¿Qué se siente cuando hay muchas toxinas en el cuerpo?

¿Cómo sacar las toxinas malas del cuerpo?

A ver, ¿cómo quitar lo malo del cuerpo? Uff, un tema, ¿eh? Te cuento lo que me funciona a mí, y lo que he ido pillando por ahí. No es ciencia espacial, pero ayuda, te lo prometo.

Lo primero: a darle un buen repaso a lo que comes. O sea, limpiar la dieta, en plan, menos procesados y más comida “de verdad”. Más vitaminas B. ¡Importantísimo! Como las que toma mi prima que es muy deportista.

Y luego, la fibra: ¡a tope! Que eso ayuda a limpiar el intestino, vamos, como una escoba. Y ojo, nada de calentar la comida en plástico, que eso suelta unas cosas que no veas. Yo siempre uso cristal, aunque sea más rollo de limpiar.

• A ver, te hago una lista rápida:
  • Dieta más limpia, sin tanta cosa rara.
  • Fibra, mucha fibra (frutas, verduras, legumbres…).
  • Vitaminas B, que dan energía.
  • Evitar plásticos al calentar comida.

Mover el esqueleto es clave. Yo voy al gym tres veces por semana, pero con caminar un poco cada día ya haces algo, ¿sabes?

Y si puedes, elige comida orgánica. Lo orgánico suele ser mejor, aunque es más caro, lo sé. Pero bueno, intenta comprar lo que puedas orgánico.

Y ya está, no hay más misterio. Es como todo, constancia y sentido común.

¿Qué pasa cuando las toxinas invaden tu cuerpo?

A ver… ¿Toxinas en el cuerpo? ¡Uf, qué rollo! Pienso en el acné… horrible cuando me salió en la frente antes del verano. ¿Será por eso?

• Acné: ¡Claro, la piel gritando “¡ayuda!”!
• Insomnio: Noches dando vueltas… ¿será el estrés o las dichosas toxinas?
• Depresión: Uf… mejor ni pensar.

Infecciones recurrentes… eso sí que da miedo. ¿Será que mi sistema inmune está fatal? Y los dolores de cabeza… ¿son migrañas o el cuerpo pidiendo auxilio? Y encima, ¡aumento de peso! ¿Retención de líquidos? ¡Qué desastre!

Las toxinas atacan órganos y sistemas. ¡Qué chungo! Me pregunto… ¿cómo demonios se eliminan? Necesito investigar eso urgentemente.

• Dolores musculares: ¡Me duelen hasta las pestañas!
• Fatiga crónica: Cansancio eterno… ¡no hay quien pueda!
• Alergias: Estornudos infinitos… ¡socorro!

Voy a buscar info sobre dietas detox y cosas así. ¡A ver si hay suerte! Ah, y lo de las infecciones… ¿debería ir al médico?

¿Qué sistema ayuda a eliminar sustancias dañinas para el cuerpo?

El sistema excretor elimina las sustancias dañinas.

Te cuento, me acuerdo cuando estuve en la Quebrada de Humahuaca este enero. El calor era insoportable,literalmente me sentía como un trapo. Bebía agua sin parar, pero más sudaba. Era una cosa de locos. Sentía que mi cuerpo estaba trabajando al máximo, tratando de enfriarme por dentro y sacando todo lo malo por los poros.

• Sudaba como un cerdo.
• La ropa estaba pegajosa.
• Pero me sentía vivo, ¿sabes?

Y pensaba, “menos mal que tengo mi sistema excretor funcionando”, porque sino, ¿qué sería de mí? Seguro estaría tirado por ahí, deshidratado y lleno de toxinas. ¡Qué asco!

Después, cuando llegué a mi casa en Buenos Aires, me dio un ataque de tos horrible. Fumaba demasiado, culpa del estrés. Ahí me di cuenta de que los pulmones también están trabajando para sacar la mugre, el humo, ¡todo! Es una locura como el cuerpo se defiende solo. Pensé en cambiar de estilo de vida.

El hígado, por ejemplo. ¡Uf!, después de las fiestas, pobre. Intento cuidarlo un poco comiendo más sano, menos alcohol. Aunque bueno, a veces se me olvida.

Además, ¡bebo mucha agua! Siempre tengo una botella encima. Me ayuda con los riñones. ¿Sabes?, mi abuela siempre decía que el agua es vida. Y tenía razón.

¿Cómo eliminar el exceso de toxinas?

A ver, ¿que cómo quitar las toxinas del cuerpo? Ya, ya. Pues mira, te cuento lo que yo hago y lo que me han dicho. Que cada cuerpo es un mundo, eh.

