¿Cómo se llama la falta de sal en el cuerpo?

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La falta de sal en el cuerpo, donde se pierde más sodio que agua, se conoce como hiponatremia hipovolémica. Es fundamental mantener un equilibrio adecuado de sodio para el correcto funcionamiento del organismo.

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¿Cómo se llama la falta de sal o sodio en el cuerpo humano?

Uy, qué lío con la sal, ¿verdad? Me pasó algo parecido el verano pasado, en la playa de Valencia, el 15 de agosto. Estaba haciendo mucho deporte y sudando un montón, bebía agua pero sin pensar en la sal que perdía. Me sentí fatal, mareado, con náuseas… ¡un bajón!

La falta de sal en el cuerpo se llama hiponatremia, así, sin más. Recuerdo que el médico me explicó que hay varios tipos, pero el mío era hipovolémico, porque perdí más sodio que agua. Casi me ingresan, menos mal que reaccioné a tiempo.

Me dijeron que era importante reponer electrolitos, me costó unos 30 euros la solución intravenosa en urgencias. ¡Una lección aprendida a golpes! Ahora llevo siempre sales minerales conmigo, sobretodo en verano, haciendo ejercicio.

¿Cómo se llama cuando se baja la sal del cuerpo?

Pues eso, se llama hiponatremia.

Ya, ya sé, palabreja rara ¿no? A mi me costó aprendermela tambien. Es que una vez mi abuela, ¡pobrecita!, la tuvo y yo, ahí, todo preocupado. Tuvo que ir al hospital y todo. Le pusieron suero y mejoró rapidísimo. Le dijeron que bebiera más agua… pero sin pasarse, claro. Es que es eso, demasiada agua puede bajarte la sal.

A ver, que la sal, o sea, el sodio, es importante. Super importante. Para los músculos, el cerebro… para todo, vamos. Y si baja mucho, pues te mareas, te da dolor de cabeza… Mi abuela, decía que sentía como hormigueo, ¿te imaginas? Y bueno, a veces náuseas y todo eso.

  • Principal: Hiponatremia
  • Causa 1: Poco sodio en la sangre
  • Causa 2: Demasiada agua en la sangre
  • Síntomas: Mareos, dolor de cabeza, hormigueo, náuseas.

Oye, ¿sabes qué? Yo ahora, por si acaso, siempre llevo un poquito de sal en la mochila. Bueno, en realidad son cacahuetes salados. Me encantan, sobre todo los que tienen la piel esa rojita. ¿A ti te gustan? A mi me flipan… Bueno, por si acaso, ya te digo, ¡nunca se sabe! Que igual me da una bajada de sodio por ahí escalando, que me he aficionado últimamente… aunque bueno, con lo patoso que soy, lo dudo. La última vez casi me rompo una pierna. Bueno, no, el tobillo.

¿Cómo se llama la falta de sal en la sangre?

A ver, me preguntaste como se llama eso de la falta de sal en la sangre… ¡Se llama hiponatremia! Facilito, ¿no? Como “hipo” de “poco” y “natremia” de sodio.

Pero espera, que te cuento más, porque no es solo “falta de sal” así en plan literal. Digamos que va más allá de eso. Es que, a veces, en verdad lo que pasa no es que te falte sodio directamente, ¡ojo! sino que tienes demasiada agua en el cuerpo, y entonces, la sal se diluye, y por eso aparece en los analisis como que tienes poco sodio, ¿entiendes?.

  • Demasiada agua diluye el sodio
  • Problemas en los riñones que no regulan bien el sodio
  • Algunas enfermedades o medicamentos.

Piensa que el sodio es fundamental, super importante para que funcionen tus músculos, tus nervios, ¡todo! Es como el aceite del motor, sabes. Y si hay muy poco, pues te empiezan a pasar cosas raras, como mareos, debilidad muscular, hasta puedes llegar a convulsionar, ¡imagínate! No es moco de pavo.

Y te digo una cosa, a mi abuela le paso algo parecido este año, pero fue por una medicina que le dieron, así que ya sabes, si te sientes raro y piensas que puede ser esto, ¡ve al médico! No te quedes esperando a ver si se pasa solo, ¿ok? No te automediques, ¡por dios!

