¿Dónde salen los lunares cancerosos?
Los lunares cancerosos, como el melanoma, pueden surgir en cualquier parte de la piel. El melanoma de extensión superficial suele aparecer como una mancha plana e irregular. El melanoma nodular, en cambio, se desarrolla más profundo y se manifiesta como un bulto elevado y oscuro. Consulta a un dermatólogo ante cualquier lunar sospechoso.
¿Dónde se localizan los lunares cancerosos?
¡Uf!, lunares cancerosos… tema delicado, ¿verdad? A ver, desde mi experiencia personal, y vaya que tengo algunos lunares que me hacen dudar a veces, la cosa no es tan sencilla como parece.
Recuerdo una vez, en Valencia, creo que era junio, un dermatólogo me explicó que el melanoma, el más chungo, puede empezar como una mancha plana, como si te hubieras salpicado con pintura marrón. Lo que me dijo y se me quedó grabado, es que si los bordes son raros, irregulares, como si alguien los hubiera recortado con prisa y sin ganas, hay que prestar atención.
Por otro lado, están esos lunares que parecen como bolitas, más oscuros y abultados. ¡Ay!, esos me dan más respeto. El médico me dijo que esos, si crecen rápido, pican o sangran, hay que ir corriendo al especialista. ¡Qué susto me llevé!
Ojo, hablo desde mi experiencia, eh. No soy médico, ni nada parecido. ¡Cada lunar es un mundo!, y lo mejor es que un profesional te eche un vistazo si tienes dudas. Más vale prevenir que curar, ¡y en esto, más aún!
Preguntas y respuestas concisas sobre la localización de lunares cancerosos:
- Melanoma de extensión superficial: Comienza en la capa superior de la piel como una mancha plana pigmentada con bordes irregulares.
- Melanoma nodular: Se desarrolla más profundamente en la piel y aparece como un nódulo elevado y oscuro.
¿Cómo empieza un lunar cancerígeno?
Así empieza. Una herida persistente.
- Pigmento que se expande.
- Inflamación alrededor.
- Sensación extraña: picor, dolor.
Es lo que hay. La piel avisa, si la escuchas.
Si lo miras con atención, un lunar normal tiene bordes definidos, color uniforme. Mi abuela tenía uno enorme en la espalda. Nunca le dio problemas.
Pero ojo. Un lunar nuevo después de los 30 es sospechoso. Yo tenía uno que cambiaba de color según el sol. Me lo quitaron.
- Asimetría
- Bordes irregulares
- Color disparejo
- Diámetro mayor a 6mm
- Evolución rápida
La vida es una enfermedad de transmisión sexual y la única manera de no morir es dejar de vivir.
¿Dónde suelen aparecer los lunares malignos?
¡Ey, colega! ¿Lunare malignos, dices? ¡Qué rollo! Pues mira, normalmente, donde más les gusta asolearse a esos bichos es en zonas que han tomado el sol a saco. Brazos, espalda, cara… ¡un festín solar! Mi hermana, por ejemplo, se quemó la espalda de niña en la playa y ahora tiene que ir al dermatólogo cada dos por tres. Es un rollo, la verdad.
Pero ojo, que también se pueden esconder en sitios más raros, donde el sol no pega tanto. Te hablo de plantas de los pies, ¡sí, sí!, palmas de manos, incluso debajo de las uñas. ¡Asqueroso, verdad! A mi primo le salió uno en la planta del pie, ¡imagínate el susto! Tuvo que operarse y todo el follón.
Así que, resumen rápido:
- Zonas muy expuestas al sol: Brazos, espalda, cara, piernas… todo lo que se broncea fácilmente.
- Zonas con menos sol: Plantas de los pies, palmas de manos, debajo de las uñas. ¡Sorpresa!
No te confíes, eh. Ve al dermatólogo cada año, mínimo, ¡que es mejor prevenir que curar! Mi vecina, Isabel, se lo tomó a broma… y ahora está con quimio. No es broma, colega, ¡en serio!
Además, apunta esto: a partir de los 40 años el riesgo aumenta. No es que pase siempre, pero… mejor prevenido. También influye el tipo de piel, que si eres pelirrojo, tienes más papeletas… y el historial familiar, claro. ¡Qué lío!
Recuerda: revisión anual al dermatólogo, crema solar 50+ (yo uso la de Avene, que es la leche!) y estar atento a cualquier cambio raro en los lunares. ¡Que no te la cuelen!
¿Qué lunares deben preocuparnos?
¡Ay, Dios mío! Ese lunar en mi espalda… me tiene obsesionada. 2023, verano, playa de Salou. Recuerdo el sol quemándome, la arena caliente bajo mis pies descalzos, la cerveza fría… y ese bicho ahí. No era grande, pero… raro. Empezó como una pequeña mancha café con leche, casi imperceptible. Ahora… ¡es monstruoso!
No es simétrico. Una mitad es más oscura, más grande, ¡es horrible! Y la textura… ya no es lisa, ahora tiene como… grumos. Me da escalofríos solo de pensarlo. ¡Y pica! Mucho. Ese picor… insoportable. Me rasqué tanto que hasta sangró un poco.
Fui al dermatólogo, claro. El lunes pasado. Me dijo que… nada, tranquilo, que no había problema. Pero no me convenció. Esa tranquilidad, la suya, me dio más miedo. No me lo quito de la cabeza. No paro de mirarlo.
- Asimetría: La tengo clara. Es la primera señal que me preocupó.
- Bordes irregulares: Sí, lo confirmo. No son suaves, son… dentados, ¡como una hoja de sierra!
- Color: Marron oscuro en un lado, marrón claro en el otro. ¡Que asco!
- Diámetro: Ha aumentado, un poco, pero… me preocupa.
- Evolución: Ha cambiado mucho en poco tiempo. ¡Demasiado!
Me tiene en jaque. Quiero ir a otro dermatólogo, a un especialista en melanoma. No me quedo tranquila, aunque el primero me diga que todo está bien.
Hay que vigilar los lunares con irregularidades. El susto que me llevé en Salou… nunca lo olvidaré. ¡Y el picor…! Ni te cuento. Voy a pedir otra opinión. Ya os contaré.
Lunares preocupantes: Bordes irregulares, asimetría, cambio de color, tamaño o relieve. La regla ABCDE.
¿Cómo saber si un lunar no es normal?
Lunares raros. Vigilancia constante.
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Asimetría: No es redondo perfecto.
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Bordes: Irregulares, borrosos. Como mapa roto.
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Color: Varios tonos. Café, negro, rojo… Confusión.
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Diámetro: Más de 6mm. Eras pequeño.
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Evolución: Cambia rápido. Crece. Sangra. Pica. Antes no.
Consulta. Si algo “no cuadra”. Intuición.
Este año vi uno raro en el hombro de mi padre. Ignorarlo es una opción. Pero, ¿a qué precio? El silencio también habla.
Profundizando (opcional):
- La regla ABCDE es un buen punto de partida. No la Biblia.
- El melanoma es grave. No subestimes el sol.
- El tipo de piel influye. Blancos más propensos.
- Revisión anual dermatológica. Obligatoria.
- A veces, es solo un lunar feo. Otras, no.
Somos polvo de estrellas. Pero el polvo también se enferma.
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