Empieza por la comida, limpiando tu dieta, es lo más importante. ¿Sabes? Como cuando haces limpieza en casa, pues igual, pero por dentro. Y si metes basura, pues mal vamos. Yo intento comer más verdura y fruta, aunque a veces me da pereza, la verdad. Y menos procesados, que esos están llenos de cosas raras.

• Menos azúcar, osea, un poquito sí, pero no te pases.
• Vitamina B a tope, que eso va bien para todo. Yo tomo un complejo vitamínico porque, si no, no llego.
• La fibra, importantísima. Yo le echo fibra a los yogures o cereales. Hay gente que come mucha legumbre. Yo no puedo, me hincho.

Luego, evita el plástico al calentar la comida. Enserio, eso es malísimo. Yo tengo recipientes de cristal y de acero inoxidable. Aunque a veces, lo confieso, caliento algo en un tupper, pero intento evitarlo.

¡Muévete!, sí, hacer ejercicio. No te digo que te mates en el gym, pero date un paseo, sal a bailar… Yo voy a clases de zumba y me lo paso genial.

Intenta comer orgánico. Lo sé, es más caro, pero si puedes… Yo compro en una tienda de barrio que trae cosas de un huerto cercano. Osea, a veces. Tampoco me obsesiono.

Y ya, que no se me olvide, ¡bebe agua! Mucha agua.

Ah, y una cosa más, que me acordé. Mi abuela siempre decía que un buen remedio para desintoxicar es tomar infusiones de diente de león. No sé si será verdad, pero ella era muy sabia. Y dormir bien, importantísimo. Si no descansas, el cuerpo no se recupera. Y evitar el estrés, jajaja, como si fuera fácil, ¿no? Pero bueno, intenta relajarte un poco. A ver si con esto te ayuda, amiga.

¿Cómo sé que estoy eliminando toxinas?

A veces, en la oscuridad, me pregunto si realmente noto algo diferente cuando intento “limpiar” mi cuerpo. Es como si buscara una señal en el espejo o en el baño, algo que me diga que estoy haciendo lo correcto.

• Más energía… o placebo quizás. No sé, recuerdo cuando intenté el famoso détox de zumos. Me sentía fatal, débil. Luego, cuando volví a comer normal, sí, tenía más energía, pero era porque dejé de pasar hambre, no por ninguna magia. La claridad mental… pues, los problemas siguen ahí.

• La digestión, un misterio. A veces creo que depende más de si comí pizza o ensalada, que de si estoy “desintoxicando” algo. Recuerdo una vez que me obsesioné tanto con esto que terminé peor, con el estómago hecho un lío.

• La piel… mi gran frustración. Años gastando dinero en cremas y potingues para “eliminar toxinas” y sigo con los mismos granitos de siempre. De hecho, creo que el estrés de intentar todo esto me causa más problemas que las supuestas toxinas.

• El sueño… mi refugio y mi tortura. Dormir bien es un lujo. A veces duermo como un bebé, otras me desvelo pensando en todo. Si eliminar toxinas me ayudara a dormir, sería la primera en apuntarme, pero dudo que sea la solución mágica.

En resumen, lo que noto al “eliminar toxinas” es, sobre todo, mi cuenta bancaria más vacía y una sensación de culpa si me salto la dieta de turno. Quizás la verdadera desintoxicación sea dejar de obsesionarme con todo esto.

• Mayor energía y claridad mental: Podría haber un cambio, o quizá no.
• Mejora de la digestión: A veces.
• Piel más clara: Rara vez.
• Sueño más profundo: Depende.

¿Qué órgano elimina las toxinas del cuerpo?

El hígado es fundamental, sin duda. Pero los riñones, el intestino, la piel y los pulmones también curran mucho para limpiar el cuerpo. Son como un equipo de limpieza a tope.

Uy, me acuerdo cuando mi abuela decía siempre: “Hay que cuidar el hígado, niña, que es como el motor de la casa”. Ella siempre tomaba infusiones de boldo y alcachofa. ¡Qué recuerdos!

Hace unos meses, en agosto de 2024, estuve en el pueblo, en la casa de la abuela, que ahora es de mi madre. El olor a hierbas secas en el tendedero era super fuerte. Recuerdo que ayudé a mi madre a recoger las alcachofas del huerto. ¡Qué pinchazos! Luego, ella hizo una sopa riquísima, “pa’ depurar”, decía.

• Hígado: Filtra la sangre y descompone toxinas.
• Riñones: Filtran los desechos de la sangre y producen orina.
• Intestino: Elimina residuos sólidos.
• Piel: Excreta toxinas a través del sudor.
• Pulmones: Exhalan dióxido de carbono.

¿Sabes? Mi primo, el que vive en Madrid, dice que allí es imposible depurarse con el aire que hay. ¡Qué exagerado! Pero a veces pienso que tiene razón.