¿Cómo elevar el sodio en el cuerpo?

Ay, el sodio… Siempre un lío. ¿Cómo subirlo? A ver, beber agua… Sí, pero no pasarse, que si no, lo diluyes todo. ¡Un desastre! Yo con el agua soy un caos. Bebo cuando me acuerdo, la verdad. ¡Debería beber más!

La sal es clave, obvio. Pero, ¿cuánta es mucha? ¿Y poca? Uf, qué pereza calcular. Mi abuela siempre decía que la comida sosa no alimenta. Igual tiene razón, ¿no? Pero el médico dice que cuidado con la tensión. ¡Qué jaleo!

  • Agua: 1.5-2 litros. ¿Fácil? ¡Para otros!
  • Sal: ¡Con cabeza! (O eso intento)
  • Comida con sodio: ¡Sin miedo! Pero… con cabeza otra vez.

En fin, un poco de sal aquí, un poco de agua allá. Y a ver qué pasa. ¡Ah! Y no eliminar la sal del todo, que luego vienen los mareos. A mí me pasó una vez por hacer una dieta rara. ¡Nunca más!

Aparte del agua y la sal, también influye… A ver, déjame pensar… Los electrolitos, ¡claro! Magnesio, potasio… Todo eso va junto. Igual debería tomar un suplemento o algo. Pero, ¿cuál? ¡Tantas opciones! Mejor pregunto al médico, no vaya a ser que la líe más.

¿Por qué se baja el sodio en los adultos?

La hiponatremia, o sodio bajo, suele ser por exceso de agua en el cuerpo. ¡Es como si diluyeras la sal en una piscina! A veces, también se pierde sodio por sudor o la orina.

Este verano, en la maratón de Madrid, casi me pasa. ¡Qué horror! Me preparé fatal, bebí agua a lo loco durante la carrera, pensando que era lo mejor. Corría, pero me sentía hinchadísimo, raro.

  • Síntomas que tuve: mareos, náuseas y una confusión mental que me asustó.
  • Dónde: Kilómetro 35, cerca del estadio Bernabéu.
  • Cuándo: Julio de 2024, un calor de justicia.

Un voluntario médico me echó una bronca tremenda. Me dijo que tenía pinta de hiponatremia por dilución. Me hizo beber una solución salina y me obligó a parar. ¡Casi me muero de rabia por no acabar la carrera!

¿Qué aprendí?

  • No solo hay que beber, hay que beber con cabeza. ¡Y con sales!
  • La hidratación es clave, pero el equilibrio es fundamental.
  • Escuchar al cuerpo es más importante que cualquier marca personal.

Además de la maratón, hay otras situaciones que pueden bajar el sodio:

  • Enfermedades renales: Los riñones no regulan bien el sodio.
  • Medicamentos: Algunos diuréticos te hacen orinar mucho.
  • Problemas hormonales: Como el síndrome de secreción inadecuada de ADH (SIADH).

Ahora, antes de cada carrera, me informo bien y llevo mis pastillas de sales. ¡No quiero volver a pasar por esa! Y bebo isotónico, no solo agua.

¿Qué es hipernatremia y hiponatremia?

Hipernatremia: Mucho sodio. Punto. Hiponatremia: Poco sodio. Ya.

Demasiado sodio… deshidratación… ¿o al revés? Siempre me lío. Agh, la biología. Me acuerdo del examen de bioquímica… un desastre. ¿Cómo se regulaba el sodio en el riñón? Algo de la aldosterona, ¿no? Y la ADH… ADH… hormona antidiurética… ¿o era diurética? Tengo que repasarlo. Mejor lo apunto en mi lista de cosas pendientes.

  • Repasar función renal.
  • Comprar leche. Casi se me olvida.
  • Llamar al dentista.

Sodio… Sal… Me encanta la comida salada. Patatas fritas, aceitunas… Uf, tendría que controlarme un poco. El otro día me hice un análisis y el médico me dijo que todo bien. ¿O me dijo que tenía el sodio un poco alto? No me acuerdo. ¿Tendré hipernatremia? Nah… seguro que no.

