¿Qué medicamentos producen el síndrome de Cushing?
El Síndrome de Cushing puede ser inducido por el uso prolongado de glucocorticoides, como prednisona, dexametasona y prednisolona. Esta forma, llamada síndrome de Cushing exógeno, surge por la administración excesiva de estos corticosteroides.
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¿Qué medicamentos causan el síndrome de Cushing?
¡Vaya pregunta! A ver, si te soy sincera, al principio me sonaba a chino lo del “síndrome de Cushing”, pero me puse a investigar un poco porque, ya sabes, la curiosidad…
La cosa es que, por lo que he entendido, la causa más frecuente de este síndrome es por pasarse con los medicamentos glucocorticoides o corticosteroides. ¿Te suenan de algo? A mí, la verdad, no mucho hasta que vi algunos nombres.
Prednisona, dexametasona, prednisolona… ¡Ajá! Ahí ya la cosa cambia. Recuerdo que mi abuela tomaba prednisona para sus dolores articulares. La pobre, a veces se quejaba de efectos secundarios raros. Nunca pensé que podría ser algo relacionado con esto que me preguntas.
Esta forma del síndrome, cuando es causada por medicamentos, se llama síndrome de Cushing exógeno. Un nombre un poco técnico, pero que al final significa que viene de “fuera”, de algo que tomas.
Y para que quede claro, que a veces me lio al explicar, te resumo:
Medicamentos que pueden causar síndrome de Cushing:
- Prednisona
- Dexametasona
- Prednisolona
¿Qué medicamentos comunes pueden causar el síndrome de Cushing?
Aquí, en la oscuridad, las cosas se ven distintas.
El síndrome de Cushing, a veces, no es más que un efecto secundario. Algo que tomas para estar mejor, y te destroza por otro lado. Ironías de la vida, supongo.
- Prednisona.
- Dexametasona.
- Prednisolona.
Glucocorticoides o corticosteroides. Ahí está la clave. Medicamentos comunes, sí. Demasiado comunes quizás. Yo misma los tomé por un tiempo, por la alergia. Menos mal que lo dejé a tiempo.
¿A tiempo? ¿Quién sabe? Quizás ya sea demasiado tarde. Nunca se sabe con estas cosas.
¿Qué órganos afecta el Cushing?
¡Ay, el Cushing! ¡Ese sí que es un cachondo! Te deja como un globo, pero solo por la mitad. Cara de luna llena, que parece que te la han hinchado a besos de sapo. Obesidad, sí señor, pero solo en la barriga y la cara. ¡Las piernas, ni se inmutan! Parece que las olvidaron.
Músculos de las extremidades, en huelga permanente. ¡Ni les hables de ejercicio! Se te quedan como chicles despegados del asfalto. Y la presión arterial, ¡por las nubes! A punto de despegar un cohete espacial. ¡Y la diabetes! Como si te comieras un kilo de azúcar todos los días.
Huesos blandos como churros… ¡La osteoporosis es la reina del baile! Y los riñones, protestando sin parar con unos cólicos dignos de una película de terror. ¡Y los hematomas! ¡Qué espectáculo! Me caí el otro día y, ¡zas!, un morado del tamaño de un pomelo. Parecía que me habían pegado un puñetazo Chuck Norris. Mi vecina, la Dolores, tiene una enciclopedia de hematomas, a ver si nos la presta, jaja.
- Cara de luna llena (que hasta brillan con la luz de la luna llena, te lo juro)
- Barriga cervecera pero sin tomar cerveza, eso es Cushing
- Músculos que parecen plastilina derretida
- Presión arterial a los niveles de un volcán en erupción
- Diabetes, ¡como si vivieras a base de donuts!
- Osteoporosis, que cualquier golpe es una fractura
- Riñones que te recuerdan su existencia con cólicos dignos de un gladiador romano
- Hematomas que parecen cuadros impresionistas
En resumen: ¡el Cushing te deja hecho un cromo! Este año mi gata, Pelusa, se lastimó una pata y tuvo un hematoma gigantesco, yo juraría que le paso lo mismo pero en escala gatuna. ¡Igualito! El veterinario me lo confirmó: ¡ni idea!
¿Qué factores debemos cuidar en un paciente con síndrome de Cushing?
¡Ay, Dios mío! Cushing… ese síndrome me trae recuerdos de mi tía, ¡pobrecita! Tenía un montón de problemas. Control de peso, eso es clave, ¿no? Se le hinchaba todo… Y la presión arterial, ¡qué subidón! Presión arterial, ¡ojo con eso!
¿Proteínas? Sí, claro, mi nutricionista me dijo que es esencial para la masa muscular. Mucho calcio también. ¡Vitamina D! Eso ayuda. Habría que ver si necesita suplementos. Mi médico me lo explicó muy bien. Pero… ¡¿suplementos?! ¿Será necesario en todos los casos?
¡Y la sal! Reducir la sal es fundamental. ¡Menos sal, menos retención de líquidos! Eso es lo que me dijo mi doctora en 2024. Aunque… ¿cuánto es “reducir”? Tendría que buscarlo. Me da pereza.
- Dieta rica en proteínas y calcio.
- Suplementos de calcio y vitamina D (si el médico lo indica).
- Control estricto de la presión arterial.
- Reducir drásticamente el consumo de sal.
- Control del peso corporal. Es clave, ¿no?
¡Uf! Se me olvidaba… ¡el estrés! Gestionar el estrés es importantísimo, ¡qué barbaridad! Mi tía, pobre, se estresaba por todo.
Y otra cosa… ¿qué pasa con los ejercicios? ¿Es bueno hacer ejercicio? No lo recuerdo, ¡debería preguntarle a mi médico!
Mi prima también tuvo problemas con esto, pero en el 2023. ¡Se le inflamó todo!
¡Ay, qué lío! Espero que esto ayude a alguien… Me voy a tomar un café.
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