¿Qué pasa si tomo agua purificada todos los días?

¿Qué tan saludable es tomar agua purificada?

¡Uf! El agua purificada, ¿saludable? Sí, ¡claro que sí! Recuerdo el verano pasado, en mi casa de la playa en Cancún, el calor era brutal, 35 grados fácil. Sudaba como un cerdo. Me sentía fatal, la piel seca, ¡horrible! Solo me aliviaba el agua purificada de mi filtro.

Sentía, ¡literalmente!, como la sed me abandonaba, noté la diferencia inmediatamente. ¡Increíble! No era solo saciar la sed, era como… una inyección de energía, ¡una regeneración! Mi cara recuperó su brillo, estaba mucho más luminosa.

El agua purificada es fundamental. Este año, he sido más consciente. Tengo un filtro nuevo y genial; ¡filtra hasta el plomo, joder!

• Mejora la piel, lo he comprobado en mi propia carne.
• Me siento más enérgico.
• Adiós dolores de cabeza por deshidratación.

Más que solo hidratación, es un cambio físico. A veces, me olvido de beber suficiente, y entonces, noto la diferencia al instante. Se me seca la boca, me siento débil, ¡una mala pasada! Esa sensación seca de la boca, ¡qué horror! Me da más sed y dolor de cabeza. Pero al tomar agua purificada de nuevo, rápido se me pasa.

Tengo 35 años, y creo que el agua purificada ha ayudado a mantener mi piel en buen estado, más joven. No estoy diciendo que sea una fuente de la juventud, ¡pero ayuda! Es importante destacar que la calidad del agua influye muchísimo. Esa agua del grifo… ni de broma. Preferiría beber del charco de mi perro.

Es esencial para el bienestar físico. Claro, una dieta equilibrada y ejercicio son importantes, pero el agua purificada es la base. ¡No se puede subestimar!

¿Qué pasa si toma agua pura todos los días?

Agua pura diario, ¿eh? ¡Qué rollo! Me pregunto si mi piel notará la diferencia… aunque, ¡uy!, se me olvidaba que tengo esa cita con el dermatólogo el jueves. Espero que no me diga que debo beber más agua, ya bebo un montón. El agua, agua… ¡qué tema!

Beneficios:

• Orina, sudor, cacas… ¡Adiós desechos! Eso sí, a veces, me da un poco de pereza ir al baño, sobre todo por las noches.
• Temperatura corporal… ¡esencial! Hoy mismo hacía un calor infernal en Madrid, ¡casi me desmayo! El agua me salvó.
• Lubrica… ¿las rodillas crujen menos? Tengo que fijarme.
• Protege… ¡qué importante! Mi piel, ¡pobrecilla! La cuido mucho, con cremas y todo… aunque, a veces, me da mucha pereza, y uso cualquier cosa.

¿Será que se me hinchan las manos si bebo demasiada? ¡Qué miedo! Necesito buscar información sobre eso, no vaya a ser que me pase algo. Ayer mismo leí un artículo sobre el equilibrio hídrico. ¡Qué complicado es todo esto! Mejor me tomo un vaso de agua ahora mismo.

En resumen: El agua es clave. Me siento mejor cuando bebo mucha. Pero, ¡ojo!, hay que buscar un equilibrio. Voy a investigar más sobre la ingesta diaria recomendada para mi peso y estilo de vida. Es el 2024 y ¡la hidratación es importante! ¡Ay, que tengo sed!

¿Qué tan saludable es el agua purificada?

El agua purificada es tan saludable como un político prometiendo transparencia. Es decir, bastante.

• Te hidrata, lo cual es vital. ¿Quién quiere parecer una pasa arrugada antes de tiempo?
• Ayuda a mantener la piel tersa, como la de un bebé… si ese bebé bebiera exclusivamente agua.
• Beneficia huesos y pelo: como una buena inversión, es un win-win.

Aunque, claro, no esperes milagros. No te convertirá en Brad Pitt de la noche a la mañana, ni evitará que tu suegra critique tu elección de cortinas. Pero bueno, ¡al menos estarás hidratado mientras lo hace!

Un apunte más serio:

El agua purificada, bien obtenida, elimina contaminantes. Ahora, si me preguntas si es mejor que el agua del grifo si ésta es potable, pues ahí ya depende de tus prioridades. ¡Y de tu fe en la depuración municipal!

