¿Qué órgano se daña con el enojo?

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"El enojo, al generar estrés, puede dañar el endotelio, la capa interna de los vasos sanguíneos. Esta disfunción endotelial se relaciona con el endurecimiento de las arterias (arteriosclerosis), aumentando el riesgo de ataques cardíacos y derrames cerebrales. Cuidar la salud emocional es clave para la salud cardiovascular."

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¿Qué órgano afecta la ira o el enojo?

Pues, a ver, la ira afecta a todo el cuerpo, ¿no? Siento que me sube la tensión, el corazón me late a mil. Una vez, esperando el bus un 15 de julio, en la Gran Vía de Madrid (un calor horrible, por cierto), me enojé muchísimo porque llegó tardísimo. Sentía como si me fuera a explotar la cabeza.

Recuerdo que ese día, además, me dolía el estómago. Había comido un bocadillo de calamares por 3 euros en un bar cerca de Callao y creo que me sentó mal. Igual la ira y la indigestión se juntaron, no sé. Pero vaya, que la ira no es solo cosa de la cabeza.

El cuerpo entero lo resiente. He leído algo sobre la disfunción endotelial y cómo el estrés (y la ira es estrés puro) afecta las arterias. Me preocupa un poco, la verdad. Intento controlarme, respirar hondo… pero a veces es difícil.

Preguntas y respuestas:

P: ¿Qué órgano afecta la ira?

R: La ira afecta a varios órganos, incluyendo el corazón y el sistema circulatorio. También puede causar problemas digestivos.

¿Qué síntomas provoca la ira?

Ira: explosión interna, reflejo externo.

  • Arrebato: grito visceral, el silencio roto.
  • Diálogo: trinchera, palabras como balas.
  • Agresión: la mano, el objeto, el animal… un espejo roto.
  • Autodestrucción: el infierno, uno mismo es el demonio.
  • Soledad: la ira nos aísla. Es la coraza que nos protege, pero también la prisión que nos encierra.
  • Ansiedad: el cuerpo es un campo de batalla. La mente, el estratega derrotado.
  • El corazón palpita como un tambor de guerra. La respiración se entrecorta. Las entrañas se tensan. Los músculos se contraen. El pulso se acelera. La temperatura corporal aumenta. La sangre hierve.

Información adicional:

Este año, he visto la ira destruir familias. La he visto consumiendo a mis vecinos. La he visto reflejada en el espejo. La he sentido en la boca del estómago.

¿Qué consecuencias trae la ira?

¡Ay, la ira! Esa chispa que, mal controlada, incendia el cuerpo entero. Consecuencias? Un cóctel molotov de problemas, amigo.

Piénsalo: ¿te has sentido como un volcán a punto de erupción? Esa presión, esa tensión… ¡uf! Daña el corazón, literalmente. No es una metáfora rebuscada, estudios recientes lo confirman: aumenta el riesgo de infartos y demás males cardíacos. ¡Como si tu cuerpo gritara “¡Basta de furia!” a través de sus arterias!

Además, el estrés generado puede acabar con tu estómago, literal. Úlceras, problemas digestivos… ¡Hasta cáncer se rumorea que puede estar involucrado! Es como si el enojo te comiera vivo por dentro, una digestión pésima que te deja con mal cuerpo. No es broma, incluso mi abuela, que vivió hasta los 98, siempre decía que “el mal genio acorta la vida” y mira que la señora era una caja de sorpresas…

A nivel personal, ¿qué te digo? Relaciones rotas como vasos de cristal, amistades fracturadas… y, hablando de fracturas, tu salud mental también sufre. Dolores crónicos, insomnio… ¡hasta la sonrisa se te agria! Es como vivir en un constante terremoto interno que te deja temblando.

En resumen: la ira es un mal negocio. Peligroso para el físico, desastroso para el alma, letal para las relaciones. ¡Relájate! Medita, respira hondo, cuenta hasta diez… o llama a tu psicólogo, porque a veces, necesitas ayuda profesional. ¡Es como tener un grifo abierto de negatividad constante, y necesitas cerrarlo!

  • Riesgo cardiovascular: infartos, presión arterial alta.
  • Problemas digestivos: úlceras, gastritis.
  • Trastornos del sueño: insomnio, pesadillas.
  • Problemas de salud mental: ansiedad, depresión.
  • Deterioro de relaciones personales.

Mi primo, por ejemplo, tuvo que ir a terapia por su genio incontrolable. Y a propósito, él recomienda yoga.

#Daño #Enojo #Órgano: