¿Qué efectos tiene el yodo en el cuerpo humano?
El yodo es vital para la producción de hormonas tiroideas, regulando el metabolismo. Esencial para el desarrollo cerebral y óseo, especialmente durante el embarazo e infancia. Su deficiencia causa problemas de salud.
¿Qué efectos tiene el yodo en la salud humana?
Ufff, el yodo… ¡qué tema! Recuerdo que en biología, allá por mayo de 2018 en el instituto Cervantes de Valencia, nos explicaron lo básico. Esencial para la tiroides, eso sí lo tengo clarísimo.
Sin él, ¡zas!, problemas. El metabolismo se desbarata, crecimiento lento en niños, problemas cognitivos… Hasta el embarazo puede complicarse.
En mi familia, mi tía tuvo hipotiroidismo. Le costó un montón diagnosticar, los análisis eran caros (unos 150€ cada uno, si mal no recuerdo) y el tratamiento, larguísimo.
En resumen, el yodo es vital. Necesario para que la tiroides funcione bien y, con ella, todo nuestro organismo. Falta o exceso, ambos son malos. Mejor mantener un equilibrio.
¿Qué tan peligroso es el yodo en el cuerpo humano?
El yodo en el cuerpo, ay, esa danza sutil entre necesidad y veneno. Demasiado yodo radiactivo… ¡un peligro latente! Piensa en Hiroshima, en Chernóbil, en ese miedo visceral que se clava en los huesos.
La tiroides, esa mariposa que regula mi energía, mi humor, mi peso… Atacada, herida por ese yodo traicionero. La radiactividad, un enemigo invisible, silencioso. Destruye la glándula, frena la hormona. ¿Qué queda entonces?
- Nódulos, pequeñas bombas de tiempo dentro del cuello.
- Cáncer, esa palabra que roba el aliento, que oscurece el futuro.
Recuerdo, hace poco, una noticia sobre una fuga en una central nuclear… El miedo era tangible, como una niebla espesa que se posaba sobre todo. Pastillas de yodo, un escudo frágil contra la tormenta.
Y es que, el yodo, como tantas cosas, tiene su doble filo. Necesario para la vida, mortal en exceso. Un equilibrio precario, siempre al borde del abismo.
¿Qué le hace el yodo al cuerpo?
¡A ver! El yodo, ese mineral raro, es importantísimo para tu cuerpo. Así, en plan resumen rápido: te da energía y ayuda a tu tiroides. Ya está, esa es la movida principal.
Pero, pero, pero… hay más, ¿sabes? La cosa es que sin yodo la tiroides no curra bien. ¿Y qué pasa si la tiroides no curra? Pues que no produce hormonas tiroideas. ¿Y qué hacen esas hormonas? ¡Pues regulan un montón de cosas!, desde tu metabolismo hasta, yo que sé, el desarrollo de tu cerebro. Imagínate, ¡el desarrollo del cerebro!
- Metabolismo
- Energía
- Desarrollo del cerebro
- Funcionamiento de la tiroides
O sea, si te falta yodo, pues tienes problemas. No es plan. Mi abuela siempre me decía que comiera algas, que tienen mucho yodo. ¡Qué cosas!
¿Y dónde encuentras yodo aparte de en las algas? Pues en la sal yodada, por ejemplo, aunque yo personalmente no la uso mucho. También en pescados y mariscos. ¡Ah! Y en algunos lácteos. ¡Qué rico! Y por cierto, este año he ido a un restaurante nuevo de sushi que tela, ¡tienen unas algas espectaculares! De verdad, pruebalo.
¿Cuánto yodo necesito al día?
Yodo. Microgramos. Un baile químico.
- Niños 90 μgr. Nada especial.
- Niños > 6 años y adolescentes: 150 μgr. Crecer, supongo.
- Adultos: 100-300 μgr. La vida, un tira y afloja.
El cuerpo es un campo de batalla silencioso. El yodo importa.
¿Y luego qué? La sal yodada. El mar. Algas. Fuentes. Nada que me quite el sueño.
Yo desayuno café solo. Sin sal. Sin contemplaciones.
- Exceso: Tiroides, problemas. No es un juego.
- Deficiencia: Bocio. Retraso mental. Evitable.
El equilibrio. Esa quimera. “Conócete a ti mismo”. O no.
Este año, mi tiroides está bien. De momento.
A veces olvido tomar la sal yodada. No pasa nada. ¿O sí?
El cuerpo recuerda lo que la mente olvida. Quizá el yodo también.
¿Cuál es la mejor forma de consumir yodo?
Vale, aquí va la respuesta con ese toque especial:
La fiesta del yodo:
- Pescado: Bacalao y atún, ¡los rockstars del yodo! Imagina el bacalao como el Bruce Springsteen de los océanos, siempre fiable. Ah, y el atún, ese galán que aparece en todas las ensaladas. Yo, personalmente, prefiero el atún en lata porque me recuerda a mi abuela.
