¿Qué le hace el sarro al cuerpo humano?

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El sarro, placa dental mineralizada, no afecta directamente al cuerpo humano a través de la absorción de sustancias. Sin embargo, su acumulación causa gingivitis y periodontitis, enfermedades inflamatorias que pueden derivar en la pérdida de piezas dentales, malnutrición por dificultad para masticar y, en casos severos, infecciones bacterianas que se extienden a la corriente sanguínea, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas y otras complicaciones sistémicas.
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El Sarro: Más que una simple mancha en los dientes

El sarro, esa capa dura y amarillenta que se acumula en nuestros dientes, a menudo se considera un problema meramente estético. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y preocupante. Si bien el sarro en sí mismo no se absorbe en el torrente sanguíneo y causa daño directo a órganos, su presencia es un factor determinante en el desarrollo de enfermedades bucales que sí tienen graves repercusiones para la salud general del cuerpo. Entender la verdadera amenaza del sarro es crucial para priorizar la higiene bucal.

El problema principal radica en que el sarro es, en esencia, placa dental mineralizada. La placa, una película pegajosa compuesta por bacterias, restos de alimentos y saliva, se forma constantemente en la superficie de los dientes. Si no se elimina diariamente mediante un cepillado y uso de hilo dental adecuados, la placa se endurece y se convierte en sarro. Esta mineralización la hace mucho más difícil de remover, incluso con un cepillado vigoroso.

La acumulación de sarro, más allá de la estética poco atractiva, irrita las encías, provocando inflamación y sangrado. Esta condición, conocida como gingivitis, es la primera etapa de una enfermedad mucho más grave: la periodontitis. La periodontitis es una infección bacteriana que destruye los tejidos que soportan los dientes, incluyendo el hueso alveolar y los ligamentos periodontales. Este proceso puede llevar a la movilidad dental, la pérdida de piezas dentales y, en última instancia, a la extracción de los dientes afectados.

La pérdida de dientes a causa de la periodontitis tiene consecuencias más allá de la estética. La dificultad para masticar adecuadamente los alimentos afecta directamente a la nutrición, llevando a una posible malnutrición, especialmente en personas mayores o con dietas ya limitadas. La ingesta insuficiente de nutrientes esenciales puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a otras enfermedades.

Pero las consecuencias negativas del sarro van más allá de la boca. La periodontitis, al ser una infección, puede liberar bacterias a la corriente sanguínea. Esta bacteriemia, aunque a menudo asintomática, se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y otras complicaciones sistémicas. Estudios científicos han demostrado una correlación entre la periodontitis severa y un aumento en la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares, debido a la inflamación crónica y a la presencia de bacterias en el torrente sanguíneo. La inflamación sistémica resultante puede afectar diversos órganos y sistemas del cuerpo.

En conclusión, si bien el sarro no envenena directamente el cuerpo a través de la absorción de sustancias, su presencia actúa como un catalizador para el desarrollo de enfermedades bucales devastadoras que pueden tener consecuencias significativas en la salud general. La prevención, a través de una buena higiene bucal diaria y visitas regulares al dentista, es fundamental para evitar la acumulación de sarro y minimizar el riesgo de desarrollar complicaciones graves a largo plazo. No subestimes la importancia de una sonrisa sana; es la puerta de entrada a un cuerpo sano.