¿Qué significa cuando te llega olor a pescado?

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El "olor a pescado" puede indicar trimetilaminuria, un trastorno metabólico donde el cuerpo no descompone la trimetilamina, un compuesto nitrogenado. Si lo experimentas, consulta a un médico para diagnóstico y tratamiento.

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¿Olor a pescado: ¿Qué significa?

¡Uf! Olor a pescado… Qué tema más peculiar. Me hace pensar en la vez que compré un salmón en oferta en el mercado de La Boquería, Barcelona, un 15 de julio. ¡Qué peste soltaba al llegar a casa! Era im-presionante.

Pero bueno, a lo que iba, la trimetilaminuria, o “síndrome del olor a pescado,” es cuando tu cuerpo no procesa bien ciertos compuestos, especialmente la trimetilamina.

Básicamente, algunos compuestos que contienen nitrógeno no se descomponen correctamente.

El resultado es un olor fuerte, como a pescado, que puede emanar del aliento, el sudor o la orina.

Es una condición metabólica, algo con lo que naces o que se desarrolla, y la verdad, suena bastante incómodo, ¿no crees?

¿Cuál es el significado espiritual de percibir olores?

Percibir olores inexplicables a menudo se interpreta como una manifestación de energías sutiles, aunque esta percepción varía culturalmente. En algunas tradiciones, un aroma repentino y sin fuente aparente puede indicar la presencia de entidades o estados emocionales latentes en el ambiente.

  • Olores desagradables: A menudo se asocian con energías negativas o perturbaciones emocionales. ¡Ojo con los pensamientos recurrentes!
  • Olores agradables: Pueden ser interpretados como mensajes de seres queridos o guías espirituales. ¡A mí me ha pasado con el perfume de mi abuela!
  • Reflexión: La interpretación de estos fenómenos es subjetiva y depende del contexto personal y cultural. La fenomenología nos recuerda que la experiencia es lo que cuenta, más allá de la “realidad objetiva”.

Es fundamental analizar el contexto y las emociones asociadas al olor para una interpretación más precisa. A veces, el “olor a nada” es solo un recuerdo disfrazado, una conexión profunda con nuestro inconsciente. La clave está en la introspección y la observación.

Y recuerda, la espiritualidad no siempre tiene que ser solemne. A veces, un simple aroma puede ser una invitación a la reflexión y al autoconocimiento. ¡O simplemente una fuga de gas!

¿Qué pasa si hay olor a pescado en la casa?

Las tres de la mañana. La oscuridad me aprieta… Ese olor a pescado… se pega a todo, a la ropa, a la piel. Me recuerda a aquella noche de 2023, en la cocina de mi abuela. Se fue hace poco… aún huele a ella. A pescado frito. A recuerdos agridulces.

El vinagre… sí, el vinagre. Recuerdo a mi madre, en la casa de mi abuela. Ella siempre recurría al vinagre. Lo ponía a hervir… una especie de ritual para purificar. Como si pudiera quitar ese olor, ese olor a recuerdos que se aferra. Que se incrusta en los poros de la casa.

El vinagre hierve. El vapor es como una niebla espesa… y me ahoga. No quita el olor del todo. Lo disimula, por un rato.

Lo que no puedo quitar son las imágenes…

  • La mesa llena de platos.
  • El olor, insistente.
  • Mi abuela, cansada, sonriendo…

No funciona del todo. Lo sé. El olor a pescado persiste. Es un fantasma persistente. Como un susurro en la noche.

Ese olor a pescado podrido… a pescado viejo… es peor, es más penetrante. El vinagre… sirve para disimular el olor fresco a pescado, el pescado de las cenas familiares. Este no.

Este olor me trae recuerdos. Recuerdos… malos. No quiero recordar más. Pero… sí. Hay algo más.

  • El olor me recuerda a mi abuelo, a su mal humor cuando perdía al dominó.
  • Recuerdo la lucha por pagar la cuenta de la luz.
  • Recuerdo las peleas silenciosas de mis padres.

El olor a pescado… a veces, me sofoca.

¿Qué hacer cuando te huele a pescado?

¡Ay, madre mía, ese olor a pescado! Parece que tu amiga la vagina está protestando. No te preocupes, no es el fin del mundo, ni una señal de que vas a convertirte en sirena (aunque, ¡quién sabe!).

Primero, la ducha, un ritual sagrado: Lava la zona exterior con jabón suave, sin perfumes que la hagan enfadarse. Piensa en ello como una sesión de spa, pero sin las burbujas (a menos que te apetezca, ¡claro!). Agua abundante, ¡que se vaya ese olor a marisco! Yo uso Dove, ¡es suavecito como un gatito!

¡Fuera lavados vaginales! Es como intentar apagar un incendio con gasolina. Tu vagina tiene su propia flora, su propio ecosistema, y meterle químicos es una agresión ecológica. Deja que haga su trabajo, que ya sabe lo que hace. Si la cosa empeora, ¡al médico!

¿Qué más?

  • Revisar tu ropa interior: ¿Es cómoda? ¿De algodón? No uses ropa apretada que haga sudar a tu amiga la vagina, ¡pobrecita!
  • Tu dieta: ¿Has comido mucho marisco últimamente? ¡Broma! (o no…). En serio, una alimentación equilibrada ayuda a tener una flora vaginal feliz. Yo he notado una mejora desde que como más yogur.
  • Revisa posibles infecciones. Si el olor persiste, ¡al médico! No seas valiente, que no es una película de acción.

Recuerda: Una vagina sana no huele a pescado podrido. Si el olor persiste, consulta a un profesional. La prevención es mejor que la cura (y la vergüenza). Mi médico me recomendó un gel íntimo para el día a día, pero eso es personal.

¿Qué significa olor a pescado en lo espiritual?

Aquí, en la quietud de la noche, todo se siente más…nítido. Más pesado.

Olor a pescado… en lo espiritual.

  • Transformación. Supongo que sí, como cuando tiras lo viejo, lo que se pudre, para que nazca algo nuevo. Algo que huela menos…a derrota. A mí me pasó al dejar el pueblo, ¿sabes? Olía a estanque estancado, a promesas rotas. Era insoportable. Y huí. Quizá eso era la transformación. O la cobardía. Ya no sé.

  • Mortalidad. Eso resuena más. Mi abuela olía así los últimos días. A mar… a algo que se iba desvaneciendo. Y me daba tanto miedo. Tanto. No quería que se fuera ese olor a ella. A raíz. Pero se fue. Como todo. ¿Será que el pescado es un recordatorio constante de que somos carne, de que caducamos?

A veces, creo que el alma huele a lo que tememos. Y yo le tengo un miedo terrible al agua salada. Y a los recuerdos que trae.

Información adicional (si se puede considerar así, porque a estas horas, ya dudo de todo):

  • Hay gente que dice que soñar con pescado trae buena suerte. Supongo que dependerá del tipo de pescado… y del olor. Yo soñé una vez que estaba en un mercado lleno de sardinas podridas. No fue precisamente una noche de suerte.
  • Mi madre siempre decía que el pescado “limpiaba” el cuerpo. Quizá también el alma. No sé. Ella era más de rezos que de filosofías raras.
  • También me pregunto si ese olor no será simplemente… hambre. Ganas de algo que no tengo. De volver a sentirme vivo, aunque huela a podrido.
#Mal Olor #Olfato #Pescado