¿Cuándo les baja la regla a las gatas?

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Las gatas suelen experimentar su primer celo alrededor de los seis meses de edad, aunque algunas pueden comenzar incluso a los cuatro meses. Este período fértil se presenta generalmente en primavera y otoño, con una duración variable que oscila entre unos pocos días y varias semanas, dependiendo de la gata.

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El Misterio del Celo Felino: ¿Cuándo les Baja la Regla a las Gatas?

A diferencia de las mujeres, las gatas no experimentan la menstruación en el sentido humano del término. No hay un sangrado regular y cíclico como en las hembras humanas. En cambio, las gatas experimentan el celo, un período de receptividad sexual donde manifiestan un comportamiento específico que indica su disponibilidad para el apareamiento. Entender este ciclo es crucial para la salud reproductiva de nuestra mascota felina.

La primera vez que una gata entra en celo, o “calor”, se conoce como primera ovulación. Este evento suele ocurrir entre los cuatro y los seis meses de edad, aunque hay variaciones individuales significativas. Algunas gatas pueden experimentar su primer celo incluso antes de los cuatro meses, mientras que otras pueden retrasarlo hasta los ocho meses o más. Factores genéticos, raza y estado nutricional influyen en este proceso. No es inusual que una gata tenga su primer celo durante la primavera u otoño, cuando las horas de luz son más favorables.

Pero, ¿cómo podemos identificar el celo en una gata? Las señales son claras, aunque su intensidad puede variar entre individuos:

  • Vocalizaciones: Maullidos fuertes, prolongados y insistentes son una de las señales más obvias. La gata maullará con frecuencia, incluso durante la noche.
  • Comportamiento de búsqueda de atención: Se frotará contra objetos y personas, buscando acaricias y atención constante. Su comportamiento puede ser más afectuoso y demandante de lo normal.
  • Posturas características: Adoptara una postura de “lordosis”, arqueando la espalda, levantando el trasero y desviando la cola hacia un lado para facilitar el apareamiento.
  • Mayor actividad y nerviosismo: La gata se mostrará más inquieta, puede perder el apetito y presentar un aumento en su actividad general.
  • Micción frecuente: Algunas gatas pueden orinar con más frecuencia de lo habitual.

A diferencia de un ciclo menstrual regular, el celo de la gata es poliéstrico estacional, lo que significa que ocurren múltiples ciclos de celo durante ciertas épocas del año, generalmente primavera y otoño, estimulados por la duración de la luz solar. Cada ciclo puede durar de unos pocos días a varias semanas, y la gata puede entrar y salir del celo varias veces antes de ser fecundada. Si no queda preñada, el ciclo se repetirá hasta que las condiciones ambientales sean menos favorables a la reproducción.

Si su gata está presentando signos de celo y no desea que se reproduzca, es fundamental consultar a un veterinario. Existen métodos para controlar la reproducción felina, incluyendo la esterilización, que además de prevenir camadas no deseadas, aporta importantes beneficios para la salud de su mascota a largo plazo. La información proporcionada aquí tiene carácter informativo y no sustituye la consulta con un profesional veterinario.