¿Qué se puede hacer cuando no se puede defecar?

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Ante la dificultad para defecar, aumente la ingesta de líquidos y fibra. Frutas (ciruelas), verduras, panes integrales y cereales son aliados. El salvado, aunque eficaz, puede causar gases. Consulte a su médico si el problema persiste.

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¿Qué hacer si tengo estreñimiento?

¡Uy, el estreñimiento! A mi me pasó algo parecido el 15 de julio, en mi casa de Valencia. Un horror.

Lo primero que hice, siguiendo el consejo de mi abuela (¡sabia mujer!), fue beber muchísima agua. Literalmente, litros. Y comí un montón de ciruelas, ¡qué ricas!

Me ayudaron bastante, la verdad. También probé pan integral, aunque el salvado… mejor no. Me dejó super hinchada.

Para mí, la clave fue la hidratación y esas ciruelas mágicas.

P&R: Estreñimiento: Aumentar fibra (frutas, verduras, cereales integrales) y líquidos. El salvado puede causar gases.

¿Cómo hacer para defecar si no puedes?

¡Ay, amigo, que constipado estás! Parece que tu intestino se ha ido de vacaciones a Marte… ¡sin ti!

Lo primero: ¡movimiento! No te quedes ahí como una estatua de sal, ¡mueve el esqueleto! Andar, nadar… ¡hasta bailar flamenco si hace falta! Tres o cuatro veces a la semana, mínimo. Mi abuela decía que hasta limpiar la casa ayuda, aunque yo prefiero la siesta. Eso sí, a veces te sientes como un oso perezoso intentando escalar el Everest. Pero ¡ánimo!

Segundo, ¡obedece a la llamada de la naturaleza! Si el cuerpo te pide ir, ¡vete! No seas un mártir del retrete, ¡no te aguantes! Es como intentar domar un volcán con un abanico. Te lo digo yo, que una vez me aguanté tanto que casi me explota el estómago, ¡fue épico! (y doloroso)

Tercero: ¡adiestra a tu intestino! Como si fuera un perrito. Intenta ir al baño a la misma hora cada día. Crea una rutina, ¡un ritual! Pon música relajante, lee un libro… ¡hasta puedes meditar si te sientes zen! Yo, personalmente, prefiero escuchar reggaeton a todo volumen. Resultados variados.

Bonus track: A veces, la solución es tan sencilla como beber más agua, que a mi suegra le parece que es la solución para la inmortalidad. Incluir fibra en tu dieta también ayuda. Piensa en frutas, verduras… ¡hasta en el pan integral! Eso sí, cuidado con los gases… ¡podrías despegar!

  • Agua, agua, agua (mi vecina bebe como un camello)
  • Fibra, ¡la clave está en las verduras y la fruta! (aunque las acelgas me saben a llantos)
  • Ejercicio, ¡mueva esos huesos! (excepto si estás resfriado, en ese caso, mejor una sopa)
  • Rutina, ¡horario para ir al baño! (el mío es… variable, depende de la urgencia)

¡Y por favor, si nada funciona, consulta a un médico! No quiero que acabes convirtiéndote en una estatua viviente… de… ¡bueno, ya sabes! Suerte, ¡y que la fuerza (de la naturaleza) te acompañe!

¿Qué hacer cuando quieres defecar y no sale?

¿Que no sale la cosa? ¡Drama! Vamos al rescate de tu “tronito”.

  • ¡A darle fibra, campeón! Éntrale a las verduras como si no hubiera un mañana. Imagina que tu intestino es una fiesta y la fibra es el confeti… ¡pero que limpia, eh! No como el confeti de verdad, que luego cuesta más quitarlo que levantar la Alhambra a mano.
  • ¡Agua va! Dale a la botella como si fueras un camello cruzando el Sáhara. El agua es el lubricante oficial del “desatasco”. ¡Ojo! Sin cafeína, que luego te pones a correr como pollo sin cabeza y sigues igual.
  • ¡Mueve el esqueleto! Deja de ver series y ponte a dar saltos como si fueras un saltamontes con cafeína (bueno, sin cafeína, ¡que dijimos!). El ejercicio es como un masaje para tus tripas.
  • ¡Buenos modales en el baño, por favor! No te sientes ahí a leer el periódico como si fueras a echar raíces. El cuerpo tiene su ritmo, no lo presiones. Y olvídate del móvil, que luego se te duermen las piernas y la cosa se complica.

