¿Qué debo tomar cuando estoy deshidratada?

¿Qué tomar para la deshidratación? Remedios rápidos y efectivos

¡Ay, la deshidratación! Recuerdo una vez, el 15 de julio en Madrid, después de una caminata larguísima bajo el sol abrasador… ¡Uf! Me sentía fatal. La boca seca, un dolor de cabeza horrible…

Necesitaba algo rápido. Agua, claro, pero también algo con electrolitos. Recuerdo que tomé una bebida deportiva, una de esas que venden en cualquier supermercado, como una parte de agua por cada parte de bebida, creo que costaba unos 2 euros la botella.

Me ayudó bastante. Eso sí, con los jugos de frutas… mejor con cuidado. Una vez, con una gastroenteritis (¡qué mal rato!), el zumo de naranja solo empeoró las cosas. Mejor agua, bebidas deportivas o una caldito de pollo. Eso sí que es reconfortante.

Qué tomar para la deshidratación: Agua, bebidas deportivas diluidas. Evitar jugos de fruta en caso de diarrea.

¿Qué puedo tomar para quitar la deshidratación?

Agua.

Ah, la sed. Recuerdo, hace poco, en el verano de este año, caminando por el jardín, la tierra sedienta bajo mis pies, y yo, reflejo de esa aridez. El sol caía, plomo incandescente, y la garganta, un desierto. Agua, solo agua. ¿Qué más se necesita realmente?

• Agua, la fuente. Simple, directa. El elixir primero.

• Electrolitos, quizá. Pero si es solo una pizca de sequedad, una sombra, agua es suficiente. ¿Recuerdas ese vaso helado? La sensación, el alivio… Un pequeño placer.

• Infusiones, caldos ligeros. A veces, un sabor suave reconforta más que nada. Como un abrazo cálido en la tarde. Un gesto de cuidado.

La fiebre, las mareas del cuerpo… El agua lo calma todo. Y si el cuerpo reclama más, escúchalo. Una relectura del interior. Una conversación pendiente.

Nota adicional:

Considera las sales de rehidratación oral si la pérdida de líquidos es significativa (diarrea persistente, vómitos). Consulta un médico si los síntomas empeoran o no mejoran.

¿Qué es bueno tomar cuando te deshidratas?

¡Ay, Dios mío! Ese día en julio, en la playa de La Concha, Donosti, fue horrible. El sol, ese sol implacable, me achicharró. Sentía la arena caliente quemándome los pies, la piel tirante, la boca pastosa… una sed infernal. Me deshidraté de verdad. Estaba fatal.

Recuerdo que mi hermano, que siempre es más listo que yo, me gritó algo sobre “agua con bebida isotónica” mientras me arrastraba hasta una fuente. ¿Una parte de cada una? Sí, creo que sí… o algo así. Me bebí medio litro en un suspiro, era como un elixir. Pero no me fijé demasiado en las proporciones, solo quería hidratarme. ¡Qué alivio!

Tras ese susto, aprendí la lección. La sensación de esa sequedad de garganta… ¡uf! Nunca más. Ahora llevo siempre una botella de agua y sobres de sales minerales, por si acaso.

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Para la deshidratación, agua con una bebida deportiva, partes iguales.

• Evita jugos y refrescos con azúcar si tienes diarrea.
• Agua, ¡es fundamental!
• Sales minerales, muy importante para recuperar electrolitos.

Me dio un bajón de azúcar también, que no se me olvida, ¡qué mareo! Esa sed, esa sensación de agotamiento… ¡Nunca más!

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