¿Cuánto tarda un bebé en perder el reflejo de succión?

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El reflejo de succión, crucial para la alimentación del bebé, es innato e involuntario hasta aproximadamente los tres meses de edad. Luego, se transforma en un acto voluntario. Si el bebé continúa succionando, ya sea del pecho materno, biberón o chupete, este reflejo aprendido puede persistir más allá de este período.

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La Desaparición del Reflejo de Succión: Un Hito en el Desarrollo del Bebé

El reflejo de succión es uno de los primeros instintos que observamos en un recién nacido. Esencial para su supervivencia, este acto involuntario le permite alimentarse desde el primer momento. Pero, ¿cuánto tiempo persiste este reflejo innato y cuándo se convierte en una acción consciente?

Si bien nacemos con él, el reflejo de succión, en su forma puramente instintiva, comienza a desvanecerse alrededor de los tres meses de edad. Este periodo coincide con importantes avances en el desarrollo neurológico del bebé. A medida que el cerebro madura, el acto de succionar deja de ser un automatismo y se transforma en un movimiento voluntario, controlado conscientemente. Imaginemos la diferencia: al principio, el bebé succiona cualquier objeto que toque su paladar, mientras que, posteriormente, decide cuándo y cómo succionar.

Esta transición, sin embargo, no implica la desaparición completa de la succión. Al contrario, el bebé continúa succionando para alimentarse y, a menudo, también para autorregularse y encontrar consuelo. La diferencia radica en que ahora el bebé tiene control sobre esta acción.

La persistencia del hábito de succión más allá de los tres meses, ya sea con el pecho materno, el biberón o el chupete, refuerza este comportamiento aprendido. No se trata ya del reflejo primitivo, sino de una conducta adquirida que puede prolongarse durante meses o incluso años.

Es importante destacar que cada bebé se desarrolla a su propio ritmo. Algunos pueden mostrar signos de control voluntario de la succión antes de los tres meses, mientras que otros pueden tardar un poco más. Observar las señales del bebé es fundamental. Si notamos que empieza a jugar con el pezón o la tetina, o que interrumpe la succión para mirar a su alrededor, son indicios de que el reflejo innato está dando paso a la succión voluntaria.

Finalmente, la transición del reflejo de succión a la succión voluntaria no debe preocupar a los padres. Es un hito importante en el desarrollo del bebé, una muestra de su creciente madurez neurológica y su capacidad de interactuar con el mundo de forma más consciente. Si existen dudas o inquietudes, consultar con el pediatra siempre es la mejor opción para recibir orientación personalizada.