Info extra que nadie pidió, pero ahí va:

  • Si sigues atascado, prueba con ciruelas pasas. Son como dinamita para el intestino. ¡Pero ojo! No te pases, que luego no sales del baño.
  • ¡Cuidado con los laxantes! No te automediques, ve al médico. Los laxantes son como un martillo pilón para el intestino, y a lo mejor solo necesitas un destornillador.
  • Y recuerda, ¡la paciencia es una virtud! No te desesperes, que hasta el mejor escribano echa un borrón… o en este caso, ¡no lo echa!

¿Qué es bueno para defecar rápido y fácil?

¡Ay, la eterna lucha contra el enemigo silencioso! Hablamos, claro, de ese momento crucial… la evacuación. La fibra es tu mejor amiga, aunque a veces, ¡parece que te odia! Es como tener un ejército de duendes minúsculos que limpian tu sistema de forma natural. Pensadlo, ¡duendes con escobas diminutas! ¡Que tierno!

Pero si la fibra te falla (y a mi me falla seguido, sobre todo después de esos excesos de pizza con mi amigo Juan), entonces entran en juego los “caballeros de la limpieza intestinal”, los medicamentos.

  • Suplementos de fibra: Como Citrucel, que en mi opinión tiene un sabor a… ¿papel maché? Pero funciona.
  • Agentes osmóticos: La leche de magnesia, una solución rápida, ¡pero cuidado con la diarrea express! Es como un cohete directamente a la luna.
  • Ablandadores de heces: A veces, tu cuerpo solo necesita un poquito de lubricación. Colace funciona de maravilla. Es como la magia, ¡pero sin varita!
  • Estimulantes: ¡El arma de último recurso! Dulcolax para una evacuación con estilo… ¡si es que eso existe!

Pero ojo, antes de lanzarte a la automedicación, consulta a un profesional. Mi médico, la doctora Pérez, siempre me lo recuerda (y a veces hasta me regaña, ¡ay, que mala!). Porque, aunque parezca una tontería, a veces el problema no es la estreñimiento en sí, sino lo que comes. Por ejemplo, ayer me comí una caja entera de bombones, y… bueno, no voy a detallar el resultado. ¡Aprendamos de mis errores!

El agua, olvidada heroína: No olvides beber suficiente agua. Es la clave para una evacuación suave y eficiente. ¡La olvidé el miércoles y pagué las consecuencias!

¡Nota importante! Esta información es solo para fines educativos y no debe considerarse un consejo médico. Consulta a tu médico o farmacéutico antes de usar cualquier medicamento. La información médica de salud es super seria y se debe consultar con profesionales, que por cierto, ¡deberían cobrar más! ¡Son héroes!

¿Qué remedio casero es bueno para defecar rápido?

¡Ay, el drama intestinal! Fibra, mi amigo, fibra es la clave. Es como tener un súper lubricante para tu sistema digestivo. Olvídate de esos atascos en la autopista digestiva.

¿Qué pasa si comes como un oso en invierno? ¡Pues que te toca bailar el tango con el inodoro! La fibra, esa maravilla natural, actúa como un eficiente limpiador, barriendo todo lo que no necesita estar ahí.

Piensa en ello como un ejército de pequeños soldaditos que empujan las cosas para que salgan ¡rápido! No es magia, es ciencia (¡ciencia divertida!).

Recuerda que mi abuela, que era más sabrosa que una tarta de limón, siempre decía “más fibra, más alegría”. No es solo una frase bonita, es verdad.

Alimentos ricos en fibra (para que tu intestino se ponga a bailar):

  • Avena: el desayuno de campeones intestinales.
  • Lentejas: un súper alimento, ¡hasta los extraterrestres las querrían! (Bromas aparte, son buenísimas).
  • Fríjoles: la banda sonora de tu digestión.
  • Manzana con cáscara: crujiente, deliciosa…y eficaz. Como un pequeño masaje para tu intestino.
  • Naranja: ¡Vitaminas y fibra! Una fiesta en tu estómago.

¡Ah, y un secreto personal! Yo a veces, para un empujoncito extra (no me juzguen), tomo un té de ciruelas pasas. ¡Es mi pequeño truco de magia intestinal!

