¿Qué le pasa a mi cuerpo si tomo agua de mar todos los días?
"Beber agua de mar diariamente puede sobrecargar tu cuerpo con minerales. Si bien contiene magnesio, calcio, potasio y sodio esenciales, el exceso puede alterar el equilibrio electrolítico, afectando la función renal y cardiovascular."
- ¿Qué cantidad de agua de mar se puede tomar al día?
- ¿Qué pasa si tomo un vaso de agua con sal todos los días?
- ¿Por qué los humanos no pueden beber agua salada?
- ¿Qué diferencia hay entre el agua de mar hipertónica e isotónica?
- ¿Cómo eliminar la electricidad estática de tu cuerpo?
- ¿Qué pasa si tomo agua de mar todos los días?
¿Es malo beber agua de mar a diario?
Pues, beber agua de mar a diario… no me convence. Recuerdo una vez, en Cancún, julio del 2019, di un trago sin querer. ¡Uf, qué salada! Imposible beber eso todos los días.
Además, me parece que el exceso de sal no es bueno. Por ejemplo, mi abuela, que cocinaba con mucha sal, tenía la tensión alta. Y eso que no bebía agua de mar, imagínate.
Una vez leí en un artículo, creo que del National Geographic, que el exceso de sal puede dañar los riñones. No sé la fecha exacta, pero me acuerdo de la foto de un desierto de sal. Impresionante, pero no para beber, ¿no?
Prefiero el agua dulce, bien fresquita. Como la del manantial de Fuente Dé, en Picos de Europa. Estuve allí en agosto de 2021 y costaba 2€ la botella. Mucho mejor que tragar agua salada.
¿Es malo beber agua de mar a diario?
Sí, es perjudicial debido a la alta concentración de sal, que puede provocar deshidratación y problemas renales. Se recomienda beber agua potable.
¿Qué pasa si tomo agua de mar todos los días?
Tomar agua de mar a diario? ¡Oh, la la! Imagina que tu cuerpo es un jardín delicado y el agua de mar, bueno, es como regarlo con lágrimas de sirena… pero muy saladas.
-
Deshidratación: Tus células, en un acto desesperado, lanzarían agua como si estuvieran en un concurso de lanzamiento de globos acuáticos, solo que el globo es tu propia hidratación.
-
Hipertensión: Tu presión arterial se dispararía a las nubes, buscando un descuento para viajar en avión. No es la mejor forma de conseguir un bronceado en las alturas.
¡Pero espera, hay más!
Yo, por ejemplo, una vez intenté cocinar pasta con agua de mar (en serio). Pensé que le daría un toque gourmet… ¡error! La pasta quedó más salada que un marinero gruñón y mi cocina olía a acuario abandonado.
Si de verdad quieres un toque marino, mejor usa sal marina en tu comida (con moderación, claro). Tu cuerpo (y tus papilas gustativas) te lo agradecerán. Y si aún sientes la llamada del océano, considera hacer snorkel. Es mucho más seguro que beber sus entrañas.
¿Qué contraindicaciones tiene el agua de mar?
Medianoche. Otra vez. La pantalla del móvil ilumina la habitación. Hipertensión. Me acuerdo de mi abuelo, siempre con el tensiómetro… Maldita sea. El mar, tan inmenso, y yo… tan limitado.
-
Problemas renales. Nefritis. Recuerdo las bolsas bajo sus ojos… Insuficiencia renal. Dialisis. Tanto sufrimiento… y solo quería ir a la playa.
-
Problemas cardíacos. El corazón… tan frágil. Bombeando sin parar. Y el agua de mar… demasiado sodio. Demasiada carga. Recuerdo la operación de mi tía. Las cicatrices… Todavía tengo grabada su palidez.
El mar. Tan cerca y tan lejos. Yo que quería curarme con él… y ahora… me doy cuenta de que puede hacerme daño. Ironías de la vida.
Este verano he visto a un niño pequeño, jugando en la orilla. Su madre le reñía por beber agua de mar. Yo no entendía. Ahora… ahora entiendo. Quizás sea por la hora, pero lo veo todo más claro.
