¿Por qué se vence el agua oxigenada?

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El agua oxigenada se vence porque el peróxido de hidrógeno (H₂O₂) es inestable. Se degrada espontáneamente en agua (H₂O) y oxígeno (O₂), acelerado por la exposición al aire, la luz y el calor. Reacciona con impurezas, perdiendo su potencia desinfectante.

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¿Por qué se vence el agua oxigenada? Ay, esa pregunta, que me trae recuerdos… Recuerdo a mi abuela, siempre con su botellita de agua oxigenada, lista para cualquier raspón, cualquier herida pequeña. ¿Y por qué se acababa? ¿Se la bebía? ¡Claro que no! Se “vencía”, decían. Pero, ¿qué significa eso realmente?

Verás, el agua oxigenada, o peróxido de hidrógeno (H₂O₂, suena a fórmula mágica, ¿verdad?), es como una diva caprichosa. Es inestable, ¡una verdadera drama queen! Se descompone solita, poquito a poco, convirtiéndose en agua (H₂O) y oxígeno (O₂). Simple, ¿no? Agua y aire… como si dijéramos que se “desinflama” a sí misma, hasta quedar como un simple líquido inerte.

Pero el proceso no es tan rápido como el de una estrella fugaz. Se acelera… ¡como si estuviera enfadada!… con la luz, el calor, y ¡horror!, con el aire. Es como si tuviera alergia al ambiente. Y además, cualquier impureza, cualquier partícula, cualquier cosa, le hace perder su fuerza… su poder desinfectante, esa es su gran virtud ¿no? Recuerdo una vez, dejé una botella abierta en el baño, cerca de la ventana. ¡En un par de semanas estaba totalmente inútil! Era como si la magia se hubiera ido.

Dicen los estudios, aunque yo no los he visto a detalle, que un porcentaje considerable de su potencia se pierde en el primer año. Luego, más rápido aún. ¡Una verdadera carrera contra el tiempo! Es como una fruta que madura demasiado rápido. Es como ese amor de verano intenso, que se va tan rápido como llegó.

Entonces, ¿cómo mantener a nuestra diva peróxido de hidrógeno feliz y potente? En un lugar fresco, oscuro y herméticamente cerrado. Casi como en una cueva de meditación. Y sí, es importante fijarse en la fecha de caducidad… aunque a veces, ¡ni siquiera la encuentro! Es una lucha constante contra el tiempo y la degradación, al final siempre gana el tiempo.