Recuerda: Bebe mucha agua también. La fibra necesita hidratación para hacer su trabajo correctamente. Como un jardinero que necesita regar sus plantas para que crezcan fuertes y sanas, tu cuerpo necesita agua para una buena digestión. Si no, la fibra se vuelve un armatoste, un tapón en la tubería. ¡No queremos eso!

¡Ánimo, que la cosa se va a mover!

¿Cómo se quita el estreñimiento fácil y rápido?

¡Ay, el estreñimiento! 2023 empezó fatal con eso. Estaba fatal, un infierno. Sentía la tripa como una piedra, un dolor sordo que me iba subiendo hasta el estómago. Estaba hinchada, me sentía horrible.

Aumentar la fibra fue lo primero, obvio. Comí un montón de ciruelas, ¡muchísimas! Y kiwis, hasta que casi me daba una alergia. Pero poco efecto.

Después bebí litros de agua, parecía una camella. Nada. El dolor seguía. Fue desesperante. El ejercicio tampoco ayudó mucho, aunque salí a correr, sudando como un pollo. ¡Nada de nada!

Entonces, probé un laxante suave, de esos que venden en la farmacia, el que me recomendó mi vecina, Doña Elena. Al fin algo! Me sentí mucho mejor al día siguiente. Pero la sensación de “piedra” en el intestino no se iba del todo.

Esa semana, además de todo eso, evitaba comida basura, pizza, hamburguesas… aunque me moría por una buena hamburguesa con cheddar. Pero me contuve.

Lo que sí me ayudó muchísimo fue un yogur con probióticos. Recuerdo que lo compré en el Mercadona, cerca de casa. ¡Un alivio! Me sentí con menos dolor y pude ir al baño con más facilidad.

Finalmente, la pesadilla terminó, pero aprendí la lección. Ahora llevo una alimentación más equilibrada y bebo muchísima más agua.

  • Ciruelas y kiwis en abundancia (hasta que casi me da una alergia).
  • Litros y litros de agua.
  • Una carrera (sudando la gota gorda, pero sin éxito).
  • Laxante suave (de la farmacia, el de Doña Elena).
  • Evitar comida procesada (¡ay, la tentación de la hamburguesa!).
  • Yogur con probióticos (¡el salvador!).

Es fundamental consultar con un médico si el estreñimiento persiste o es muy severo. Yo tuve suerte, pero no siempre es así.

¿Cuál es el mejor laxante natural?

La fibra es la reina, no hay duda. El salvado de trigo, frutas frescas, verduras… ¡un desfile de estrellas para tu intestino! Yo, personalmente, prefiero las ciruelas pasas. Son como pequeñas bombas de relojería, pero de bienestar.

¿Cuánta fibra necesito? Pues, según los expertos, entre 25 y 31 gramos diarios. ¡Un festín para tus bacterias buenas! Aunque a veces pienso que los nutricionistas inventan estos números al azar, como cuando mi tía Rosa dice que hay que beber dos litros de agua al día solo porque lo leyó en Hola!.

Hidrátate, amigo. Ocho a diez vasos de líquido sin cafeína ni alcohol. ¡O sea, olvídate del café y del vino! A mí me parece una tortura, pero bueno, la salud es lo primero, ¿no? Podrías intentar con infusiones de manzanilla. Dicen que calman los nervios… ¡y también el intestino!

Extras jugosos:

  • Semillas de chía: Déjalas remojando un rato y verás cómo se transforman en una especie de gelatina. ¡Magia potagia!
  • Aceite de oliva: Una cucharada en ayunas puede ser tu mejor amiga. Aunque a mí me da un poco de grima, la verdad.
  • Ejercicio: No te conviertas en un atleta olímpico, pero una caminata diaria puede hacer maravillas. Yo prefiero bailar salsa, que es más divertido y también te hace sudar la gota gorda.

¿Sabías que… El estreñimiento afecta más a las mujeres que a los hombres? ¡Será que tenemos más cosas en la cabeza!

¿Qué tomar para que se me afloje el estómago?

Dieta blanda. Caldo, arroz blanco, plátano. Ya está.

Agua tibia con limón. O manzanilla. Simple.

Evita: procesados, picante, gaseosas. Obvio.

Reposo. Fundamental. Como siempre. La vida misma.

Si persiste… Médico. No hay más. El cuerpo es sabio; escucha su lenguaje.

