el año pasado.

  • Instrumentos: Los de siempre. Curetas. Ultrasonido, probablemente. No recuerdo bien.
  • Profundidad: Bajo la encía. Hasta el hueso. A veces, más.
  • Sesiones: Una, dos… Depende. De lo que encuentren. Igual te mandan a radiografía.

Todo sucio sale. La encía sana mejor. Eso sí, luego la sensibilidad es un infierno. Memento mori.

A veces, más. Antibióticos. Si hay infección. Como la vez de la muela del juicio. Unas pastillas horribles.

El dolor: Intenso. Un mal necesario, dicen. No sé.

  • Anestesia local.
  • Posterior pulido radicular.

Prevención: Es lo importante. Cepillado. Hilo dental. Visitas regulares. Aunque… ¿para qué? La vida es efímera. La placa vuelve.

  • Nota personal: Me recomendaron enjuague bucal con clorhexidina, aunque no lo usé mucho. Odio el sabor.

Conclusión: Suciedad fuera. Un poco de dolor. Tiempo. Coste. Y después… Todo igual.

¿Cómo quedan los dientes después de un curetaje?

¡A ver, a ver, que esto es más importante que el último chisme de la vecina! Después de un curetaje, tus dientes quedan… ¡como recién salidos del spa! Más limpios que la conciencia de un político después de prometer cosas en campaña y más firmes que mi fe en que algún día me tocará la lotería. Básicamente, como si les hubieras puesto un corsé de encías nuevecito.

¿Y cuánto tarda esto en volver a la normalidad? Pues, unas 6 semanas, más o menos el tiempo que tardo yo en ponerme al día con Netflix. Durante ese tiempo, tus encías se dedican a regenerarse y a reafirmarse alrededor de los dientes. Es como si estuvieran haciendo yoga intensivo, pero para sujetar bien tus piezas dentales.

  • Dientes más limpios y firmes: Imagínalos como el nuevo miembro estrella de un reality show, ¡listos para la foto!
  • Encías felices: Después del curetaje, tus encías estarán más contentas que yo cuando encuentro mi talla en rebajas.
  • Recuperación en 6 semanas: Este tiempo es como esperar a que el agua hierva para hacerte un té, parece eterno, ¡pero al final merece la pena!

Y un consejo de amiga, ¡no te olvides de seguir las instrucciones del dentista! Que luego pasa lo que pasa… ¡y no quiero que tus encías me echen la bronca!

#Dientes Limpios #Limpieza Dental: #Quitar Sarro