¿Qué es bueno para bajar el calcio en la sangre?

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Para reducir los niveles altos de calcio en sangre, existen diversas opciones farmacológicas, incluyendo calcitonina, calcimiméticos, bisfosfonatos, denosumab y prednisona. En algunos casos, se recurre también a soluciones intravenosas y diuréticos de asa. La elección del tratamiento dependerá del diagnóstico y la causa del hipercalcemia.

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Bajar el calcio en sangre: Un enfoque multifacético para el hipercalcemia

Los niveles elevados de calcio en sangre, conocidos como hipercalcemia, pueden tener consecuencias graves para la salud, afectando el funcionamiento de riñones, corazón y sistema nervioso. Por lo tanto, es crucial abordar esta condición médica con un tratamiento adecuado y personalizado. Si bien el médico determinará el mejor plan de acción tras un diagnóstico exhaustivo, es importante entender las diferentes opciones disponibles para reducir los niveles de calcio.

Contrariamente a la creencia popular, simplemente reducir la ingesta de calcio en la dieta no siempre es suficiente para controlar la hipercalcemia, especialmente cuando esta es causada por una condición subyacente. La estrategia terapéutica debe enfocarse en la causa raíz del problema, ya que la hipercalcemia es un síntoma, no una enfermedad en sí misma.

Las opciones de tratamiento para reducir los niveles altos de calcio en sangre son variadas y pueden incluir:

Opción Farmacológica: Esta es la principal línea de defensa contra la hipercalcemia. Las opciones farmacológicas disponibles incluyen:

  • Calcitonina: Esta hormona reduce temporalmente los niveles de calcio en sangre al inhibir su liberación de los huesos. Su efecto es rápido, pero de corta duración, por lo que se utiliza generalmente como tratamiento inicial o en situaciones de emergencia.

  • Calcimiméticos (Cinacalcet): Estos medicamentos imitan la acción de la calcitolina, una hormona que regula la secreción de la paratohormona (PTH), hormona crucial en la regulación del calcio. Al modular la PTH, se reduce la reabsorción de calcio en los huesos y su liberación en la sangre.

  • Bisfosfonatos: Estos fármacos actúan inhibiendo la reabsorción ósea, reduciendo así la liberación de calcio al torrente sanguíneo. Son efectivos a largo plazo pero su acción es más lenta que la calcitonina.

  • Denosumab: Este anticuerpo monoclonal inhibe la actividad de las células responsables de la reabsorción ósea, ofreciendo una alternativa eficaz a los bisfosfonatos en casos específicos.

  • Prednisona (y otros corticosteroides): En casos de hipercalcemia inducida por ciertas neoplasias (tumores), los corticosteroides pueden ser efectivos al suprimir la producción de hormonas que elevan los niveles de calcio.

Otras estrategias: En situaciones específicas, otras intervenciones pueden ser necesarias:

  • Soluciones intravenosas: La hidratación intravenosa con soluciones salinas es crucial para aumentar la excreción de calcio por la orina y reducir la concentración en sangre.

  • Diuréticos de asa (como la furosemida): Estos medicamentos incrementan la excreción de calcio a través de la orina, contribuyendo a la reducción de los niveles sanguíneos. Sin embargo, su uso debe ser cauteloso y monitoreado cuidadosamente debido a los posibles efectos secundarios.

Importancia del Diagnóstico: Es fundamental comprender que el tratamiento de la hipercalcemia debe ser individualizado y guiado por un profesional de la salud. Un diagnóstico preciso que determine la causa subyacente (hiperparatiroidismo, cáncer, sarcoidosis, etc.) es esencial para elegir el tratamiento más adecuado y efectivo. La automedicación puede ser peligrosa y contraproducente, por lo que es imprescindible consultar con un médico antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento. Un plan integral, que incluya el manejo de la condición subyacente y la administración de fármacos apropiados, es clave para controlar eficazmente los niveles de calcio en sangre y prevenir complicaciones.