¿Cómo se siente la persona cuando la presión está alta?

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Con frecuencia, la hipertensión arterial es asintomática. Muchos desconocen su condición hasta una consulta médica. Sin embargo, una presión extremadamente alta puede manifestarse con dolores de cabeza, mareos o sangrados nasales más frecuentes.

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La silenciosa amenaza: ¿Cómo se siente la persona con la presión arterial alta?

La hipertensión arterial, a menudo llamada la “asesina silenciosa”, se caracteriza por su naturaleza insidiosa. La gran mayoría de las personas que viven con la presión arterial alta no experimentan ningún síntoma perceptible, lo que dificulta su detección sin un control médico adecuado. Esta falta de síntomas contribuye a que muchos desconozcan su condición, a veces durante años, hasta que se manifiesta a través de complicaciones graves como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares o daño renal.

Si bien la hipertensión generalmente es asintomática, es crucial comprender que la ausencia de síntomas no implica la ausencia de riesgo. La presión arterial elevada, incluso sin síntomas, daña silenciosamente los vasos sanguíneos y órganos vitales, incrementando el riesgo de problemas de salud a largo plazo. Por ello, las revisiones médicas regulares, incluyendo la toma de la presión arterial, son fundamentales para la detección temprana y el manejo adecuado de esta condición.

Sin embargo, cuando la presión arterial alcanza niveles extremadamente altos, denominada crisis hipertensiva, pueden aparecer ciertos síntomas. Estos episodios, que requieren atención médica inmediata, pueden manifestarse con:

  • Dolores de cabeza intensos y pulsátiles: A menudo descritos como un dolor punzante en la parte posterior de la cabeza, estos dolores de cabeza pueden ser persistentes y no aliviarse con analgésicos comunes.
  • Mareos y vértigo: La sensación de inestabilidad o pérdida del equilibrio puede ser un signo de presión arterial extremadamente alta, especialmente si se acompaña de otros síntomas.
  • Sangrados nasales más frecuentes: Si bien los sangrados nasales pueden tener diversas causas, su recurrencia o intensidad inusual, en combinación con otros síntomas, podría indicar una crisis hipertensiva.
  • Visión borrosa o alteraciones visuales: La hipertensión severa puede afectar la irrigación sanguínea de los ojos, provocando visión borrosa, destellos de luz o incluso pérdida temporal de la visión.
  • Náuseas y vómitos: Estos síntomas pueden estar presentes en casos de presión arterial extremadamente alta, indicando la necesidad de atención médica urgente.
  • Dificultad para respirar: La sensación de falta de aire o dificultad para respirar, especialmente si se presenta de forma repentina, puede ser un síntoma preocupante de una crisis hipertensiva.

Es importante destacar que estos síntomas no son exclusivos de la hipertensión arterial y pueden estar asociados a otras condiciones médicas. Por lo tanto, la automedicación es altamente desaconsejable. Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, especialmente si son intensos o persistentes, es crucial buscar atención médica inmediata para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. La detección temprana y el control de la presión arterial son esenciales para prevenir complicaciones graves y mantener una buena salud cardiovascular.