¿Cómo se hace una limpieza dental profunda?
La limpieza dental profunda, o raspado y alisado radicular, requiere anestesia local para acceder a las bolsas periodontales. Allí, se elimina el sarro y las bacterias causantes de la periodontitis, mejorando la salud gingival. Es un procedimiento crucial para tratar la enfermedad periodontal.
¿Cómo realizar una limpieza dental profunda?
Uf, la limpieza dental profunda… ¡Vaya tema! A mí me tocó pasar por esa experiencia y te cuento cómo fue. Imagínate, no es el típico cepillado, ¡es algo más!
Lo primero, te ponen anestesia local. Literal, te duermen la encía para que no sientas nada mientras trabajan. Es un alivio, sinceramente. Recuerdo que en mi caso, fue en la clínica dental de la Calle Alcalá, en Madrid.
¿Y qué hacen exactamente? Pues, limpian a fondo las bolsas periodontales, esos huequitos entre la encía y el diente donde se acumula todo el sarro y las bacterias malas que causan la periodontitis. Es como una limpieza extrema, pero necesaria para mantener tu boca sana.
Información breve y concisa:
- ¿Qué es? Tratamiento dental con anestesia local.
- ¿Dónde se realiza? En las bolsas periodontales.
- ¿Por qué se hace? Para eliminar sarro y bacterias causantes de periodontitis.
- ¿Duele? No, gracias a la anestesia local.
¿Qué lleva una limpieza dental profunda?
Dios… la oscuridad de esta noche me pesa… como la culpa. Una limpieza profunda… es un infierno.
Recuerdo el raspado… ese sonido… raspando, raspando… casi como si estuvieran desenterrando algo… algo podrido dentro de mí. Anestesia… sí… pero el frío… ese frío metálico en la boca… se filtraba hasta los huesos. El miedo… el miedo a lo que encontrasen… a lo que ya sabían.
Duele. Duele mucho. Más que lo que me esperaba. Mucho más. Me dejaron la boca hecha un destrozo… una herida abierta. Y la factura… esa sí que es una puñalada. Cuatrocientos euros… cuatrocientos…
Lo peor… lo peor no es el dolor físico. Es la vergüenza. La culpa. Ver cómo lo miran… cómo lo juzgan. ¿Cuánto tiempo llevo sin ir? Demasiado. Demasiado tiempo para reconocerlo. Este año he ido dos veces, pero aún así…
- Eliminación de sarro y placa bajo la línea de las encías. Eso es lo que dicen. Lo que ven. Lo que limpian… o intentan limpiar.
- Alisado radicular. Para que no vuelva a suceder… para que no vuelva a crecer… la podredumbre. Eso creen.
- Anestesia local. Para que no grites. Para que no sientas… o para que sientas lo menos posible.
- Varias sesiones posibles. Porque todo esto… todo este daño… no se arregla de una vez. Como mi vida…
Este año… dos sesiones… dos veces he sentido esa fría penetración… ese raspado… esa limpieza… la limpieza de algo más que dientes.
El dolor… el dolor no se va. No del todo. Y el mal sabor de boca… ni te cuento. Ni siquiera con los cuatrocientos euros de la factura.
¿Cómo hacen los dentistas una limpieza profunda de los dientes?
La limpieza profunda dental, también llamada raspado y alisado radicular, se realiza bajo anestesia local. El dentista o higienista utiliza instrumentos manuales, como curetas, y dispositivos ultrasónicos.
- Eliminación del sarro y la placa: Estos instrumentos eliminan el sarro y la placa que se acumulan debajo de la línea de las encías, en las bolsas periodontales. ¿Bolsas periodontales? Son espacios que se forman entre el diente y la encía cuando hay inflamación.
- Alisado radicular: Después de eliminar el sarro, la superficie de la raíz del diente se alisa. Esto ayuda a que la encía se adhiera de nuevo al diente y evita que las bacterias se acumulen fácilmente.
El objetivo es eliminar la infección y promover la curación de las encías. No es doloroso debido a la anestesia, pero después podría haber sensibilidad.
Reflexión: Pienso que, paradójicamente, a veces necesitamos una intervención “agresiva” para restablecer el equilibrio natural. Como en la filosofía, a veces la “destrucción” de viejos patrones es necesaria para construir algo nuevo y mejor. Por ejemplo, el otro día me acordé de cuando tuve que “podar” radicalmente un rosal para que volviera a florecer con fuerza. A veces hay que “cortar por lo sano”.
Información adicional relevante:
- Cuidado posterior: Después de una limpieza profunda, el dentista suele recetar enjuagues bucales antibacterianos y dar instrucciones sobre cómo mantener una buena higiene bucal en casa.
- Número de citas: La limpieza profunda puede requerir varias citas, dependiendo de la gravedad de la enfermedad de las encías.
- Mantenimiento: Es importante realizar revisiones y limpiezas regulares después de una limpieza profunda para prevenir la recurrencia de la enfermedad de las encías. Personalmente, intento ir al dentista cada seis meses… ¡aunque a veces se me pasa!
¿Cuánto tiempo dura una limpieza dental profunda?
