¿Cómo saber si mi pH es bueno o malo?

41 ver

Un pH de 7 es neutro. Inferior a 7 es ácido y superior a 7, alcalino. El pH de la sangre ofrece pistas sobre nuestra salud. Consultá a un profesional para una evaluación precisa.

Comentarios 0 gustos

¿Cómo saber si mi pH es bueno o malo? Guía rápida y fácil.

¡A ver, a ver, hablemos del pH! ¿Cómo saber si andamos bien o mal? Te cuento desde mi propia experiencia, que a veces me siento como un científico loco intentando entender mi propio cuerpo.

La escala del pH va del 0 al 14, eso seguro lo has escuchado. El 7 es el punto medio, lo “neutro”. Imagina una balanza, ¿ok?

Si te sale menos de 7, ¡ojo!, estás en zona ácida. Y si sube de 7, ¡atención!, alcalino. ¿Confuso, verdad? A mí también me costó al principio.

Pero en realidad, el pH de la sangre es un indicador de nuestra salud. Yo recuerdo una vez, hace años, que me sentía fatal, como si tuviera las pilas gastadas. Fui al médico un 15 de mayo en Madrid y, después de unos análisis (que me costaron unos 60 euros, si no recuerdo mal), me dijo que tenía el pH un poco ácido.

Me recomendó cambiar la dieta, comer más verduras y frutas, y la verdad, ¡me sentí mucho mejor! Desde entonces, intento estar más pendiente. Aunque a veces se me olvida, jeje.

Información de preguntas y respuestas breve, concisa y no personalizada:

  • ¿Qué es el pH? Es una medida de acidez o alcalinidad.
  • ¿En qué escala se mide? Del 0 al 14.
  • ¿Qué pH es neutro? pH 7.
  • ¿Qué indica un pH menor a 7? Acidez.
  • ¿Qué indica un pH mayor a 7? Alcalinidad.
  • ¿Para qué sirve conocer el pH? Es un indicador de la salud.

¿Cómo puedo saber si mi pH está bien?

¡Ay, amiga, el pH! Ese numerito que te juega malas pasadas. Como si fuera un juez implacable de tu intimidad. Un pH vaginal fuera de rango es un drama, ¡ni te cuento! Es como si tu zona íntima hiciera una fiesta rave y se olvidara de la limpieza. ¡Horror!

¿Cómo saber si tu pH está “apañao”? Pues fácil, aunque a veces parece una odisea encontrar un test de pH vaginal en farmacias, o en Amazon, por ejemplo. Yo misma, ¡casi me parto la crisma buscando uno el mes pasado! En serio, parecía una búsqueda del tesoro. Los hay de tiras reactivas, como las que usan los químicos para sus experimentos. ¡Y mira que no me gustan las pruebas! La cosa es que esas tiras te cambian de color según el pH. Es magia, pero de la buena. Necesitas uno con una escala que vaya de 3.8 a 4.2.

Si el resultado es:

  • Entre 3.8 y 4.2: ¡Aleluya! Tu paraíso íntimo está en orden. Baila flamenco, que te lo has ganado.
  • Menos de 3.8: ¡Alerta roja! Demasiada acidez. Es como si tu vagina tuviera una guerra civil con el limón. Mejor consulta a tu ginecóloga, no sea que te pase algo peor.
  • Más de 4.2: Demasiada alcalinidad. Imagina que te echan lejía en tu zona íntima. ¡Arde! Es mejor una revisión médica cuanto antes, pues puede indicar una infección.

Recuerda, mantener un pH vaginal sano es fundamental para evitar infecciones. Como cuando cuidas tu jardín, solo que este jardín está entre tus piernas. ¡No lo descuides!

Dato extra: Mi prima Ana, que es más lista que el hambre, me contó que el yogur natural sin azúcar puede ayudarte a mantener el pH equilibrado. Ella lo usa y jura que funciona. Eso sí, pregunta a tu ginecóloga, que yo no soy médica. Y, por si acaso, ¡mucho cuidado con los jabones perfumados! Esas cosas son como bombas atómicas para el pH. ¡Te lo digo yo que he pasado por eso!

