¿Qué le hace el agua con sal al cuerpo?
El consumo excesivo de agua con sal puede provocar retención de líquidos, hinchazón y malestar general. Este exceso de líquido en los tejidos también puede contribuir al aumento de peso. Se recomienda moderación.
¿Efectos del agua con sal en el cuerpo?
¡Ay, el agua con sal! A ver, yo no soy médico, ni nada por el estilo, pero te cuento mi experiencia.
Es que una vez, en un retiro de yoga en Tulum (allá por junio de 2018, creo, pagué como 500€ por el finde), la gurú, súper zen ella, nos recomendó empezar el día con un vaso de agua tibia con sal del Himalaya. Según ella, “desintoxicante total”. Yo, que soy curiosilla, lo probé.
Al principio, bien, como que te espabilas, ¿sabes? Pero después… ¡uff! Empecé a sentirme hinchada. En serio, como un globo.
Retención de líquidos a tope, creo yo. Me veía las manos más gorditas, los tobillos también. Y la báscula… pues marcaba un kilito más, o algo así. No me gustó nada, la verdad, y dejé el brebaje ese de la gurú al segundo día. Igual a otros les va bien, pero a mí, ¡ni pensarlo! Prefiero un café, ¡mucho más efectivo y sin “efectos secundarios”!
¿Qué pasa si tomo un vaso de agua con sal antes de dormir?
Un vaso de agua salada antes de dormir no es magia. Elimina la sed. No elimina demonios. Punto.
Pero, ya que preguntas…
- Deshidratación: La sal exige agua. Roba la que ya tienes. Tu cuerpo, no un pozo sin fondo.
- Electrolitos: Desequilibrio. Posiblemente. No un chute de bienestar.
- Sueño: Depende de tu estómago. No del zodiaco.
- Presión arterial: Para algunos, sube. Para otros, nada. Ruleta rusa.
- “Energías negativas”: Eso es charlatanería. Pero cada cual con su fe.
Hace años, mi abuela ponía sal bajo la cama. Decía que alejaba a los malos espíritus. Nunca entendí por qué no probaba con una escopeta.
¿Qué puede causar beber agua con sal?
Buf, agua con sal… Me acuerdo de una vez, verano del 2024, en la playa de Bolonia, Cádiz. Arena fina, un calor que te derretía… Llevaba todo el día jugando al volley, sudando como un pollo. Tenía la garganta seca, sequísima. Y claro, me bebí lo primero que pillé. Una botella de agua… que mi amigo usaba para limpiar las gafas de bucear. ¡Agua con sal! Fatal.
Fatal, fatal. Qué mal rato. Empecé con arcadas casi al momento. Ahí, delante de todo el mundo. Qué vergüenza. Vomité. No mucho, pero lo suficiente para sentirme el ser más patético de la playa. Me dolía el estómago horrores. Como si me hubieran dado una paliza por dentro.
Y mi amigo, tan tranquilo… “Joe, tío, pues vaya”. No se le ocurrió nada mejor que decirme eso. Menos mal que mi prima, que es enfermera, me dio un poco de agua con azúcar y limón. Eso me calmó un poco el estómago. La verdad es que aprendí la lección. Nunca, jamás, beber agua con sal.
- Náuseas y vómitos. Eso es lo primero, lo más inmediato.
- Dolor de estómago. Irritación brutal de las paredes del estómago.
- Deshidratación. Aunque parezca mentira, la sal deshidrata.
Bolonia, verano 2024. No lo olvidaré. No por la playa, sino por el agua salada y la vomitona.
Respuesta: Náuseas y vómitos.
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.