Anotaciones adicionales (Mi experiencia personal, no te lo tomes a la ligera):

  • Tuve una gastroenteritis hace dos semanas. Horrible. A base de arroz hervido y zumo de limón sobreviví. Nada de drama.
  • El año pasado, una intoxicación alimentaria… solo agua con gas y reposo absoluto. Aprendizaje caro.
  • Siempre me funciona la manzanilla. Infusiones suaves. Dos tazas. Punto.
  • Alimentos a evitar:
    • Lácteos (excepto yogur natural, en mi caso)
    • Frutas ácidas (excepto limón, en pequeñas cantidades)
    • Café, alcohol (obvio)
    • Comida basura. ¡Para qué!

Recuerda: Consulta a un profesional si el malestar es severo. Esta información es solo una sugerencia, no un diagnóstico. Punto.

¿Qué es bueno para que te afloje el estómago?

Para aliviar el estreñimiento ocasional, puedes considerar estas opciones. ¡Pero ojo! Consulta a un médico si el problema persiste.

  • Suplementos de fibra: Metamucil, FiberCon o Citrucel son alternativas. Aumentan el volumen de las heces y facilitan el tránsito. Recuerda beber mucha agua.

  • Agentes osmóticos: Miralax o leche de magnesia atraen agua al intestino. ¡Ojo! La leche de magnesia puede causar desequilibrios electrolíticos si se usa en exceso.

  • Ablandadores de heces: Colace (docusato) ayuda a que las heces absorban agua.

  • Lubricantes: El aceite mineral (Fleet) facilita el paso de las heces. No lo uses a largo plazo, puede afectar la absorción de vitaminas.

  • Estimulantes: Dulcolax o Correctol fuerzan la contracción de los intestinos. Úsalos con moderación. ¡Son fuertes!

Consideraciones: La salud intestinal es vital. No te obsesiones con la regularidad perfecta. ¡Cada cuerpo es un mundo! Yo, por ejemplo, prefiero empezar con cambios en la dieta antes que con medicamentos. Más fibra, fruta y verdura.

¿Cómo aliviar el estreñimiento en el baño inmediatamente?

¡Ay, el estreñimiento! Ese enemigo silencioso que te visita sin avisar, como un primo lejano con mal aliento y ganas de quedarse a cenar… para siempre. Tranqui, que no cunda el pánico. ¡Se puede combatir!

Truco 1: La fibra, tu nuevo mejor amigo. Piensa en ella como el lubricante de tus intestinos, pero en versión vegetal. Añade a tu dieta frutas, verduras y cereales integrales. No exageres, que nadie quiere una explosión intestinal tipo volcán. Mi abuela decía que una manzana al día mantenía al doctor lejos, y en su caso, ¡también al estreñimiento! Quizá exageraba un poco, pero la fibra es clave.

Truco 2: El agua, la heroína del intestino. Beber mucha agua es crucial. ¡No te conformes con sorbitos! Si aumentas tu ingesta de fibra, necesitas más agua para que todo funcione como una máquina bien engrasada…o al menos, una máquina menos atascada. Yo, por ejemplo, siempre me tomo un litro y medio al día, si no, me siento como un cactus en pleno desierto.

Truco 3: ¡No olvides los probióticos! Estos bichitos buenos que viven en tu intestino son como un equipo de limpieza, ¡ayudan a que todo fluya con armonía! Puedes encontrarlos en yogures, kéfir o suplementos. Este año probé un suplemento nuevo con lactobacillus, ¡me fue de maravilla! Igual prefiero no dar el nombre por si acaso.

Pero ojo, si el estreñimiento persiste, ¡corre al médico! No seas valiente, que esto no es una maratón de resistencia intestinal.

  • Frutas: Manzanas, ciruelas, peras
  • Verduras: Espinacas, brócoli, lechuga
  • Cereales: Avena, salvado de trigo
  • Liquidos: ¡Agua, agua y más agua! Jugo de ciruela pasa. Infusión de manzanilla (tranquila, no intoxica).

Recuerda: ¡escucha a tu cuerpo! Si algo te hace ruido, consulta a un profesional. Además, ¡este año me apunté a clases de yoga, y la verdad es que me ha ayudado bastante con mi digestión! Puede que sea una casualidad… o no.

#Estreñimiento #Problemas Intestinales #Salud Digestiva