¿Cómo medir el pH de manera casera?

Col roja… púrpura intenso. Un morado que tiñe el agua, tiñe los dedos, tiñe los pensamientos. Agua destilada, la pureza… hirviendo, casi sin sonido, un susurro en la cacerola vieja de mi abuela. Cinco minutos… el tiempo se estira, se contrae. Recuerdo sus manos, cortando verdura en esa misma cocina. La luz de la tarde, igual que ahora, colándose por la ventana.

El morado se desprende. Lentamente, como un secreto. Media hora… la espera. La col, agotada, entrega su esencia. Un líquido denso, profundo. Indicador, lo llaman. Siete… neutralidad. Un punto de equilibrio en este universo de ácidos y bases. Me pregunto qué secretos esconden las cosas, qué colores guardan dentro.

  • Col roja: Un puñado de hojas, cortadas toscamente. No importa el tamaño, la forma. La esencia está ahí, esperando.
  • Agua: Destilada, pura. Dos tazas, ni más ni menos. La cantidad justa para desatar la magia.
  • Tiempo: Cinco minutos hirviendo, treinta reposando. El tiempo, un ingrediente más. Paciencia.
  • Filtro: Un colador, un paño. Separar lo sólido de lo líquido. La esencia, liberada.

Mi abuela me enseñó este truco. Este año, 2024, planté col roja en mi huerto, recordándola. Mis manos, cortando la col… un eco de sus manos. El morado, el mismo morado. PH 7. Neutro. Como el centro de todo.

El líquido resultante, azulado o púrpura, tendrá un PH neutro de 7. Para medir el pH de otras sustancias caseras, añade unas gotas del líquido indicador. Observa el cambio de color. Rosa para ácidos, verde para bases. Un arcoíris de posibilidades.

  • Vinagre: Un rosa intenso, casi fucsia. Ácido.
  • Bicarbonato: Un verde suave, esperanzador. Base.
  • Limón: Amarillo, un sol ácido.

La col, un prisma que revela lo invisible.

¿Qué síntomas da el pH alto?

Confusión, como si la niebla se adueñara del pensamiento, sí, confusa. Mareos que te arrastran a la nada. Un hormigueo extraño, en la piel, como si pequeñas hormigas recorrieran mi cara.

Náuseas, ese asco que sube y te quema. Vómitos, un vacío doloroso. Temblores musculares, una sacudida incontrolable, y a veces, espasmos que te atan.

Entumecimiento, esa sensación de estar desconectado, de no sentir. Luego, la tetania, los músculos contraídos, un dolor sordo y profundo, ay. A veces el corazón… arritmias, un ritmo que se quiebra, se desboca.

Todo por un pH alto, alcalosis, le dicen. ¿Desequilibrio electrolítico? Bajos el potasio, bajos el calcio. Como si las piezas no encajaran, ¿entiendes? Como si todo se saliera de su sitio.

Un día, recuerdo, mi abuela… Tenía las manos así, agarrotadas. Los dedos tensos, como garras. No entendía. Ahora lo entiendo un poco más, quizás.

  • Confusión mental.
  • Temblores y espasmos.
  • Náuseas y vómitos.
  • Entumecimiento.
  • Arritmias.

Es como un desconcierto interno. Y quizás algo más, algo que no se nombra, un miedo frío.

¿Cuál es el pH normal en la mujer?

¡Ay, Dios! Ese tema… Me acuerdo perfectamente del susto que pasé en 2024, en el ginecólogo, cerca de mi casa, en la calle Mayor. Tenía 28 años, y estaba nerviosa, ya sabes, cosas de mujeres… El doctor, un tipo majo, pero serio, me dijo que mi pH estaba por las nubes, mucho más de 4.5. ¡Casi 7! Casi me da algo.