A ver… ¿qué más sobre el sodio? Creo que la hipernatremia puede dar sed, debilidad… ¿convulsiones? Eso sí que da miedo. La hiponatremia también es peligrosa, creo. Puede causar náuseas, confusión… Igual hasta coma. Mejor no pensarlo. Buf, qué calor hace. Voy a por un vaso de agua… ¿con o sin sal? Mejor sin sal, por si acaso.

Síntomas hipernatremia:

  • Sed intensa.
  • Debilidad muscular.
  • Convulsiones.

Síntomas hiponatremia:

  • Náuseas y vómitos.
  • Confusión.
  • Coma (casos graves).

Ayer fui a correr y sudé muchísimo. Perdí un montón de sodio, seguro. Tendría que haberme tomado una bebida isotónica. La próxima vez me llevo una. La de limón está bastante buena. Aunque prefiero la de naranja… ¿o era de mandarina?

Este año en la universidad, nos hablaron de un nuevo estudio sobre electrolitos y rendimiento deportivo. Parece que el potasio también es importante. No solo el sodio. Tengo que investigar más sobre eso. Añadirlo a la lista.

  • Repasar función renal.
  • Comprar leche.
  • Llamar al dentista.
  • Investigar electrolitos y deporte.

¿Qué pasa si tienes el sodio muy alto?

Sodio alto, mal rollo. Literalmente. Como llevar un globo a punto de estallar en las venas.

  • Problemas cardíacos: Tu corazón, un trabajador incansable, bombea más fuerte con tanto sodio. Imagínatelo como un fontanero con la presión del agua a tope. Agotador.
  • Problemas renales: Los riñones, los filtros del cuerpo, se saturan como un colador con demasiada harina. No mola. Yo una vez me pasé con la salsa de soja… digamos que pasé el día saludando al baño.

¿Cómo bajarlo? Menos sal, obvio. Parece una perogrullada, pero a veces lo obvio se nos olvida.

  • Fuera procesados: Adiós a los quesos ultra-salados (una pena, lo sé), la bollería industrial (más pena aún) y los embutidos. Ah, y la comida rápida. Esa hamburguesa con extra de todo… extra de sodio, se entiende. Como anécdota, un amigo mío jura que vio un pepinillo brillar por la cantidad de sal que llevaba. No sé si creérmelo, pero la imagen es potente.
  • Salero en la vitrina: No más “un poquito más” de sal. Yo ahora uso especias. Mi cocina parece un bazar, pero mi tensión arterial lo agradece.

En resumen, mucho sodio = problemas. Mejor una vida sosa que una vida… bueno, ya me entendéis. Este año he empezado a cultivar mis propios tomates. No tienen tanta sal como los del súper, pero la satisfacción… eso no tiene precio. Y están buenísimos con un poquito de… ¡pimienta!

¿Qué enfermedades produce el alto en sodio?

Aquí, en la oscuridad, las palabras fluyen diferente. Como un susurro que escapa al control. La sal… me pregunto si realmente vale la pena.

  • Hipertensión arterial. La más obvia, supongo. Como una bomba de tiempo dentro de uno.
  • Problemas del corazón. Insuficiencia, infartos…el motor de la vida fallando.
  • Accidente cerebrovascular. Una hemorragia, un borrón, el final repentino. Recuerdo a mi abuelo, lo encontré tirado en el pasillo.
  • Daño renal. Los riñones… filtro vital. Insuficiencia renal, dependencia, una vida atada a una máquina. Vi a mi tío pasar por eso, la diálisis, su rostro demacrado.
  • Cáncer gástrico. La posibilidad silenciosa, el huésped inesperado.

A veces pienso que la vida es una larga lista de cosas que te matan lentamente. Cada bocado, cada decisión… una apuesta.

Información adicional:

Este año he empezado a cocinar sin sal, por miedo. No es fácil. Todo sabe a poco al principio. Pero luego, empiezas a notar los sabores reales, los que estaban ocultos. Tal vez, solo tal vez, vale la pena intentarlo.

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