- Deshidratación. Demasiada sal. El cuerpo necesita agua dulce. El mar… engaña.
- Problemas digestivos. Diarrea, vómitos. Una vez, de pequeño, tragué agua en la playa… Lo pasé fatal.
- Desequilibrios electrolíticos. Sodio, potasio, magnesio… Tan importantes… Tan delicados.
Este año, 2024, he decidido cuidarme. He decidido informarme. He decidido… vivir. Lejos del mar.
¿Por qué no debes beber agua del mar?
¡Ay, el mar! Tan bonito, tan azul… ¡pero tan traicionero para tu sed! Beber agua salada, ¡qué idea más salada! No lo hagas, créeme. Es como intentar apagar un incendio con gasolina, solo que en vez de tu casa, quemas tus riñones.
Piénsalo: tu cuerpo trabaja a destajo para procesar esa sal, usando más agua de la que ingieres para deshacerse del exceso. ¡Es un robo a mano armada de hidratación! Acabas más seco que un mojito en el desierto.
- Deshidratación: El efecto principal, como si tu cuerpo hiciera una huelga de líquidos.
- Problemas renales: Tus riñones se convierten en fábricas de salmuera a destajo; se cansan y se rebelan.
- Riesgo de muerte: En casos extremos, tu cuerpo dice “¡hasta aquí hemos llegado!” y se rinde. No es una broma, mi primo Paco estuvo a punto en 2024, ¡y eso que solo tomó un trago!
¿Por qué se produce esto? La osmosis, esa palabra tan elegante para describir cómo el agua pasa de donde hay menos sal a donde hay más, en este caso, desde tus células al agua salada, dejándote como una pasa reseca. Es una batalla perdida de antemano, como intentar ganar una partida de ajedrez contra Carlsen… ¡siendo tú un gato!
En resumen: El agua del mar es enemiga de tu cuerpo; una traición salada a tu sed. No es una fuente de hidratación, sino una trampa mortal.
Mi consejo, aparte de evitar beber agua de mar, es llevar siempre una botella de agua fresca. Y si vas a la playa, ¡que sea para disfrutar del sol y no para experimentar con tu sistema excretor! Llevo años sin beber agua de mar, desde ese “incidente” con las olas en 2023. Lo aprendí a las malas, como el que aprende a no meter los dedos en un enchufe.
¿Qué pasa si tomo un vaso de agua salada en ayunas?
Un vaso de agua salada en ayunas… Ah, ese sabor a mar invadiendo el alma, un recuerdo vago de mi abuela curándome con remedios caseros extraños, siempre con la sal como protagonista.
Pero volviendo al presente, si tragas ese brebaje marino con el estómago vacío, prepárate para un torbellino en tu interior. Náuseas, ese mareo sutil que te arrastra a la deriva. Vómitos, una expulsión violenta de lo que ya no quieres dentro, un rechazo visceral. El estómago se rebela, no entiende esa invasión salina a primera hora de la mañana.
- Malestar estomacal: La sal irrita, inflama.
- Náuseas: Un baile incómodo en el estómago.
- Vómitos: El cuerpo diciendo “¡Basta!”.
Yo lo recuerdo. Una vez, intentando imitar a mi abuela, probé un poquito de agua con sal antes del desayuno. El resultado fue… digamos… menos místico de lo esperado. No fue bonito. Un malestar que me duró toda la mañana.
Y eso que solo fue un sorbo. Un vaso entero… uh, no quiero ni pensarlo.
Información Adicional (o más bien, divagaciones saladas):
La sal ha sido siempre un elemento mágico, ¿no crees? Curativa, conservante, saborizante. Pero como todo en la vida, en exceso se vuelve contra nosotros. El mar es vida, pero también puede ser tormenta. Y tu estómago, ay, tu pobre estómago, no está preparado para una tormenta salada a primera hora de la mañana de 2024. Mejor déjaselo al mar, al atardecer, a la brisa.
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.