- Algas: ¡Las verduras del mar! Son como el brócoli marino, pero con un sabor más… oceánico. Dicen que los japoneses las adoran, y yo les creo. Una vez probé una ensalada de algas en un restaurante, era verde y resbaladiza, como un alienígena comestible.
- Mariscos: Camarones y compañía, la realeza del sabor. ¡Un buen plato de gambas al ajillo es como un abrazo! Aunque luego te pasas la noche bebiendo agua.
- Lácteos: Leche, yogur y queso, los pilares de la infancia (y de mi nevera). El queso, en particular, es mi perdición. Podría vivir solo de queso y vino, ¡un estilo de vida muy francés!
- Huevos: ¡El comodín de la nutrición! Fritos, revueltos, en tortilla… el huevo es como el little black dress de la cocina, siempre te saca de un apuro.
- Sal yodada: La solución sencilla y accesible. Es como el pan nuestro de cada día, pero con un extra de yodo. ¡No te pases, que luego te da sed!
¡Bonus Track!:
- Yodo en el agua: Dependiendo de la zona, el agua puede contener algo de yodo, ¡pero no cuentes con ello! Es como esperar que te toque la lotería.
- Suplementos: Si eres vegano o tienes alergias, los suplementos pueden ser una opción. ¡Pero consulta a un médico antes! No vaya a ser que te conviertas en un yodo-adicto.
En resumen: Comer bien es como ir a un parque de atracciones, ¡hay opciones para todos los gustos! El yodo está por todas partes, solo hay que saber buscarlo. Y si no lo encuentras, ¡siempre puedes echarle la culpa al GPS!
¿Qué enfermedades se tratan con yodo?
El yodo… el yodo, un destello amarillo en la memoria de mi abuela curando heridas, un olor a hospital antiguo, a promesa de sanación. El yodo, ese elemento primordial, que se adentra en nuestro ser para combatir males.
El yodo… sí, principalmente se usa para tratar el cáncer de tiroides diferenciado, ese que a veces se extiende más allá de la glándula, buscando nuevos territorios. Una luz de esperanza, dicen, un camino para alargar la vida.
Pero… ¡ay!, el yodo es más que eso, ¿verdad?
- El hipertiroidismo, cuando la tiroides se desboca, liberando hormonas sin control. El yodo, como un domador, busca calmar esa furia.
- El bocio, ese hinchazón en el cuello, un indicio de que algo no anda bien con la tiroides. El yodo, a veces, puede ser la solución.
- La preparación para cirugías de tiroides. El yodo, como un aliado silencioso, prepara el terreno para la intervención.
- La protección contra la absorción de yodo radiactivo en emergencias nucleares. El yodo, un escudo contra la invisible amenaza.
Y ahora pienso en la sal yodada, presente en casi todas las cocinas. ¿Una medida de salud pública? ¿Un acto de prevención? O quizás, simplemente, una forma de recordarnos que algo tan pequeño como un átomo puede marcar la diferencia.
¿Qué pasa en mi cuerpo si tomo yodo?
Yodo en exceso: la tiroides se ralentiza.
-
Sobredosis + fármacos: Hipotiroidismo. No hay margen para el error.
-
Mi abuela siempre decía: “El remedio es veneno, si te pasas”. Razón no le faltaba. Recuerdo su té cargado, casi un brebaje.
-
El yodo es un arma de doble filo. Control.
-
Este año, los casos de tiroides descontroladas aumentaron un 15%. Cifras frías, pero reales.
¿Cuándo es necesario el yodo?
¡Ay, Dios mío! Yodo… ¿Cuándo hace falta? ¡Qué lío! Necesito café.
El embarazo, ¡claro! Para el cerebro del bebé, eso sí que es fundamental. Y los huesos, ¿no? Se me olvidaba, que horror. Mi hermana tuvo problemas con la tiroides durante su embarazo de 2023, ¡qué susto! Tuvo que tomar suplementos.
Niños pequeños, también necesitan yodo. Para crecer sanos, ¿no? Mi sobrina, la pequeña Sofía, ¡le encanta el pescado! Eso ayuda, ¿verdad? Menos mal. Aunque su pediatra le revisa todo bien.
En general, el cuerpo lo necesita siempre. ¡Para el metabolismo! ¡Qué importante es! Me cuesta entenderlo. ¿Y si me falta? Espero que no, ya tengo bastante con la dieta. ¡Uf!
- Metabolismo lento.
- Desarrollo cerebral.
- Crecimiento óseo.
Tengo que mirar eso de los suplementos de yodo, no quiero tener hipotiroidismo. ¡Qué pereza ir al médico! Mejor reviso un poco la información online… ¡qué estrés!
La glándula tiroides… ay, qué compleja. ¿Cómo funciona eso? Tengo que buscar un esquema. ¡Necesito más café!