Sentí un escalofrío que me recorrió la espalda, una mezcla horrible de miedo y vergüenza. ¿Infección? ¿Qué iba a pasar? Todo se me vino encima de golpe. Mi cabeza daba vueltas, ¡no podía creerlo!

  • El doctor explicó, con paciencia, la importancia de ese pH para la salud vaginal.
  • Me habló de los lactobacilos, que no sé ni cómo se escriben, pero que son cruciales para mantener la acidez.
  • ¡Y de las infecciones! Dios mío, no quería pensar en eso.

Me recetó un tratamiento, cremas y pastillas… ¡Un rollo!. Recuerdo que la crema olía fatal, un olor químico que aún hoy me da grima. Pero bueno, seguí el tratamiento, a rajatabla, ¡como si fuera una cuestión de vida o muerte!.

El pH vaginal normal, entre 4 y 4.5, lo aprendí a golpes, literalmente. Ahora lo controlo, haciendo tests en casa, es una obsesión, lo sé… pero prefiero prevenir antes que curar. ¡Ya he pasado una vez por el mal trago!

La flora vaginal, es clave. Esos dichosos lactobacilos que producen ácido láctico y peróxido de hidrógeno… no me preguntes más, ¡que me da hasta repelús!

¿Cuál es el pH ideal para el cuerpo humano?

A ver… el pH… pH ideal del cuerpo… entre 7.35 y 7.45. Básico ligero. Pero, ¿y si varía un poco? ¿Qué pasa? ¿Me muero?

  • Siempre me ha rayado lo del pH.
  • ¿Por qué 7.4 y no 7.3 o 7.5?
  • ¿Qué rollo con el CO2 y el bicarbonato? ¿Un ácido y una base ahí bailando?
  • Mi médico me hizo un análisis el otro día. ¿Miraría eso?

La sangre: pH 7.4 más o menos, intentando mantener el equilibrio. ¿Y cómo lo hace el cuerpo? Misterios…

Anda, el médico mide el pH, el CO2 y el bicarbonato en sangre. ¿Será por eso que pinchan en la arteria?

Me pregunto si la dieta afecta al pH. ¿Será verdad que si comes mucho limón te alcalinizas? Mmm…

  • Limón… ¡ácido!
  • Alcalinizar… ¡básico!
  • ¿Contradicción?

¿Qué órgano regula el pH?

¡Ah, el pH, ese sutil baile ácido-base! Los riñones son los directores de orquesta, regulando el pH como si fueran bartenders cósmicos. Ajustan la cantidad de bicarbonato (HCO3-) que se expulsa o se rescata. Imagina que son unos porteros de discoteca, decidiendo quién entra (se reabsorbe) y quién sale (se excreta). ¡Salud!

Y hablando de equilibrio, ¿sabías que mi tía abuela, experta en remedios caseros, juraba que un vaso de agua con limón al despertar era la panacea? ¡Claro, ella también pensaba que los extraterrestres se comunicaban a través de las ondas de la radio novela! Pero volviendo al tema, la acidosis y la alcalosis (los extremos del pH) son como el drama en una telenovela: mejor evitarlos.

Pero no nos engañemos, los riñones no están solos en esta fiesta. El sistema respiratorio también mete baza, controlando el CO2 como si fuera el DJ de la noche. Si respiras más rápido, bajas el CO2 y subes el pH. Si respiras más lento, pues al revés. ¡Es una coreografía molecular!

  • Pulmones: Controlan el CO2 (ácido volátil).
  • Riñones: Gestionan el bicarbonato (base).
  • Sistemas buffer (amortiguadores): Actúan como mediadores en conflictos ácidos-base.

Además, el pH no es solo cosa de humanos. ¡Hasta las plantas tienen su propio equilibrio ácido-base! Me pregunto si las lechugas se quejan de acidez estomacal. En fin, la homeostasis es un circo de varios actos, y el pH es solo uno de los payasos. ¡Eso sí, un payaso muy importante!

#Ph Bueno #Ph Malo #Prueba Ph