¿Qué agua tomar para hacer ejercicio?

1 ver

¡Uf, qué tema tan importante! Yo creo que, para rendir al máximo y sentirme bien al hacer ejercicio, nada como agua con un toquecito de sal. Sí, agua simple, ¡pero ojo! No vale esa que parece que le han quitado todo el sabor. Necesitamos ese sodio que perdemos a chorros con el sudor. Las bebidas deportivas están bien a veces, pero para el día a día, prefiero mi agua con sal. ¡Me siento mucho mejor!

Comentarios 0 gustos

¿Qué agua tomar para hacer ejercicio? Uf… ¡menudo tema! A ver, yo, personalmente, creo que para darlo todo y no acabar arrastrándome, lo mejor es agua… ¡pero con un puntito de sal! Sí, sí, como lo oyes. Agua normal y corriente, pero con una pizquita. ¿Por qué? Pues porque, ¿a quién no le ha pasado eso de sentirte como un trapo después de entrenar, como si te hubieran absorbido toda la energía? Pues a mí, un montón de veces. Recuerdo una vez, entrenando para una media maratón, que acabé fatal. Mareada, débil… un desastre. Y es que, claro, con el sudor perdemos un montón de sales minerales, ¡sodio incluido! Y el agua sola, pues como que no… parece que te pasa de largo.

Las bebidas isotónicas esas… bueno, sí, para un esfuerzo muy intenso, vale. Pero, ¿para mi clase de pilates o mi trote mañanero? No sé, me parecen demasiado… ¿artificiales? No me terminan de convencer. Además, ¡menudo azúcar llevan algunas! Como que no me apetece atiborrarme de eso a diario.

Yo, desde que descubrí el truco de la sal, ¡soy otra! Una pizquita, eh, que no digo que nos pongamos a echar cucharadas. Lo justo para notar un ligero sabor salado. Es como… ¿cómo explicarlo? Como si el agua se “agarrara” mejor al cuerpo. Siento que me hidrata de verdad, ¿sabes? Y ya no tengo esos bajones de energía post-entrenamiento. Incluso me recupero antes, creo. He leído por ahí que por cada litro de agua, media cucharadita de sal está bien… o algo así. No me acuerdo bien de las cifras, ¡pero vamos, que con una pizquita es suficiente! Lo importante es escuchar a tu cuerpo. Y el mío, desde luego, me pide agua con sal. ¿Y el tuyo?