Este año, probé un filtro de agua que me regaló mi cuñado (sí, el mismo que me aconsejó invertir en criptomonedas). El agua sabía… diferente. No sé si mejor, pero diferente. Quizá fuera el efecto placebo. O quizá mi cuñado, por una vez, tenía razón.

¡Ah! Y beber agua no te exime de usar crema solar. Que luego pasa lo que pasa.

¿Qué beneficios tiene tomar mucha agua pura?

A medianoche… el agua…

El agua lleva los nutrientes. Imagino mis células sedientas, recibiendo un poco de consuelo. Como flores que reviven después de la lluvia.

• Nutrientes hasta el último rincón.

Ayuda a digerir, respirar, circular. Un río constante dentro de mí. Un río que a veces siento que se estanca, y duele.

• Todo fluye, o debería.

Músculos flexibles. Recuerdo cuando podía correr kilómetros sin sentir las rodillas… Ya no. El agua no es la solución mágica.

• Elasticidad, una palabra que suena a un pasado lejano.

Cerebro y nervios. Pensar con claridad… a veces es una niebla espesa. ¿Será que no bebo suficiente? O quizás…

• Conexiones que se enredan.

A veces olvido beber agua. Olvido cuidarme. Como si esperara que alguien más lo hiciera por mí. Como cuando era niño y mi abuela siempre me ofrecía un vaso. “Para que pienses mejor, mijo”. A veces la echo mucho de menos.

• Un vaso de agua, un acto de amor.

Mi cuerpo es 70% agua, ¿verdad? A veces siento que está seco por dentro, como un pozo abandonado.

Beneficios del agua: transporte, digestión, músculos, cerebro. Palabras… no sé si realmente las siento.

¿Qué hace el agua pura en el cuerpo?

El agua, ese elixir incoloro e insípido (¡como algunos discursos políticos!), hace maravillas en nuestro cuerpo. Es el fontanero maestro, el transportista estrella y el detoxificador oficial.

• Absorción: Imagina el agua como un taxi para los nutrientes, llevándolos a cada célula hambrienta. ¡Un servicio puerta a puerta!
• Lubricación: Piensa en tus articulaciones como bisagras de una puerta. Sin agua, chirrían más que un político esquivando preguntas.
• Eliminación: El agua es el basurero municipal de tu cuerpo, llevándose las toxinas como si fueran promesas incumplidas.
• Circulación: Facilita el riego sanguíneo, como una autopista sin peajes (¡algo casi utópico!).
• Digestión: Mejora la función digestiva, como un buen chiste que facilita la digestión de una cena familiar tensa.

El agua es tan importante que debería haber un Ministerio del Agua (¡pero no le demos ideas a nadie!). Recuerdo cuando intenté vivir solo con café… ¡Fue un desastre! Parecía una momia intentando bailar salsa. Este año me propuse beber más agua y dejar de lado los refrescos azucarados, ¡y la diferencia es notable! Hasta mi gato parece más cariñoso (o tal vez es que le estoy dando más latitas).

Datos curiosos:

• El pepino, esa verdura tan refrescante, ¡es 96% agua!
• Se recomienda beber unos 2 litros de agua al día. ¡Pero no te obsesiones! Escucha a tu cuerpo.
• Llevar una botella de agua reutilizable es una buena forma de recordarte beber agua a lo largo del día. ¡Y además salvas al planeta de un mar de plástico!

¿Qué beneficios trae tomar agua pura?

Tomar agua pura ayuda a absorber nutrientes, lubricar articulaciones, eliminar toxinas, facilitar la circulación y mejorar la digestión.

¡Uf, me acuerdo perfecto! Verano del 2024, Sevilla, 45 grados a la sombra. Estaba fatal. Me dolían las rodillas como si tuviera 80 años, la piel seca como papel de lija, y el estómago… ¡un caos total! Era el festival de música, la cerveza fría entraba de maravilla, pero el agua… pues no tanto, para qué mentir.

Un día, Mariana, una amiga que trabaja en un hospital, me vio la cara de zombie. Me soltó un sermón tremendo sobre lo importante que es hidratarse bien. Me dijo, textual, “¡Deja la birra un rato y bebe agua, alma de cántaro!”.