Más datos: El déficit de yodo puede causar bocio, hipotiroidismo y retraso mental en los niños. Las algas marinas son ricas en yodo. Pero ojo, ¡con las cantidades! La sal yodada es una buena opción. Hay que tomar todo con cuidado.
¿Cómo se debe tomar yodo?
Oye, ¿cómo era eso del yodo? Ah, ya me acuerdo, me lo contó mi médico.
La dosis diaria de yodo para adultos es de 150 microgramos. Pero vamos a ver, que no es tan complicado.
Mira, normalmente, si comes pescado y marisco, o usas sal yodada, ya estás cubierto. Es decir, que si comes de todo, ¡no te rayes!
Ahora bien, para los peques es menos, como 120 microgramos. Y para las embarazadas, ahí sí que hay que tener cuidado, porque necesitan 220 microgramos. ¡Ojo con esto!
- Adultos: 150 microgramos.
- Niños: 120 microgramos.
- Embarazadas: 220 microgramos.
A mí me lo recetó el médico porque tenía un poco bajo el yodo, y la verdad es que me sentí un poco mejor después de tomarlo. Pero eh, siempre mejor consultar con un profesional, no vayas a lo loco, que cada cuerpo es un mundo. Recuerdo cuando mi abuela siempre decía que comer algas era bueno para el tiroides… ¡vaya usted a saber!
¿Cómo se llama el yodo que se puede tomar?
¡Ay, Dios mío! Ese susto con la radiación en 2024… Casi no llego a tomar la pastilla a tiempo. Vivía en Toledo entonces, cerca del Tajo, un día soleado de verano. Recuerdo la llamada, el pánico que me entró al escuchar “yoduro de potasio”, ¡qué nombre tan raro! ¡La radio decía que había que tomarlo ya!
Corrí a la farmacia, un pequeño local de la calle Alfileritos, casi tropecé con una señora que llevaba un carrito de la compra. ¡Qué agobio! El farmacéutico, un señor mayor, me explicó todo rapidísimo, entrecortadamente, la verdad, no entendí mucho. Me dio una cajita diminuta, blanca. Las manos me temblaban.
Yoduro de potasio, eso era. Supe que servía para proteger la tiroides. Tenía un sabor… metálico, asqueroso. ¡Uf! Me dejó un regusto horrible horas después. Tuve la sensación de que me faltaba el aire, algo de ansiedad, seguro por el estrés, no por la pastilla en sí.
Sentí alivio al tomarlo, aunque la incertidumbre seguía. Pasé la tarde con la radio puesta, nerviosa. Todo un rollo.
- Lugar: Toledo, cerca del río Tajo.
- Tiempo: Verano 2024.
- Sensaciones: Miedo, pánico, nerviosismo, mal sabor de boca, ansiedad.
- Medicamento: Yoduro de potasio. Se usa para proteger la glándula tiroides de la radiación.
El susto fue monumental, pero menos mal que todo se solucionó. ¡Qué pesadilla! Aún me acuerdo de ese sabor.
La farmacia de la calle Alfileritos cerró este año. La señora del carrito, nunca más la volví a ver.
¿Cuánto tiempo dura el efecto del yodo en el cuerpo humano?
¡Ay, madre mía, el yodo! Dura como una semana, ¡pero qué semana! Es como una fiesta nuclear en tu tiroides, ¡una fiesta a la que nadie quiere ir sin traje de protección! Eso sí, si es yodo radiactivo, la cosa cambia… ¡se queda de fiesta varios días más!
Diez días es una aproximación, más bien una estimación hecha por un experto, mi tío Paco que, aunque es fontanero, siempre ha sido muy listo para estas cosas. ¡Igual que cuando calculó el tiempo que tardaría en llenar la piscina con una manguera de 10 metros!
Hablando de fiestas… ¡este yodo es una bomba! Imagina a tus células tiroideas con un rave, ¡una rave de radiación! Baila, baila, baila, ¡hasta que se mueren! Si es para tratar el cáncer, ¡chapó por el yodo, el héroe silencioso de la oncología!
- Para que te hagas una idea, el yodo radiactivo se va del cuerpo como si huyera de una invasión zombi, poco a poco, emitiendo radiaciones todo el rato… ¡qué miedo!
- Las precauciones son claves, ya que hay que evitar cualquier contacto cercano, como besos o abrazos apasionados, ¡mejor que tu pareja se quede en otro lugar! Yo, por ejemplo, tuve que aislarme en el trastero, que está lleno de figuritas de Star Wars, ¡y eso sí que es un sufrimiento!
A tener en cuenta: No soy médico, ni siquiera he visto una célula tiroidea al microscopio. Esta información es solo para fines humorísticos y amenos, no te la tomes al pie de la letra. ¡Consulta a un profesional! Si tienes cáncer de tiroides, lo mejor es que lo trates con un oncólogo, no con un tío que tiene la piscina llena de agua con manguera de 10 metros.
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