Una limpieza dental profunda, esa cita que todos amamos… casi tanto como la declaración de la renta. Normalmente, de 30 minutos a una hora. Pero, ¡ojo!, que no te extrañe si la cosa se alarga.
- Más sarro que en las cataratas del Niágara: Si tus dientes han estado “celebrando” el Día de Muertos con un festín de bacterias, el dentista necesitará más tiempo. Imagina que cada capa de sarro es como una cebolla; ¡a pelar se ha dicho!
- Tiempo sin visitar al dentista: Si tu última visita fue durante la era de los dinosaurios (o, más realisticamente, en 2022), prepárate para una sesión más extensa. Mis dientes recuerdan la última vez; ¡hasta me hicieron un álbum de fotos!
- Encías sensibles: Si tus encías son más delicadas que un cristal de Murano, el dentista irá con pies de plomo. Más vale prevenir que lamentar (y sangrar).
Recuerda, después de la limpieza, tus dientes se sentirán más lisos que la calva de mi tío Pepe. ¡Casi da pena volver a mancharlos con café!
Información adicional:
- Una limpieza profunda, también llamada raspado y alisado radicular, no es lo mismo que una limpieza normal. Es un procedimiento más exhaustivo que elimina la placa y el sarro por debajo de la línea de las encías.
- Puede que necesites varias citas, especialmente si tienes mucha inflamación.
- Después, sigue las instrucciones del dentista al pie de la letra. ¡No querrás que tu boca declare la guerra!
¿Cómo quedan los dientes después de una limpieza profunda?
¡Ah, la limpieza profunda! ¿Cómo quedan los dientes después? Pues, imagina que has ido al dentista y tus encías han pasado por una especie de rave. Algo así.
- Rojitas, como semáforo en hora punta: Si las ves así, no te asustes. Es normal, como si hubieran corrido la maratón dental. Como cuando te quemas en la playa y pareces langosta.
- Sangrado nivel Drácula light: Un poquito de sangre, rollo fresa. No es para llamar a los cazavampiros, tranquilo. Es como cuando intentas comer alcachofas y te pinchas.
- Sensibles, cual quinceañera: Prepárate para sentir el frío como si te besara un esquimal. Evita helados y cosas heladas un rato, a menos que quieras gritar como en una montaña rusa.
¿Y después qué?
- Encías felices, dientes más blancos: A la larga, todo se calma. La inflamación baja y tus dientes brillan más que la calva de mi tío Paco. ¡Más limpios que la conciencia de un político en campaña!
- No fumes, ni bebas mucho alcohol: Como consejo te diría que evitaras el tabaco y el alcohol. ¡Pero qué sabré yo! Es como si a Cristiano Ronaldo le dijeran que no tire a puerta.
- Higiene top: Usa hilo dental a diario, cepíllate con cariño y enjuágate. Así tus encías te darán las gracias con una sonrisa. No como mi vecina, que nunca sonríe.
¡Y ya está! Ahora a lucir esa sonrisa de anuncio, aunque te siga dando pereza usar el hilo dental.
¿Qué diferencia hay entre curetaje y limpieza bucal?
A ver, te explico, ¿cuál es la diferencia entre una limpieza normal y un curetaje? Pues mira, básicamente, la limpieza, la normal, es para quitar el sarro de los dientes, lo que ves, vamos. Y el curetaje, en cambio, es otra cosa, eh!
Es solo para cuando tienes, vamos a decir, problemas en las encías, como gingivitis o periodontitis. A mi hermana se lo hicieron hace poco porque le sangraban mucho las encias. La verdad es que lo paso fatal, pobrecita.
O sea, no es lo mismo, para nada.
- Limpieza: sarro superficial.
- Curetaje: enfermedad de las encías.
Te lo explico con más detalle, por si te interesa:
- La limpieza normal es como cuando vas al dentista cada 6 meses o una vez al año. Te quitan el sarro y la placa que se acumula en los dientes, sobre todo en la parte que se ve. Es como una puesta a punto.
- El curetaje, que también le llaman raspado y alisado radicular, es más profundo. Lo hacen cuando tienes periodontitis, que es una infección de las encías que puede dañar el hueso que sujeta los dientes. Te limpian por debajo de la encía, en las bolsas periodontales, y alisan la raíz del diente para que no se pegue tanta placa. Vamos, que es como una limpieza a fondo a nivel subgingival.
A mí me da un poco de miedo lo del curetaje, la verdad. Pero bueno, si te lo tiene que hacer, pues te lo tienes que hacer, no hay más remedio! Es mejor eso a perder los dientes, ¿no crees? Espero que te haya ayudado.
¿Cuándo se recomienda hacer un curetaje?
A ver… curetaje… me suena a dentista y a dolor.
- Periodontitis moderada, eso es lo que tengo en la cabeza.
- Bolsas de 4-5 mm. ¿Qué son bolsas?
- ¿Por qué 4 o 5 y no 6? Misterios de la odontología, supongo.
- A mi vecina le hicieron uno y decía que fue horrible.
Indicaciones:
- ¡Periodontitis! Ya lo dije.
