¿Cómo se clasifican los elementos en el cuerpo humano?

0 ver

En el cuerpo humano, los elementos (bioelementos) se clasifican en:

  • Primarios: C, H, O, N, P, S. Esenciales para formar carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.
  • Secundarios: (no mencionados en el texto original, agregar ejemplos comunes) Como Na, K, Ca, Mg, Cl.
  • Terciarios: (no mencionados en el texto original, agregar ejemplos comunes) Oligoelementos como Fe, Zn, Cu, I.
Comentarios 0 gustos

¿Cómo se clasifican los elementos en nuestro cuerpo? Sí, ¡en nuestro cuerpo! Es alucinante pensar en toda la química que llevamos dentro, ¿no? Es como un pequeño universo personal.

Pues mira, básicamente se dividen en tres grupos: los primarios, los secundarios y los terciarios.

Los primarios son como los VIP, los imprescindibles: carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O), nitrógeno (N), fósforo (P) y azufre (S). Sin ellos, olvídate de carbohidratos, lípidos, proteínas… ¡de la vida misma! ¿Te imaginas? Todo lo que somos, desde nuestro pelo hasta las uñas, está hecho con estos elementos. Es como construir un edificio: necesitas ladrillos, cemento, hierro… pues estos son los “materiales” básicos de nuestro cuerpo.

Luego vienen los secundarios. No son tan famosos, pero igual de importantes. Aquí tenemos al sodio (Na), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y cloro (Cl), por ejemplo. El calcio, ¡fundamental para los huesos! Recuerdo cuando me rompí el brazo de pequeña, la doctora me hablaba de la importancia del calcio… Y el sodio y el potasio, ¡para los nervios y los músculos! ¿Quién no ha sentido alguna vez un calambre? Pues ahí los tienes en acción.

Y por último, los terciarios, también llamados oligoelementos. Son como las especias de una receta: se necesitan en pequeñas cantidades, pero marcan la diferencia. Hierro (Fe), zinc (Zn), cobre (Cu), yodo (I)… El hierro, por ejemplo, ¡para la sangre! Yo siempre he tenido anemia, así que sé lo importante que es. Recuerdo tomar pastillas de hierro… ¡qué sabor! El yodo, esencial para la tiroides… En fin, un montón de microelementos que hacen que todo funcione a la perfección.

A veces pienso que es una locura cómo tantos elementos se combinan para crearnos. ¡Es fascinante! Y aunque no me acuerdo de todas las siglas y nombres (¿quién podría?), me parece increíble saber de qué estamos hechos, aunque sea a grandes rasgos.