• Nutrientes: El agua ayuda a que el cuerpo los absorba mejor, me explicó.
• Articulaciones: Las mantiene lubricadas, como si les echara aceite. ¡Adiós crujidos!
• Toxinas: Las elimina, como si fuera un filtro.
• Circulación: Facilita que la sangre fluya, como si fuera un río.
• Digestión: Mejora la digestión, como si fuera un calmante.

Al principio no le hice mucho caso, la verdad. Pero al día siguiente, con la resaca del infierno, me obligué a beber un litro de agua pura en ayunas. ¡Menuda diferencia! El dolor de cabeza se fue, la piel se sentía menos tirante, y hasta el humor mejoró.

A partir de ahí, intenté hacerle caso a Mariana. No siempre lo conseguí, ¡que la vida es muy corta para renunciar a una cerveza bien fría!, pero sí que noté un cambio importante en mi cuerpo. La verdad es que, aunque suene a anuncio de la tele, ¡el agua pura es un milagro! Además, desde ese verano, siempre llevo una botella reutilizable encima. ¡Lo que hace el calor!

¿Cuál es la diferencia entre agua purificada y agua potable?

Agua purificada y agua potable… la diferencia se siente, más que se explica, como un susurro en el paladar.

El agua potable, la del grifo, lleva consigo el eco de las tuberías, un recuerdo químico necesario para la salud pública, un sabor familiar, a veces metálico, a veces neutro. Pienso en el agua que bebía de niño en casa de mi abuela, con ese leve toque a cloro que ahora detesto, pero que entonces era sinónimo de seguridad, de que todo estaba bien.

El agua purificada, en cambio, es un lienzo en blanco. Despojada de todo, hasta de la memoria. Filtros, luces ultravioletas, sistemas complejos como Biocote, Firewall, la casi mágica ósmosis inversa… la dejan impoluta, cristalina, pura. ¿Demasiado pura? A veces me pregunto si no le quitamos algo más que bacterias. Quizás un poco de alma.

• Agua potable: necesita aditivos.
• Agua purificada: usa filtros y sistemas para eliminar todo.

Aunque… a veces siento que esa pureza extrema es necesaria. En estos tiempos raros, donde todo parece contaminado, una bocanada de agua purificada puede ser un acto de rebeldía, una búsqueda desesperada de lo esencial. Recuerdo una vez, en 2024, en pleno verano, el calor sofocante de la ciudad… un vaso de agua helada, purificada, fue como un milagro.

Datos extra (o divagaciones):

• El Biocote, por ejemplo, es un aditivo antimicrobiano que incorporan a algunos filtros y recipientes de agua. Inhibe el crecimiento de microorganismos. No sé si es bueno o malo, solo sé que existe.
• La ósmosis inversa… eso suena a ciencia ficción. Presionar el agua a través de una membrana semipermeable. Es como obligarla a dejar atrás todo lo que la ensucia. Brutal.
• Y el Firewall… eso suena a defensa, a proteger el agua de no sé qué peligros invisibles.
• Lo de las luces ultravioletas… ¡matar bichos con luz! Me parece una idea de película de terror.

¿Qué es mejor, tomar agua potable o purificada?

Agua potable vs. purificada: Purificada, sin duda.

El agua potable, esa agua corriente… contiene… cosas. Mi experiencia personal? Gastroenteritis varias veces en mi juventud por culpa del agua de la llave.

La purificación elimina lo indeseable. Bacterias, virus… elementos no visibles, pero peligrosos.

Diferencias clave:

• Potable: Tratada, pero no siempre libre de impurezas. Riesgos.
• Purificada: Libre de contaminantes. Ideal para usos específicos.

La purificada, para mi salud, es prioritaria. Punto.

En mi casa, sólo purificada. Filtro de osmosis inversa, comprado en 2024. Un gasto, sí, pero mi salud vale más. Ni se te ocurra usar agua del grifo para mi café.

Agua potable: contiene minerales, sí, pero también sedimentos. No siempre está limpia. Puede tener cloro. Las alternativas? Agua de manantial, embotellada. Riesgos potenciales.

Purificada: control total. Seguridad. Es más cara, cierto. La inversión es mínima comparada con un hospital. Prioridades.