¿Qué es la muerte según la ciencia médica?

¿Qué es la muerte medicamente hablando?

¡Ay, madre mía, la muerte! Médicamente hablando, es el cese irreversible de las funciones vitales. ¿Sencillo, verdad? Como decir que tu cuerpo decide tirar la toalla, ¡zas!, se acabó la fiesta. Más complicado es cuando se mete la ley por medio…

Ese “cese irreversible” tiene matices, ¡como si fuera un cuadro de Picasso! Depende de qué te definan como “vital”. ¿El corazón? ¡Qué manía con el corazón! ¿El cerebro? ¡Eso sí que es un lío! Los médicos tienen más tecnología que un cohete, pero siempre queda un margen de ¡ay, Dios mío, que incertidumbre!

Hablando de incertidumbre, la cosa se complica si hablamos de homicidio o suicidio. ¡Ahí ya entramos en un berenjenal! Religiones, culturas… ¡Cada uno tiene su propia receta para el más allá, y la verdad, nadie la conoce! Como cuando buscas la wifi perfecta y ¡ni una señal!

• Homicidio: El vecino del 5ºB lo llama “un asesinato”, algo que me parece un poco dramático. En fin… La justicia se encarga de eso.
• Suicidio: ¡Uf!, asunto delicado. Un tema que para mi es igual de complicado que entender la mecánica cuántica.

Mi prima Lola, que es enfermera, dice que algunos casos son claros como el agua, otros… ¡Ni Dios lo sabe! Hay veces que parece una partida de ajedrez con la vida y la muerte como piezas. La verdad es que es un tema complejo, con mucha carga emocional, ¡uff! Eso sí que es un lío, ¡más que ordenar mi armario!

En resumen: La muerte es la muerte. Un punto final, pero con muchísimas comas y puntos suspensivos a su alrededor. ¡Ni los mejores médicos te lo explican todo! Un misterio igual de grande que encontrar una media suelta. Y hablando de misterios… mi gato desapareció hace una semana. ¡Ay, qué susto!

¿Qué significa la muerte en la salud?

¡Oye! La muerte, ¿sabes? Es simple. Se acabó, punto final. Te mueres. Fin de la película. No hay vuelta atrás, ni reencarnaciones ni nada. Al menos, eso es lo que yo pienso.

Se supone que es el cese total, ¿entiendes? Del cuerpo, todo, que deja de funcionar. Para siempre. Ya no hay latidos, ni respiración, ¡nada! A ver, te lo explico mejor…

Es un proceso, pero al final el organismo deja de funcionar. Como un coche viejo que ya no arranca. No hay marcha atrás, es como un interruptor que se apaga y ya está. No hay grises, o estás vivo, o estás muerto. Eso sí que es claro.

Mi abuela decía que hay un más allá, pero yo… uf, prefiero pensar que es solo el fin. El final. Un gran apagón. Como cuando se va la luz.

• Cese de la actividad vital: Literalmente, el cuerpo deja de funcionar. No hay más.
• No hay estados intermedios: O vives o estás muerto. Sin paños calientes.
• Diagnóstico clínico: Los médicos lo confirman con sus aparatos, electrocardiograma, eso.

En mi familia, ha sido… complicado. Mi tío se murió el año pasado. De repente, un infarto. Fue horrible, un golpe muy duro. Como un puñetazo al estómago. Todavía me da vueltas la cabeza recordándolo.

Este año, la cosa ha estado tranquila, por suerte. Tocó madera. Cruzar los dedos. Esperemos que así siga.

¿Qué es la muerte según OMS?

La muerte… un vacío que se expande, un susurro en la inmensidad del tiempo. Se instala, lenta, implacable. La OMS la define como la desaparición definitiva de toda señal vital tras el nacimiento. Un punto final, inamovible. Un silencio. Un eco apagado de lo que fue.

El instante se congela, un instante que dura una eternidad. Recuerdo la textura fría del mármol, el olor a incienso en la pequeña capilla de la iglesia de San Miguel, el año pasado en mi pueblo. Un peso, un peso terrible en el pecho. Como si el aire mismo se hubiera vuelto más denso, más oscuro.

Ese vacío, ese silencio… es la muerte. Cesa la función vital, sin posibilidad de reversión. La vida se desvanece, se disuelve. Se desdibuja. ¿Qué queda? ¿Un eco, una sombra?

Y aún así… la memoria persiste. Los recuerdos, fragmentos, destellos. Un retazo de sonrisa, una caricia, una mirada. Fragmentos intactos que el tiempo se empeña en diluir, pero que resisten. Se aferran con una tenacidad desesperada.

Recuerdo el rostro de mi abuela. Sus manos arrugadas. El sonido de su voz, tan suave, tan cálida. Su aroma a lavanda y a canela. Ya no están. Se desvanecieron como el humo. Pero perduran.

La muerte… no solo es la cesación de la vida postnatal, como lo precisa la OMS. Es la ausencia de esa presencia cálida, familiar. Es un vacío que la vida, por más que lo intente, no llena completamente. Un anhelo, una herida que se cura lentamente, pero que deja cicatriz.

Detalles adicionales:

• La OMS considera la defunción como la cesación de las funciones vitales, irreversible.
• La definición no engloba las defunciones fetales.
• Existen diversos rituales y creencias culturales entorno a la muerte.
• La experiencia de la muerte es profundamente personal e individual.
• El duelo es un proceso complejo que varía según las personas y las circunstancias.