¿Qué te duele cuando tienes retención de líquidos?
La retención de líquidos, o edema, causa hinchazón, principalmente en pies, tobillos y piernas. Si bien suele ser indolora, la hinchazón significativa puede ser incómoda. Afecta con mayor frecuencia a personas mayores. Consulta a un médico si la hinchazón persiste o empeora.
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¿Dolor por retención de líquidos? ¿Dónde duele?
Ufff, el tema de la retención de líquidos… ¡me suena! Recuerdo una vez, en agosto de 2021, en Valencia, ¡qué calor hacía!, mis tobillos estaban como globos. Era una pesadilla.
El dolor, si lo hubo, era una especie de presión incómoda, más que un dolor punzante. No era un dolor agudo, sino una molestia constante, un peso. Como si llevara botas de plomo.
La hinchazón, sí, eso sí lo recuerdo bien. Mis pies parecían dos salchichas, ¡increíble! Afortunadamente no duró mucho, gracias a que tomé más agua (irónico, ¿no?) y elevé las piernas.
La verdad, no sé mucho de medicina, pero esa experiencia me enseñó a prestar atención a las señales de mi cuerpo. El edema, según leí después, es la acumulación de líquido, un problema común, sobre todo en gente mayor, por lo que he oído. Esa vez no fue grave, pero me asustó.
¿Cómo se siente el cuerpo con la retención de líquidos?
¡Ay, esa retención de líquidos! Se siente como si te hubieran inflado como un globo de feria, pero sin el divertido paseo. Un peso extra que no se corresponde con un suculento banquete, ¿verdad?
Hinchazón: Es como llevar unos “patines” de agua en los tobillos y piernas. ¡No te recomiendo intentar patinar con ellos! En mi caso, recuerdo una vez que me puse unos zapatos nuevos y ¡casi no los puedo sacar! Fue como tener pies de foca. Un horror.
Aumento de peso: Esa báscula traicionera… ¡te mira con malicia! Sube y sube, sin que hayas comido ni un solo croissant extra. Ese kilo de más, ¡es agua, mi cielito! Como llevar una mochila llena de piscinas hinchables minúsculas.
Abdomen: Esa barriguita que te persigue, que no cede ni con abdominales. Es como tener un pequeño mar interno, ¡y hay que tener cuidado con los movimientos bruscos para evitar que haya mareas!
Fóvea: ¡Esa huella que queda! Como si hubieras dejado un mensaje secreto a la piel, un “aquí estuve” acuoso y rebelde. La verdad, ¡parece el mapa del tesoro…de la retención de líquidos!
¿Solución? Mucha agua (irónico, ¿no?), ejercicio suave, dieta baja en sodio… Y una buena dosis de paciencia. A veces, una visita al médico es el mejor aliado, eh.
- Dieta: Menos sal, más frutas y verduras. Olvida la pizza (hoy, al menos).
- Ejercicio: Nada de maratones, pero paseos suaves ayudan.
- Agua: ¡Para desintoxicarte, no para inflarte aún más! La clave está en el equilibrio.
- Médico: Un chequeo nunca sobra.
- ¡Relajación!: El estrés también influye, ¿sabías?
Recuerda: el año pasado, mi prima tuvo un susto. Pensó que engordaba, pero era retención. ¡Así que no te alarmes!
¿Cuáles son las causas de la retención de líquidos?
Uf, la retención de líquidos. ¡Menudo rollo! Te cuento, yo sé lo que es eso.
Estuve en Benidorm en agosto de 2024. Un calor infernal. Horas y horas caminando por la playa, disfrutando, sí, pero mis tobillos… ¡Madre mía! Parecían balones de fútbol. Terrible.
Me acuerdo que mi abuela siempre me decía: “¡Menos sal, niña, menos sal!”. Y tenía razón. En Benidorm, tapas y más tapas, todo riquísimo pero cargado de sal. Además, con lo a gusto que estaba, ¡cero deporte! Solo paseos lentos y cervecitas al sol. Un desastre para mis piernas.
No creo que tenga problemas de corazón ni riñones, gracias a Dios. Pero vamos, después de esa experiencia, entiendo perfectamente por qué pasa.
- Estar de pie mucho rato.
- Calorazo.
- No moverte mucho.
- Pasarte con la sal.
- A veces, pastillas que tomas te hinchan, ojo.
- Problemas de venas, tipo varices.
- Riñones que no funcionan bien.
- El corazón que falla… ¡cuidado!.
Ahora intento cuidarme más, sobre todo con la sal y hacer algo de ejercicio. ¡No quiero volver a ver mis tobillos así! Lo que sí hago es seguir el consejo de mi madre: masajes en las piernas y ponerlas en alto. ¡Eso sí que funciona!
A mi abuela, que tiene 88 años, también le pasa mucho. Ella toma unas pastillas para la tensión y creo que le afectan. Le digo que se mueva, pero claro, a su edad… Le preparo infusiones de perejil, que dicen que van bien. Aunque la verdad, no sé si funcionan o es el efecto placebo.
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