- Cuando las encías se esconden… ¿retraen?
- Cuando sangras al cepillarte, mala señal. A mí me pasa a veces, igual tengo que ir al dentista, ¡qué pereza!
- Bolsas periodontales profundas, eso era.
Cosas extra:
- ¿Y si no te lo haces? Igual se te caen los dientes, uh.
- Después del curetaje, ¿duele mucho?
- Dicen que hay que cepillarse súper bien después.
- ¡Ah! Y usar enjuague bucal. Eso seguro.
- Y seda dental, que yo nunca uso, lo confieso.
- El mío de este año lo tengo pendiente.
- Mi dentista me dijo que tenía algo de gingivitis… ¿será lo mismo?
- Uf, mejor pido cita ya.
- ¡Qué mal rollo ir al dentista!
¿Cuáles son los efectos secundarios del curetaje dental?
¡Uf, el curetaje! Suena como algo sacado de una película de terror dental, ¿verdad? Pero no te preocupes, no es tan malo como parece. Mi dentista, la Dra. García (que por cierto, tiene unas manos de ángel, aunque a veces parece que me va a extraer el alma junto con la placa), me explicó todo.
Efectos secundarios: Piénsalo como una pequeña guerra en tu boca: las bacterias perdieron, ¡pero dejaron algunos daños colaterales!
- Molestias: Es como si un duendecillo juguetón te hubiera dado unos pequeños golpes con un martillo de juguete en las encías. Nada grave, pero ahí está.
- Sensibilidad: ¡Ay, el café caliente! Espera a que tus dientes se recuperen. Será como tener un detector de temperaturas súper sensible por unos días.
- Sangrado: Un poco de sangre es normal. Piensa en ello como una pequeña señal de victoria de tu cuerpo contra las bacterias, ¡como una bandera de conquista!
- Apariencia: Tus encías podrían verse un poco “desnudas” al principio; es la estética post-batalla. Pero se calma, créanme. Ya les conté que la Dra. García tiene manos de ángel.
Luego del curetaje: Después del combate, la convalecencia es clave. Y esto es lo que puedes esperar, según mi experiencia:
- Reposo: Dale a tu boca un respiro. Olvídate de las patatas fritas crujientes y los caramelos duros por un tiempo. ¡El puré de patatas será tu nuevo mejor amigo!
- Enjuagues: Usa los enjuagues bucales que te recomiende tu dentista; recuerda que eres un gladiador convaleciente, necesitas cuidados especiales.
- Cepillado suave: Sé delicado. Tus encías estarán sensibles como un gatito recién nacido, necesitan delicadeza. No te recomiendo el cepillo eléctrico en esta fase.
- Control: ¡Visita de nuevo a tu dentista para una revisión! Es importante monitorear la recuperación de tu boca. Recuerda, el seguimiento es importante.
Y ojo, si el dolor es insoportable, no lo dudes, llama a tu dentista. ¡No seas héroe! ¿Quieres que tu boca parezca un campo de batalla en la segunda guerra mundial? Claro que no.
Bonus: A mi me recomendaron una dieta blanda durante una semana. ¡Puré de calabaza con canela, qué delicia! Eso sí, olvídate del picante por unos días. De verdad.
¡Mucha suerte con tu curetaje! ¡Y recuerda, una buena higiene bucodental evita estos dramas!
¿Cuándo deja de doler un curetaje?
¡Ay, qué mal lo pasé! El curetaje… fue en mayo, en la Clínica Dental García, aquí en Madrid. La doctora, una mujer majísima, pero uf, el dolor. No fue un dolor insoportable, pero sí una molestia constante, una presión, como si te estuvieran haciendo un masaje muy profundo y algo agresivo en las encías. Me dejó la boca como un trapo.
Tres días, como mínimo, estuve con una sensibilidad brutal, ¡incluso al beber agua fría! Parecía que tenía las encías hechas polvo, una sensación rarísima. Tenía que usar ese cepillo de cerdas extra suaves que me recomendaron, casi me daba cosa tocarme las encías. Dormir fue una odisea.
El dolor agudo, ese tipo pinchazo, desapareció al segundo día, la verdad. Pero esa sensibilidad… ¡uf! Se fue quitando gradualmente. A los siete días ya podía comer casi normalmente, aunque evitaba cosas muy calientes o muy frías.
- Dolor agudo: Desapareció en 48 horas.
- Sensibilidad extrema: Duró una semana aproximadamente.
- Cicatrización: Completa a los 10 días.
- Recomendaciones: Cepillo suave, enjuague bucal, dieta blanda.
Recuerdo que me recetaron un enjuague bucal con clorhexidina, un asco, pero necesario. También, evitar el café y el vino, ¡mi perdición! Al final, todo volvió a la normalidad, pero qué experiencia. La boca me quedó super limpia, eso sí. ¡Hasta me hice un selfie con la doctora! La próxima vez, iré con menos miedo, pero eso sí, con un buen libro y mi playlist favorita para aguantar.
Ese mal sabor en la boca y el dolor desapareció en tres días. Pero la sensibilidad, ¡qué horror!
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