¿Qué usan los dentistas para limpiar el sarro?
Los dentistas eliminan el sarro con raspadores, instrumentos metálicos que desprenden la placa y el cálculo endurecido de la superficie dental. Un método eficaz para una limpieza profunda.
- ¿Cómo se llama el aparato para quitar el sarro?
- ¿Cómo se llama la herramienta que usan los dentistas para quitar el sarro?
- ¿Qué utiliza un dentista para eliminar el sarro?
- ¿Qué líquido usan los dentistas para quitar el sarro?
- ¿Qué herramienta dental elimina el sarro?
- ¿Cómo se llama el aparato para quitar el sarro dental?
¿Qué instrumentos usan los dentistas para eliminar el sarro dental?
¡Uf!, el sarro… Recuerdo la vez que fui al dentista en mayo del año pasado, en la clínica Dental Plus de Valencia. Me costó un ojo de la cara, ¡casi 80 euros! Pero bueno, el tema es que vi un montón de herramientas.
Los raspadores, sí, esos sí que los usaron. Parecían pequeños ganchos de metal, finos y precisos. La verdad, me dio un poco de cosa verlos acercarse a mis dientes.
También usaron algo que parecía un pequeño martillo neumático, pero mucho más pequeño y delicado. No sé el nombre exacto, pero era vibrante y hacía un zumbido. Eso sí que fue raro.
Para pulir, algo parecido a una lija, pero mucho más suave y con forma redondeada, creo. Todo era muy tecnológico, la verdad. Dejé mis dientes como nuevos, aunque no se lo que usaron luego para eliminar las manchas.
¿Cómo se llama el aparato para quitar el sarro dental?
¡Anda ya! ¿El cacharro ese para quitar el sarro? Pues mira, te cuento… ¡Un escalador ultrasónico! ¡Como si fuera un montañista en miniatura, pero con vibraciones! O, si lo prefieres, un detartrador ultrasónico. ¡Suena a ciencia ficción, eh? También le dicen cavitador ultrasónico. ¡Como si estuviera creando cavernas en tu sarro! ¡Brutal!
El escalador ultrasónico es la opción estrella. ¡Es como un martillo neumático, pero para dientes! Vibraciones a tope, que pulverizan el sarro. ¡Pum, pum, pum, adiós sarro! Mi dentista, el doctor Pérez, tiene uno que parece una pistola de rayos. ¡Menudo espectáculo!
Eso sí, si el sarro es de la resistencia de un tanque, necesitas algo más… ¡El viejo confiable! Las curetas y raspadores manuales ¡Aquí sí que hay que sudar! Es como si el higienista dental fuera un escultor de dientes, quitando el sarro a base de mucho pulso. ¡Un trabajo de chinos!
Pero, oye, ¿sabías que?
- El sarro no es solo una cuestión estética. ¡Es una bomba de relojería para tus encías!
- El uso diario de hilo dental es fundamental. ¡Más que comer chucherías!
- Mi dentista recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día, con pasta dental fluorada. ¡Como si me fuera la vida en ello! (Aunque algunas veces, casi sí)
- Visitar al dentista al menos dos veces al año es esencial. ¡No lo dejes para mañana, que el sarro no espera! Es como una mala hierba, pero en tus dientes.
- Evitar las bebidas azucaradas ¡Es como evitar las tentaciones del diablo! Es broma, pero… ayuda mucho.
En serio, el año pasado mi seguro me cubrió una limpieza profesional y fue espectacular. ¡No te lo pierdas! Un consejo de un experto en sarro (yo mismo, después de varias sesiones).
¿Cómo se llama el instrumento que quita el sarro?
¡Uy, qué pereza! ¿Sarro? Me dan ganas de tomar un café ahora mismo. ¿Sabes qué? Ayer mismo fui al dentista, ¡qué estrés! Pero bueno, al menos ya no tengo ese asqueroso sarro.
El instrumento se llama raspador. Sí, raspador. Eso es. Aunque mi dentista usó uno eléctrico, ¡una pasada! Mucho mejor que los manuales que usaba mi abuela. Se nota la diferencia, eh. Aunque ella lo hacía genial, ¡siempre me dejaba los dientes impecables!
Pensándolo bien, ¿los raspadores manuales son de metal siempre? A ver, ¿cómo era el mango? No recuerdo. ¡Ya me estoy desviando!
- Metálico?
- ¿De plástico el mango?
- ¡Y el ruido! Ese raspado… ufff.
Mi dentista me recomendó usar hilo dental diario. Ya ves, ¡todo un rollo! Pero bueno, prefiero eso a volver a sentir esa sensación de sarro en mis dientes.
El sarro, ese bicho, es terrible. Se pega que da gusto, y eso que me cepillo tres veces al día. Bueno, casi siempre… A veces me duermo antes y… ¡qué pereza!
Estos son los datos del seguro dental que tengo contratado este año: una pasta.
- Cobertura: 700€
- Franquicia: 50€
¡Tengo que volver a por la revisión en seis meses! Dios, qué palo. Mejor me pongo con el hilo dental ahora mismo… ¡adiós!
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